ANATOMÍA APLICADA

PEQUEÑOS ANIMALES

Prof. José Luis Morales López

 

ANATOMÍA APLICADA DE LA DISPLASIA DE CADERA

 

José Macías Granados

Manuel Norte Vázquez

Rocío Pérez Palma

Elísabeth Pernía Fernández

Marta Salado Rodríguez

4º Veterinaria

Enero 2002

 

      Historia de la displasia de cadera

        Durante el último medio siglo, pocas cosas en medicina veterinaria han sido más desafiantes que la displasia de cadera canina. El Dr. Schnelle descubrió en los años 30 que la mayoría de los perros grandes, en especial el Pastor alsaciano, tenían articulaciones coxofemorales defectuosas. Cuando el Dr. Schnelle comenzó a tomar radiografías pélvicas de éstos y de otros perros grandes, encontró que más de la mitad de los ejemplares presentaba cambios articulares coxofemorales que se designaron como Displasia de Cadera. Al poco tiempo de descubrir la displasia de cadera en razas grandes, se comunicó que también enfermaban las razas toy. No obstante, en los perros pequeños afectaba a una sola cadera y las alteraciones se iniciaban en la cabeza femoral, mientras que en la displasia afectaban al acetábulo. Hoy día, la patología de las razas pequeñas es denominada “Necrosis isquémica de la cabeza femoral”.

        En 1.959, el “National Institute of Health” (N.I.H.) auspició una conferencia sobre patología comparativa de artritis y reumatismo, en la que el Dr. Lent C. Johnson postuló que la causa subyacente era la inestabilidad coxofemoral. Sugirió que el síndrome era una enfermedad biomecánica que representaba una disparidad entre la masa muscular primaria y un crecimiento esquelético demasiado veloz. Propuso que el retraso o fracaso del músculo para desarrollar y alcanzar la madurez funcional al mismo ritmo que el esqueleto posibilitaba que una articulación mayor como la cadera, que depende del poder muscular y del refuerzo de tejido conectivo para la estabilidad, fuese traccionada. La ausencia de soporte permite la subluxación de la cabeza femoral y acetábulo disparando una serie de eventos que concluyen en la displasia de cadera y enfermedad articular degenerativa. Estas hipótesis fueron probadas y los resultados sustanciaron el supuesto.

 

Introducción

        La displasia de cadera es un trastorno del desarrollo postnatal caracterizado por la apariencia de un grado variable de laxitud de las articulaciones coxo-femorales. Determinado tardía o precozmente, es una malformación congénita por una mala relación entre la cabeza del fémur y el acetábulo de la cadera, debido a que la concavidad del fémur se encuentra aplanada, por lo tanto la falta de concavidad es la que produce la displasia, que en ocasiones acaba por producir una osteocondritis.

        En esta enfermedad juegan un papel importante tres estructuras:

                1.Fémur: la cabeza pierde su forma normal y se hace irregular. Puede llegar a luxarse o subluxarse. El cuello puede acortarse.

                2.Cadera: el acetábulo pierde su congruencia con la cabeza femoral (en condiciones normales abraza completamente la cabeza). la articulación coxofemoral se hace irregular y presenta signos de artritis.

                3.Ligamento redondo: une la cabeza con el acetábulo. Puede deshilacharse incluso romperse, facilitando así las luxaciones.

 

Presentación

Es una enfermedad que afecta generalmente a perros de razas grandes  (Pastor alemán, Boxer, Rottweiller, san Bernardo...). aunque también puede darse en animales de pequeña talla, suele ser menos frecuente y la mayoría de los casos son asintomáticos. Aunque parezca extraño, la raza con mayor índice de displasia (hasta el 40%) es el Gos D’atura.

        La enfermedad suele presentarse con mayor frecuencia a los 3 o 4 meses de edad; sin embargo hay casos en los que la presentación es posterior. Puede ser uni o bilateral (esto último más frecuente).

