Manejo del arbolado

 

Al igual que ocurre en otros ecosistemas agrosilvopastorales, el árbol en la dehesa cumple un doble papel, productivo pues es fuente de recursos primarios (bellota, leña, etc.) y ecológico ya que contribuye al mantenimiento y estabilidad del sistema. Por ejemplo, fijándonos en la primera de ellas, el árbol en la dehesa nos ha proporcionado energía, a través de la extracción de leña, carbón y picón, en épocas donde las fuentes eran escasas y caras. De hecho durante los años cuarenta a setenta fueron frecuentes las podas para la obtención de leña. Pero el ramón obtenido de las podas también se ha utilizado como forraje invernal y en algunas ocasiones como suplemento alimenticio para el ganado en verano. Por tanto, la poda del árbol en la dehesa es una de las técnicas que el ser humano ha utilizado para la extracción de múltiples recursos sin destruirlo, constituyendo el manejo selvícola por excelencia de las zonas adehesadas. Su objetivo es la consecución de una estructura óptima del árbol para la producción de bellota, lo que se consigue con distintos tipos: podas de formación, podas de mantenimiento y podas sanitarias.

 

Así, bajo el carácter demostrativo del proyecto, en la Red de Dehesas Demostrativas, hemos actuado sobre más de 4.300 pies, realizando básicamente los tres tipos de podas.

Podas de formación

Con la poda de formación se pretende la obtención de un armazón de ramos sólido y equilibrado que soporte bien la cosecha y las inclemencias meteorológicas y que optimice la iluminación y aireación estimulando la formación de brotes fructíferos.

 

Esta técnica la hemos realizado en pies de encinas y alcornoques que provenían de repoblaciones llevadas a cabo hace 25 años aproximadamente, consiguiendo con ellas definir la longitud y la morfología del tronco. Dichas podas se han llevado a cabo durante los meses de noviembre y diciembre, cuando el árbol está en parada vegetativa.

El procedimiento ha consistido en cortar, con motosierra, las ramas verticales que tenían los árboles como consecuencia del desarrollo de brotes y en la eliminación de las ramas más bajas que interferían en el porte del árbol.

 

Además de actuar en dichas repoblaciones, también hemos realizado este tipo de poda en una finca de Málaga con un encinar joven con alta densidad. Concretamente, en este caso, para conseguir la apertura de la masa hacia una formación adehesada, se ha realizado conjuntamente con un resalveo previo.

 

 

Podas de mantenimiento

Las podas de mantenimiento que hemos realizado se han hecho bajo el interés mostrado por los propietarios en revitalizar el árbol. Aún así, la intensidad de la poda ha sido muy ligera en la mayoría de los casos, siendo sus efectos apenas perceptibles. Estas han consistido en la eliminación de ramas inferiores del árbol y en el aclareo de la copa por dentro, sin cortar ramas de más de 15 cm de diámetro, salvo algunas aisladas que estuviesen enfermas o muertas.

Podas sanitarias

Las podas de mantenimiento que hemos realizado se han hecho bajo el interés mostrado por los propietarios en revitalizar el árbol. Aún así, la intensidad de la poda ha sido muy ligera en la mayoría de los casos, siendo sus efectos apenas perceptibles. Estas han consistido en la eliminación de ramas inferiores del árbol y en el aclareo de la copa por dentro, sin cortar ramas de más de 15 cm de diámetro, salvo algunas aisladas que estuviesen enfermas o muertas.