TC en Pequeños animales
TC en piezas anatómicas

Bienvenido al Servicio de Tomografía Computarizada (TC) del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Córdoba.

Este servicio pone nuevamente, a disposición de los veterinarios que lo soliciten, un equipo helicoidal multicorte de última generación.

 

 

¿Qué es una TC?

Es una técnica avanzada de diagnóstico por la imagen, basada en la exploración con rayos X. A diferencia de la radiología convencional, donde solamente se pueden obtener imágenes en dos dimensiones, con la consiguiente superposición de diferentes estructuras corporales que dificultan en gran medida el diagnóstico, en la TC se pueden obtener múltiples secciones del cuerpo desde cualquier ángulo, lo que permite eliminar esta superposición. El cuerpo del paciente es atravesado en secciones finas (o tomos), por un haz de rayos X con forma de abanico. Los datos obtenidos son procesados en un ordenador (computarizados), que reconstruye imágenes bi o tridimensionales, a partir de los mismos.

Para la realización de una TC el animal se desplaza en una camilla a través de un dispositivo especial (gantry), que contiene en su interior un tubo de rayos X que gira a gran velocidad alrededor del cuerpo del paciente.

 

 

El nombre popular para la Tomografía Computarizada es el de TAC, acrónimo de Tomografía Axial Computarizada. Los TAC o escáneres iniciales, solamente podían dar cortes axiales del organismo (es decir perpendiculares al eje longitudinal del cuerpo). Hoy en día, los equipos permiten realizar no sólo cortes axiales, sino también, sagitales, dorsales y oblicuos, de ahí que el nombre de TAC no sea ya correcto.

 

 

Estos equipos también pueden obtener imágenes isotrópicas (es decir, de igual amplitud, altura y longitud) lo que permite reconstruir imágenes tridimensionales (3D) del cuerpo del animal; esto último es especialmente importante en el caso de fracturas complicadas como las que en ocasiones se producen en los huesos de la cabeza o de la cadera.

 

También existe la posibilidad de ocultar tejidos u órganos haciéndolos transparentes, permite visualizar parte del volumen, o incluso navegar por el interior de los mismos (endoscopia virtual), lo que supone una gran ayuda para el diagnóstico, planificación o simulación quirúrgica. A las imágenes obtenidas se les puede aplicar diversos métodos matemáticos de reconstrucción de la imagen (algoritmos) que permiten resaltar ciertos tejidos, sobre otros.

 

También pueden ser proyectadas en cortes de diversos grosores. Así por ejemplo, en el pulmón se pueden realizar solapamientos de varios cortes, (para destacar los vasos sanguíneos y diferenciarlo de pequeñas masas pulmonares, o agruparlas en cortes más finos para concentrar mayor atención en el parénquima pulmonar.

 

 

Por regla general se suele realizar un primer estudio sin contraste y posteriormente un segundo estudio con contraste, administrando un medio de contraste yodado, por vía intravenosa.

 

 

El medio de contraste nos permite evidenciar tejidos muy vascularizados (neoplasias, inflamaciones) donde se produce el denominado realce o captación del mismo.

¿Qué puede aportar al clínico un estudio de TC?

La tomografía computarizada helicoidal es un método de diagnóstico rutinario en medicina humana y cada vez más utilizado en medicina veterinaria, gracias a su rapidez, precisión y diversidad de usos diagnósticos, que permite no sólo ayudar en el diagnóstico y pronóstico de la enfermedad sino también ser utilizada como una herramienta en la planificación de las opciones terapéuticas del paciente.

En ocasiones los hallazgos en TC no son específicos de enfermedades concretas, pero sí son efectivos en demostrar el curso de procesos patológicos, y especialmente es útil para confirmar la localización y extensión de una lesión así como proporcionar la ubicación precisa para la toma de biopsias diagnósticas.