Un Hallazgo por Jotaesebé

Buscando otra cosa un día en mi trastero, donde hace ya tiempo no puedo entrar de abarrotado, apareció mal cuidado un paquete de manuscritos empolvados que no me parecía haber visto antes. No me reconozco en ellos pero claro está que entre esta vejez achacosa y la vorágine de mi vida no es la primera cosa que se hubiese borrado en mi mente, aunque no podría asegurar siquiera si ello es así porque no lo recuerdo. Se me ocurrió que tal vez pudiera tratarse de algo que alguien abandonó y es por ello que no pueda reconocerlo, pero también me pregunté qué puede hacer algo entre mis pertenencias si yo no lo he puesto. Luego me percaté de que en el sobre había una nota que esta vez reconocí como propia que decía: “Encontrado en la cuneta”. Dentro existía un atadijo de manuscritos muy ajados que había debido perder alguien. Debían estar en mi posesión desde mucho antes de mi jubilación y en esa época seguramente los traje a casa con mis pertenencias.

De su lectura me pareció apreciar que el dueño legítimo gustaba en calificarse con el epíteto de “Jubilado maldito” o al menos así era el nombre que figuraba en varias de las hojas, por lo que en ausencia de otros datos ya era imposible encontrar a quien pertenecieran. Se me ocurrió entonces que puesto que aquel hallazgo fortuito ya no tenía propietario, ahora recaía en mí su propiedad, y bien pudiera servir para entretener a otros jubilados que ociosos siempre andan por bancos de parques y jardines con la mente inactiva. No obstante no se les negará a quienes hagan hueco en su agenda de ocupaciones.

La Providencia, quizá, hizo que en manos de este otro jubilado, que a partir de hoy me llamaré “Caminero jubilado”, recayera la difusa responsabilidad sobre el uso que se haga del legado. Algo amante de la literatura, he decidido por fin dar luz al hallazgo y que sean otros los que califiquen de acierto o desatino su difusión.

Se trata de una serie de obras en verso, de irregular calidad y temática dispar pero entretenidas y polémicas. Aunque soy responsable de su elección, no coincido totalmente con las opiniones o corrientes expresadas y ello no quiere decir que yo no pudiera haberlo escrito. Son tantos los momentos en mi vida en que he pensado de una forma y poco después de otra contraria que todo es posible y a modo de ensayo pueden admitirse infinitas opciones. De entre ellas he seleccionado algunas que podrás leer en este volumen que tienes en la mano.