Con la poda de formación se pretende la obtención de un armazón de ramos sólido y equilibrado que soporte bien la cosecha y las inclemencias meteorológicas y que optimice la iluminación y aireación estimulando la formación de brotes fructíferos.
Esta técnica la hemos realizado en pies de encinas y alcornoques que provenían de repoblaciones llevadas a cabo hace 25 años aproximadamente, consiguiendo con ellas definir la longitud y la morfología del tronco. Dichas podas se han llevado a cabo durante los meses de noviembre y diciembre, cuando el árbol está en parada vegetativa.
El procedimiento ha consistido en cortar, con motosierra, las ramas verticales que tenían los árboles como consecuencia del desarrollo de brotes y en la eliminación de las ramas más bajas que interferían en el porte del árbol.
Además de actuar en dichas repoblaciones, también hemos realizado este tipo de poda en una finca de Málaga con un encinar joven con alta densidad. Concretamente, en este caso, para conseguir la apertura de la masa hacia una formación adehesada, se ha realizado conjuntamente con un resalveo previo.