ANATOMÍA APLICADA

PEQUEÑOS ANIMALES

Prof. José Luis Morales López

ANATOMÍA APLICADA
 

 

La Columna Vertebral
de pequeños animales
 

 

 

Alicia Prieto del Moral
 

 

 


Indice

·       Conformación y anatomía superficial

·       Articulaciones de la columna

·       Enfermedades de la columna vertebral

·       Abordajes al raquis

 

 

 

CONFORMACIÓN Y ANATOMÍA SUPERFICIAL

 

El perro tiene siete vértebras cervicales, trece torácicas, siete lumbares (en algunos casos seis) y tres sacras. En el gato es la misma formula vertebral pero los huesos suelen ser más delgados.

 

Los discos intervertebrales son relativamente más largos que la mayoría de las especies y representan una secta parte de la longitud total de la columna vertebral.

 

Los contornos de la columna no producen el perfil dorsal del animal de pie. La nuca convexa se continúa con un sector cervical relativamente recto. Un cambio de dirección pronunciado pero oculto en la vértebra de la unión cervicotorácica reorienta la columna en un trayecto ascendente en relación con el contorno de la espalda. Los segmentos torácicos y lumbares son bastante rectos, pero en la pelvis la columna se incurva en dirección ventral y se continúa con la cola.

 

La porción más flexible es el extremo caudal del segmento cervical y permite que el perro llegue con la boca casi a cualquier parte del tronco y miembros. La flexión ventral para bajar la cabeza al suelo se debe al movimiento de las articulaciones torácicas craneales y las vértebras cervicales se alinean. Se requiere considerable movilidad en las articulaciones torácicas caudales y lumbares para realizar la alternancia de flexión y extensión sagital de la espalda en el galope. La flexión lateral de las articulaciones de los segmentos torácicos y lumbares es asombrosamente libre y permite que los perros se arrollen para dormir, siendo la columna del gato aun más flexible. 

 

 

ARTICULACIONES DE LA COLUMNA

 

La mayoría de las vértebras están unidas por los discos intervertebrales, pares de articulaciones sinoviales y ligamentos cortos y largos.

 

Los discos aparecen como brechas radiolúcidas entre los cuerpos vertebrales. Cada disco consta de un nucleo pulposo y un anillo fibroso. El nucleo ocupa una posición un tanto excéntrica. En el animal joven es un tejido semilíquido derivado de la notocorda embrionaria. Se halla a presión y escapa si se le da la oportunudad de hacerlo. El anillo fibroso consiste en haces circundantes  de tejido fibroso. La retención del nucleo dentro del anillo fibroso sirve para absorber los golpes y para distribuir con mayor amplitud en las vértebras las fuerzas compresivas a las que está sometida la columna.

 

Los ligamentos adyacentes al disco son el ligamento longitudinal dorsal que camina por el suelo del canal vertebral y el ligamento longitudinal ventral, por la cara ventral de las vértebras. Además de los ligamentos intercapitales de la región torácica.

 

Los plexos venosos están formados por venas bilaterales que caminan por el suelo del canal vertebral. La hemorragia de estos plexos durante la cirugía  es el principal problema técnico en la descompresión medular toracolumbar dorsolateral y cervical ventral.

 

Los discos suelen degenerar con el envejecimiento, el tejido fibroso  sustituye poco a poco el material gelatinoso del núcleo y las laminillas fibrosas que forman el anillo empiezan a separarse y disgregarse. El nucleo pierde su elasticidad mientras que el anillo se debilita y esto puede causar protrusión discal (dentro del canal vertebral  comprimiendo a la médula espinal) por estiramiento o por rotura del anillo. Uno de los factores que lo favorecen es la degadez del segmento dorsal del anillo. Las razas condrodisplásicas como la Dachshund y pekinesa, en las que el proceso degenerativo está acentuado, son muy propensas a estos infortunios.

 

Aunque las alteraciones degenerativas pueden afectar a cualquier disco, los efectos son más severos normalmente en las regiones más móviles (cervical y toracolumbar). La mayoría de los discos torácicos son cruzados en su parte dorsal por los ligamentos intercapitales que unen las cabezas de las costillas derecha e izquierda, mitigando los efectos de las roturas discales.

 

 

ENFERMEDADES DE LA COLUMNA VERTEBRAL

 

Entre las patologías más frecuentes que afectan a la columna, podemos hablar de las siguientes:                                                                                                                                                     

·        Fracturas y luxaciones que pueden acarrear desde consecuencias leves y de rápida recuperación hasta alteraciones neurológicas fatales o permanentes.

·        Malformación y malarticulación cervical (MMC)  es un síndrome frecuente en ciertas razas como el gran danés, pinscher doberman, basset, husky siberiano, etc., caracterizada por una tetraparesia ascendente y progresiva y ataxia de las extremidades anteriores.

