Por el doctor Bartolomé Beltrán.

No quiero pasar por alto la gran labor asistencial que están realizando desde la farmacia a causa de la pandemia del coronavirus que afecta a nuestro país desde hace unas semanas. 

La profesión farmacéutica está experimentando cambios acelerados. Este profesional en las últimas décadas ha pasado de tener un papel pasivo, como es dispensar medicamentos, a tener uno activo. Se le han atribuido una larga lista de nuevas funciones como el fomento de la adherencia a los medicamentos, la detección precoz de enfermedades, labores de farmacovigilancia, y en estos momentos, ser el apoyo de miles de personas en la crisis del coronavirus.

Hay que recordar que en España en la actualidad hay más de setenta y dos mil farmacéuticos colegiados, de los que más de un 70 por ciento son mujeres, que ofrecen asistencia sanitaria a la población desde diferentes ámbitos de actuación. De ellos, cerca de 50.000 desarrollan su labor profesional en alguna de las más de 22.000 oficinas de farmacia. El farmacéutico cumple un rol específico e insustituible dentro del equipo sanitario, papel que se ha ido reforzando con el paso de los años.

Me comenta Raquel Martínez, secretaria general del CGCOF, la esencia de la profesión farmacéutica y qué retos tiene por delante ante una sociedad cada vez más formada y digitalizada. “Tenemos 800 años de historia y ahora mismo también estamos con los ciudadanos creciendo con ellos. Somos la primera puerta de entrada de la sanidad y ayudamos al ciudadano a que pueda utilizar sus medicamentos de una manera adecuada”, afirma Martínez.

Jesús Aguilar, presidente del CGCOF, afirma que “la farmacia sigue trabajando ‘al pie del cañón’. Tenemos varios papeles: el papel de la prestación farmacéutica como parte sanitaria, como no puede ser de otra manera, para que todos los ciudadanos tengan acceso a los medicamentos que necesitan, y luego otro papel desde el punto de vista personal y social muy importante. Porque estamos siendo ese centro por el que pasa toda la crisis”.

Respecto a las medidas de protección de los farmacéuticos ante el coronavirus, Aguilar destaca que “nosotros hemos seguido las indicaciones del Ministerio de Sanidad siempre, todos los protocolos los hemos elaborado bajo nuestro entender de cómo lo debiéramos de hacer. Entendemos que hay una serie de medidas de protección que estamos poniendo en todas las oficinas de farmacias como son el metro de seguridad. Pero también es verdad que hay zonas más comprometidas donde los picos del número de infectados son mayores. La inmensa mayoría de las farmacias no disponemos de material, de mascarillas o de geles. Y lo poco que tenemos es los que utilizamos a la hora de las dispensaciones cara a los ciudadanos. Por eso les hemos pedido esas medidas de protección para las oficinas de farmacia”.

En cuanto a la inmensa labor de los 52 Colegios Farmacéuticos en esta pandemia, el presidente del CGCOF expresa que “estamos intentando trabajar todos con las particularidades lógicas de cada una de las comunidades autónomas. Hemos tenido ya una asamblea todos los presidentes vía online, y como presidente me siento muy orgulloso del trabajo que están haciendo todos los colegios”.

En definitiva, el farmacéutico desempeña un papel fundamental como aliado de los pacientes y del resto de profesionales sanitarios. Su trabajo contribuye a la salud de los ciudadanos y a la sostenibilidad del sistema sanitario. Seguro.