        La enfermedad puede presentar cuatro grados:

                Primer grado: la cabeza femoral no se adapta con exactitud  a la cavidad cotiloidea. La movilidad es mayor de lo normal. El ligamento redondo y la capsula articular están inalteradas.

                Segundo grado: el acetábulo es más plano. Comienza a formarse el espolón en la parte dorso-lateral de la bóveda  de la cavidad cotiloidea. El cartílago articular y el ligamento redondo se reblandecen y pueden deshilacharse.

                Tercer grado: el acetábulo se asemeja a un plato. Existe subluxación del fémur, evidente formación del espolón en la bóveda del acetábulo, alteración relativa de la cabeza femoral y desprendimiento parcial del cartílago. La cabeza del fémur adquiere forma triangular y presenta un tamaño menor al normal.

 

                Cuarto grado: existe aplanamiento del acetábulo y un gran engrosamiento de la cápsula articular que presenta sinovitis  vellosa crónica. Además hay luxación o subluxación del fémur y un desgaste considerable del cartílago articular.

 

Etiología

        Entre los numerosos factores etiológicos atribuidos a la displasia de cadera: Una mala crianza del cachorro y los hereditario entre otros. La transmisión de la displasia de cadera es de carácter dominante, multifactorial y poligénica y se determina por varios genes y la influencia de diversas modificaciones ambientales. La transmisión hereditaria de la displasia de cadera es debida en un 60% a factores genéticos y un 40% a factores ambientales.

 Cabe destacar entre los factores ambientales:

*alimentación deficitaria de baja calidad

*enfermedades (parvovirus, moquillo,etc...)

*falta de movimiento

*trabajo corporal excesivo

*alimentación excesivamente rica en proteínas y energía.

          *las alteraciones hormonales.

En cuanto a la herencia de esta enfermedad podiamos concretar ciertos aspectos: La Displasia de Cadera, no es pues, una enfermedad congénita simple, sino que se presenta como un fenómeno poligenético complejo y polifactorial, influenciado por los diversos factores ambientales, consecuentemente y debido a estos fenómenos, la enfermedad no se transmite como tal enfermedad, sino que lo que transmiten los progenitores es la predisposición genética a manifestar dicha enfermedad. Simplificando el problema para su mejor entendimiento, denominaremos: herencia de predisposición, a la predisposición genética a transmitir la enfermedad y herencia de transmisión, cuando la enfermedad es recibida únicamente de los progenitores. Investigaciones realizas sobre este tema, demuestran que: todos los cachorros nacen sin displasia, confirmándose, que no se trata de una Herencia de Transmisión, sino que es, una Herencia de Predisposición, ya que la displasia de cadera no aparece en el nacimiento del cachorro, sino que se desarrolla a medida que el cachorro va creciendo, por esto, no es posible eliminarla totalmente partiendo solo de programas de selección y control de los progenitores. He aquí la gran importancia de controlar y vigilar el perfecto crecimiento de los cachorros , sobre todo en aquellas razas caninas, donde la osificación del núcleo de la cabeza del fémur es tardía, tal como ocurre en el Pastor Alemán. En las primeras 8/10 semanas de crecimiento de los cachorros, es el periodo más delicado debido a las diferentes fases de desarrollo de los músculos y hueso, con la dificultad de mantener la cabeza del fémur dentro de su cavidad. El desarrollo y fortalecimiento del ligamento redondo, es de gran importancia en las primeras 14/18 semanas de vida del cachorro, ya que es el encargado de mantener al cabeza del fémur dentro de la cavidad hasta que la formación ósea  y muscular se va consolidando.

        Bajo un punto de vista puramente teórico, la displasia de cadera  podría prevenirse si pudiésemos conseguir que la articulación de la cadera se mantuviese bien posicionada, hasta que la osificación del Acetábulo y los tejidos del entorno estén lo suficientemente fuertes para evitar la subluxación de la cabeza del fémur.