·        Discopondilitis es una enfermedad muy frecuente en perros, causada por distintos tipos de microorganismos, principalmente por Staphylococcus aureus. Los signos clínicos más relevantes son hiperplasia medular, debilidad, marcha rígida y paresia caudal al disco afectado.

·        Degeneración discal es el síndrome neurológico más común en los animales. Las razas más susceptibles son las condrodistróficas (dashchund, pekinés y beagle) en edades comprendidas entre los ocho meses y los dos años. La degeneración condroide se caracteriza por un aumento en el contenido de colágeno en el nucleo y una disminución de glucosaminoglucano, degeneración del anillo y pérdida de agua en el disco. El disco se hace más cartilaginoso y su nucleo granuloso. Esta alteración predispone a la rotura masiva de todos los discos intervertebrales (protrusiones tipo I de Hansen). Existe un segundo tipo de degeneración no masiva (degeneración Hansen tipoII) que aparece en razas no condrodistróficas consecuencia de un proceso senil  hacia los ocho o diez años. Los discos mantienen una consistencia similar al gel por el alto contenido en agua en el nucleo pulposo y su escasa mineralización. Se produce una degeneración de las bandas anulares y un abultamiento del anillo dorsal que a modo de masa fibrosa invade las estructuras nerviosas.

El tratamiento quirurgico de la hernia discal dependerá de la situación y gravedad del proceso, pudiendose solucionar mediante la fenestración del disco o su descompresión.

 

 

ABORDAJES AL RAQUIS

 

ABORDAJES REALIZADOS EN PRÁCTICAS

 

·        Abordaje ventral a las vértebras cervicales

 

Indicaciones:

Descompresión por incisión ventral

Fenestración discal

 

Descripción:

A)Perro en decúbito dorsal, patas hacia atrás a lo largo del cuerpo. Se coloca una bolsa de arena debajo del cuello para extenderlo.

 

B)Incidimos en la linea media ventral, desde la laringe hasta el externón. Seccionamos piel y músculo esfinter superficial del cuello.

 

 

C) Se profundiza la incisión hasta los músculos pares esternomastoideo y esternohioideo.

 

 

Se separan en la línea media hasta exponer la traquea.

 

D) Continuamos la disección por el lado derecho de la traquea, lo que expone la vaina carotídea. Conviene no lesionar el nervio laríngeo recurrente ni la vaina carotídea (tronco vago-simpático, v. yugular interna y arteria carótida común).

 

 

 

E) Separamos la traquea hacia la izquierda para proteger al esófago y dejar al descubierto al músculo largo del cuello.

 

 

F) Localizamos los espacios discales caudales a las apófisis ventrales de las vértebras en la línea media. La separación longitudinal y la disección penetrante del músculo largo del cuello deja al descubierto el espacio discal para la fenestración.

La disección más penetrante del músculo largo del cuello proporciona la exposición necesaria para una descompresión por incisión ventral.

 

G) Al cerrar, se sutura el músculo largo del cuello si se ha elevado de forma excesiva de las vértebras. Se suturan los músculos esternomastoideo y esternohioideo a lo largo de la línea media con un patrón de sutura simple continua. El tejido subcutaneo y la piel se suturan de forma rutinaria.

 

 

 

·        Abordaje dorsal mediano a las vértebras toracolumbares

 

Indicaciones:

Laminectomía  o hemilaminectomía dorsal

Fenestración de los discos toracolumbares

Reducción de fracturas y luxaciones toracolumbares

 

 

 

 

Descripción:

A) Se realiza una incisión cutanea inediatamente lateral a la linea media dorsal y se extiende tres vértebras craneales y caudales a las vértebras que se dejan al descubierto.

Se incide el tejido subcutaneo y se retrae la fascia muscular lumbar lateralmente junto a la piel

 

 

B) Cortamos el ligamento supraspinoso que camina sobre las apófisis espinosas dorsales. La retracción lateral de la fascia lumbar deja al descubierto los músculos largo lumbar y el multífido caudalmente y los músculos espinoso y semiespinoso cranealmente.

 

 

 

C) Mediante un elevador perióstico se elevan los músculos multífidos y los rotadores largos de las apófisis espinosas y los arcos vertebrales de las vértebras afectadas más una vértebra craneal y otra caudal.

 

 

D) Se continua la elevación muscular en la cara lateral y un poco ventral a las apófisis articulares. Esto permite la exposición suficiente para realizar la laminectomía dorsal.

 

E) La exposición para la fenestración y la hemilaminectomía requiere más elevación ventral d los músculos.

 

Tener cuidado con proteger la rama dorsal del nervio espinal que sale del agujero intervertebral, craneal y ventralmente a la inserción de los músculos largo lumbar y el dorsal largo en las apófisis accesorias de las vértebras.

