Cortinarius bulliardii (Pers.: Fr.) Fr.


Cortinarius (l) = Tela, cortina; por la presencia de ésta.
bulliardii = En honor del micólogo J.B.F. Bulliard.

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Sombrero: Al principio convexo con un mamelón evidente, en la madurez se extiende y se suaviza, haciéndose menos patente. De 3 a 8 cm de diámetro. Cutícula de color marrón rojizo a pardo castaño, palideciendo u oscureciendo según el grado de humedad, higrófana, lisa. Márgenes más claros.

Láminas: Adnatas y algo escotadas, anchas; con tonalidades violáceas al

principio y luego de color marrón rojizo por la maduración de las esporas. La arista es más pálida.

Pie: Cilíndrico, ensanchado por la base, con dos tonalidades: en la parte superior de color blanquecino a lila, y en la parte inferior de rojo anaranjado a vinoso.

Carne: Abundante, espesa, blanquecina o con tonos lila o rosados. En la zona de la base, el pie presenta color rojo. No tiene olor ni sabor apreciable.

Esporas: Elípticas, verrugosas, de 8’5-11 x 4’5-5 micras. Esporada pardo ferruginosa.

Hábitat: Fructifica en otoño, bajo árboles planifolios, en zonas húmedas, y sobre suelos calizos. La fotografía se realizó en el Parque Natural Sierras Subbéticas.

Observaciones: Como la mayoría de las especies del género Cortinarius, su determinación es difícil, siendo necesario un estudio microscópico y la utilización de reactivos químicos. No comestible: El género Cortinarius incluye un gran número de especies, y de la mayoría no se conoce aún su valor culinario, o su toxicidad, lo que unido a su dificultad para reconocerlos, hace aconsejable no consumir ninguna de ellas.