Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba en colaboración con la Universidad de Navarra logra sustituir recursos naturales por residuos de centrales termoeléctricas en la elaboración de hormigones de uso estructural y demuestra que tiene las mismas cualidades para la construcción.

La sobreexplotación de las canteras para obtener arenas y gravas para la fabricación de hormigón supone uno de los grandes desafíos ambientales del momento. Aunque lo parezcan, las piedras no son infinitas. Por eso, la comunidad científica busca desde hace años la manera de elaborar hormigón sin esquilmar la corteza terrestre. Y lo hacen enfocando el problema desde diferentes perspectivas. Es el caso de dos equipos de la Universidad de Córdoba que han trabajado juntos para conseguir un material igual de resistente y duradero, pero más sostenible. Lo han hecho químicos e ingenieros de la mano.

Publicado en Física y Química