 

F) Se separa un pequeño vaso sanguíneo en cada apófisis    articular. La disección será unilateral en la fenestración y la hemilaminectomía y bilateral en la laminectomía dorsal.

 

 

G) La incisión quirúrgica se cierra en tres capas:

·        La fascia externa profunda del tronco se cierra en una hilera de puntos simples interrumpidos de material absorbible

·        El tejido subcutaneo y la piel se suturan por separado

 

 

OTROS POSIBLES ABORDAJES

 

·        Abordaje dorsal a las vértebras C1 y C2

 

Indicaciones:

Luxaciones atlantoaxiales

Fracturas de la primera y la segunda vértebra cervical

Hemilaminectomía de las vértebras C1 y C2

 

Descripción:

A) Con el animal en decúbito esternal, se incide en la línea media dorsal desde la protuberancia occipital externa hasta la apófisis de la cuarta vértebra cervical.

 

B) Se profundiza la incisión hasta la fascia muscular y se continúa hasta separar lateralmente los músculos cervicoescutular, cerviciauricular y platysma de ambos lados.

 

C) Se separan los músculos digástrico del cuello y músculo recto de la cabeza. Al separar los vientres de ambos músculos se llega al arco dorsal de la vértebra C1 y a la apófisis espinosa dorsal de la vértebra C2.

 

D) Hay que evitar la disección de la arteria vertebral que transita ventrolateralmente a las apófisis articulares C1 y C2. La médula espinal se deja al descubierto trs la disección del ligamento arqueado entre la C1 y la C2.

 

E) El cierre de los músculos es por puntos simples interrumpidos en la línea media. El subcutáneo y la piel se cierran de forma rutinaria.

 

·        Abordaje dorsal a las vértebras cervicales medias (C2-C5)

 

Indicaciones:

Fracturas y luxaciones de las vértebras C2-C5

Laminectomía y hemilaminectomía de las vértebras C2-C5

 

Descripción:

A) Se coloca el animal en decúbito esternal con una almohadilla bajo el cuello. Se incide en la línea media dorsal desde la base del cráneo hasta la primera vértebra torácica.

 

B) Se incide el tejido subcutáneo y rafe fibroso medio hasta el ligamento nucal.

 

C) Lateralizamos los músculos cutaneo del cuello, cleidocervical y trapecio e incidimos a un lado del ligamento nucal.

 

D) Hay que evitar seccionar las ramas de las arterias vertebrales próximas a las apófisis articulares.

 

E) El cierre se inicia por la fascia de los músculos profundos, para continuar por el rafe fibroso medio y tejido subcutaneo. La piel se cierra de forma rutinaria.

 

·        Abordaje dorsal a las vértebras cervicales caudales (C5-T3)

 

Indicaciones:

Laminectomía y hemilaminectomía desde la C5 a la T3

Reducción de fracturas o luxaciones desde la C5 a la T3

 

Descripción:

A) Colocamos el animal en decúbito esternal con las extremidades pegadas al cuerpo o cruzadas para la abducción de las escápulas.

 

B) Se incide en la línea media dorsal desde la zona cervical media hasta la vértebra T4. Alcanzamos el rafe tendinoso de las aponeurosis de los músculos trapecio y romboideo y se incide lateralmente a la línea media.

 

C)  Continuamos la incisión entre los músculos esplenio y serrato dorsal y se retraen lateralmente.

 

D) Mediante disección penetrante se elevan se elevan los músculos semiespinoso, largo y multífidos del cuello de las apófisis espinosas y de las láminas de las vértebras.

 

E) Evitar lesionar la arteria cervical profunda que camina a lo largo del músculo semiespinoso.

 

F) Los músculos se suturan al rafe tendinoso o al ligamento nucal. El tejido subcutaneo y la piel se cierran de forma rutinaria.

 

 

·        Abordaje dorsal al sacro

 

Indicaciones:

Laminectomía dorsal para el síndrome d la cola d caballo, rotura d los discos y tumores de la médula espinal

Fracturas y luxaciones del sacro y la séptima vértebra lumbar

 

Descripción:

A) Colocamos al animal en decúbito esternal.

 

B) Se realiza una incisión cutánea en la línea media dorsal desde la séptima vértebra lumbar hasta la primera sacra. Se continúa por la fascia muscular y se retrae junto a la piel.

 

C) Incidimos en la fascia profunda, entre los sacrococcígeos dorsales mediales y se continúa hacia las apófisis espinosas del sacro.

 

D) Con un elevador perióstico se relajan los músculos dorsales y las vértebras y se separan los músculos lateralmente.

 

E) Se cierra mediante sutura de la fascia del sacrococcígeo dorsal medial con puntos simples. El tejido subcutaneo y piel se cierran de forma rutinaria.