 

        Síntomas

        Son muy variables en función del grado de presentación. Muchos animales pueden no presentar síntomas durante años, principalmente si la enfermedad no pasa degrado uno.

        El factor ambiental es fundamental para determinar que la enfermedad sea o no sintómatica: influye mucho la alimentación, el esfuerzo corporal y el uso que se le haga del perro.

        Los animales con displasia apoyan únicamente las puntas de los dedos durante la estación. La extremidad está acortada. Tras un ejercicio intenso, e animal se levanta con gran dificultad, le cuesta dar los primeros pasos e incluso llegan a arrastrar la extremidad enferma.

        En casos avanzados o de alto grado, se produce asimetría de la pelvis con prominencia del trocánter mayor del fémur y atrofia muscular de la región.

        El movimiento pasivo de la articulación afectada rara vez causa dolor y ,salvo que exista luxación o subluxación, no suelen existir ruidos de

crepitación.

        El cuadro típico comprende una claudicación que suele ser peor durante la mañana. Al cojera se agrava los días fríos, húmedos y lluviosos, y después de un ejercicio forzado pueden exacerbarse los signos. Muchos de setos perros se sientan y evitan los movimientos, incluso durante un paseo tranquilo con el propietario. Muchos dudan subir escaleras o se niegan a saltar peldaños, gran número de setos ejemplares no bajan escaleras o muestran pocos deseos de hacerlo y muchos tienden a dormir sobre pisos de cemento frío, en lo posible.

 

          Lesiones

        Macroscópicamente se muestra una hipertrofia de la capsula articular y alargamientos de aspecto rugoso del ligamento redondo y del cartílago articular del acetábulo, una exostosis del borde del acetábulo y luxación o subluxación de la cabeza femoral.

        El microscopio revela también erosión del cartílago articular, fibrosis de los tejidos circundantes y atrofia de la musculatura de la extremidad.

 

        Huesos del cinturón del miembro pelviano

        El esqueleto del cinturón del miembro pelviano queda integrado por tres piezas óseas –ilion, isquion y pubis- que forman un solo bloque esquelético: el hueso Coxal. Los huesos coxales de ambos lados se unen en la línea media ventral, en tanto que dorsalmente no contactan entre sí, sino que se articulan con el hueso sacro para formar, con este hueso y con los ligamentos que los unen, la Pelvis.

        El acetábulo está formado por los cuerpos de los huesos ilion, isquion y pubis. Es una gran cavidad articular para la cabeza del fémur. Está marginado por un borde del acetábulo. En su interior encontramos una cara semilunar propiamente articular y, en profundidad, la fosa del acetábulo, rugosa, en la que se fija el ligamento de la cabeza del fémur o ligamento redondo. Ventralmente está limitado por la escotadura del acetábulo.

        La osificación de los coxales tiene lugar a partir de dos núcleos de osificación para el ilion (uno para la cresta iliaca y otro para el resto), dos para el isquion (uno para la tuberosidad isquiática y otro para el resto), uno para el pubis y un pequeño núcleo acetabular. La edad de fusión de estos núcleos es de 4-7 meses para el núcleo acetabular, 12-24 meses para el núcleo de la cresta iliaca, 8-10 meses para el núcleo de la tuberosidad isquiática, 6-12 meses para el arco isquiático y 2-5 años para la sínfisis púbica caudal.

        El hueso fémur es el hueso más sólido del esqueleto. En la epífisis proximal diferenciamos la cabeza del fémur, medialmente excavada en la fóvea de la cabeza, que recibe al ligamento de la cabeza del fémur. La cabeza del fémur queda separada del resto del hueso por el cuello del fémur. Lateralmente destaca el trocánter mayor, excavado caudalmente por la fosa trocantérica; medialmente destaca el trocánter menor, unido al trocánter mayor por la cresta intertrocantérica (caudalmente) y a la cabeza del fémur por la línea intertrocantérica (cranealmente). Distalmente el hueso se continúa con la diáfisis y la epífisis distal.

