Hay alimentos artesanales que han viajado en el tiempo a través de recetas que han pasado de mano en mano, de boca en boca o como parte de la herencia familiar. En muchas ocasiones, estos productos se han convertido en la seña de identidad de pueblos y comarcas: pasean el nombre de su región por el mundo y atraen turistas que buscan probar el producto de la tierra. Sin embargo, en estos viajes de ida y vuelta de los productos tradicionales, es necesario llevar la seguridad alimentaria como pasaporte.