 

        Articulación coxofemoral

        Es una articulación sinovial esferoidal que se establece entre la cabeza del fémur y el acetábulo del hueso coxal. Al ser la cabeza del fémur más grande que la cavidad acetabular, se desarrolla un labro acetabular, o rodete fibroso, que se inserta en el reborde óseo del acetábulo y que amplía la cavidad acetabular. Como nexos de unión destacamos:

Ligamento transverso del acetábulo: es la continuación del labro acetabular a nivel de la escotadura acetabular (porciones ventrales del acetábulo).

Ligamento de la cabeza del fémur o ligamento redondo: se extiende desde la fosa del acetábulo hasta la fóvea de la cabeza del fémur.

Cápsula articular: laxa pero resistente.

 

        Riego-aporte vascular

        El aporte vascular de la articulación de la cadera del perro es muy amplio y anastomótico. De mayor a menor importancia, este suministro comprende las arterias femoral circunfleja lateral, femoral circunfleja medial, glútea caudal, glútea craneal e iliolumbar.

        La arteria femoral circunfleja lateral se origina en la arteria femoral. Entra en contacto con la articulación de la cadera desde su cara craneoventral y se ramifica en forma de arterias capsulares en las caras dorsal y craneal de la articulación de la cadera.

        La arteria femoral circunfleja medial se origina de la arteria femoral profunda. Toma contacto con la articulación de la cadera en su cara ventral y se ramifica en arterias capsulares que nutren principalmente las caras caudal y ventral de la articulación de la cadera. Estas arterias capsulares se anastomosan con ramas menores de la arteria glútea caudal en la porción caudodorsal para formar un anillo arterial alrededor del cuello femoral. Este anillo permite la anastomosis entre los vasos anteriormente mencionados. El anillo arterial da origen a las arterias epifisarias superior (dorsal) e inferior (ventral) que entran en la cabeza femoral en el borde del cartílago articular y se anastomosan en el centro de la cabeza femoral. De forma similar, el anillo arterial desprende las arterias metafisarias superior, inferior y anterior, que entran en el cuello femoral y se anastomosan con las ramas terminales de la arteria nutricia de la diáfisis femoral. Se han observado vasos en el ligamento de la cabeza del fémur. El lado acetabular de la articulación de la cadera recibe su riego sanguíneo de las arterias iliolumbar (que desprende la arteria nutricia del ilion), glútea craneal y glútea caudal. La arteria glútea craneal nutre las caras craneodorsales del acetábulo y se anastomosa con la arteria femoral circunfleja lateral. La arteria glútea caudal nutre al acetábulo caudodorsalmente y continúa para completar el anillo arterial alrededor del cuello femoral.

 

        Estructuras nerviosas

        El plexo lumbosacro es el lugar en el que nacen los nervios del miembro pelviano, salvo excepciones menores para ciertas áreas cutáneas proximales. Suele comenzar en la rama ventral del cuarto nervio lumbar y termina con la del segundo nervio sacro (L4 – S2).

        El nervio femoral (L4 – L6), nace en la parte craneal del plexo y discurre a través de los músculos psoas para llegar a la brecha comprendida entre el ángulo dorsocaudal del flanco y el músculo iliopsoas. Lo acompañan la arteria y vena iliaca externa, y al entrar en el muslo transcurre en una posición protegida entre el músculo sartorio y el pectíneo. Pronto emite el nervio safeno y tras un recorrido adicional muy breve se divide entre el recto femoral y el vasto medial para agotarse dentro de la masa del cuadriceps.

        El nervio safeno emite una rama para el músculo sartorio antes de continuar para inervar la piel de la cara medial del miembro desde la rodilla hasta el metatarso.

        El nervio obturador (L4 – L6), sigue la cara medial del cuerpo del ilion para llegar al agujero obturado, al que atraviesa para llegar a los músculos aductores del muslo (grácil, pectíneo, aductor y obturador externo). La relación que tiene con el hueso es peligrosa, en potencia, porque el nervio puede ser lacerado en las fracturas y comprimido durante el parto.

        Las ramas remanentes del plexo se originan en un tronco lumbosacro común que está formado en gran medida por el último nervio lumbar y los dos primeros sacros, con una contribución más pequeña del penúltimo nervio lumbar. El tronco sale de la pelvis por el agujero ciático mayor y casi inmediatamente emite tres ramas:

Nervio glúteo craneal: es corto e inerva al músculo tensor de la fascia lata y a los músculos glúteos medio y profundo.

Nervio glúteo caudal: inerva al músculo glúteo superficial y a las cabezas vertebrales de origen de los músculos bíceps femoral, semitendinoso y semimembranoso (músculos extensores de la cadera).

Nervio ciático: es la continuación distal del tronco lumbosacro y transcurre entre los músculos glúteos medio y profundo antes de virar en dirección caudal a nivel de la articulación de la cadera, donde está protegido por el trocánter mayor del fémur. Luego transita entre el bíceps femoral lateralmente y el semitendinoso medialmente, antes de dividirse en sus ramas terminales (nervios tibial y peroneo común). En la parte proximal emite ramas para los músculos obturador interno, gemelos y cuadrado femoral.

        Musculatura del cinturón pelviano

      MUSCULATURA SUBLUMBAR:

Músc. Psoas menor: alargado y penniforme, se origina en las superficies ventrolaterales de las últimas vértebras torácicas y vértebras lumbares. Se inserta mediante un largo tendón en el tubérculo del músc. Psoas menor, salvo en el perro, que lo hace en la línea arqueada. Está inervado por los ramos ventrales de los nervios lumbares.

Músc. Iliopsoas: consta de dos porciones:

Músc. Psoas mayor: se origina en los extremos ventrales de las últimas costillas y caras ventrales de las apófisis costales. Su tendón de inserción se une a la otra porción del músculo para insertarse conjuntamente.

Músc. Iliaco: se origina en la cara iliaca del ilion. El tendón común se inserta en el trocánter mayor del fémur. Está inervado por el nervio femoral y por los ramos ventrales de los nervios lumbares.

Músc. Cuadrado de los lomos: se origina lateralmente al músc. Psoas mayor, y se inserta en la cresta iliaca y alas del sacro. Está inervado por los ramos ventrales de los nervios lumbares.

 

        MÚSCULOS DE LA REGIÓN GLÚTEA:

Músc. Gemelos: son dos pequeñas bandas carnosas que se originan en el borde lateral del isquion (cerca de la escotadura ciática menor) y se insertan en la fosa trocantérica. Están inervados por el nervio ciático.

Músc. Obturador interno: se origina en el suelo de la pelvis, cara pelviana del ilion y alas del sacro, resbala por la escotadura ciática menor y se inserta en la fosa trocantérica. Está inervado por el nervio ciático.

Músc. Glúteo profundo: se origina en la base de la espina ciática y cuerpo del ilion, insertándose en las porciones craneales del trocánter mayor. Está inervado por el nervio glúteo craneal.

Músc. Glúteo medio: se origina en la cara glútea del ilion y se inserta en el trocánter mayor. Está inervado por el nervio glúteo craneal.

Músc. Piriforme: cubierto por el músculo glúteo medio, se origina en el sacro y ligamento sacrotuberoso, y se inserta en el trocánter mayor. Está inervado por el nervio glúteo caudal.

Músc. Glúteo superficial: es pequeño en el perro. Se origina en el sacro y primeras vértebras caudales, insertándose en la tuberosidad glútea del extremo proximal del labio lateral del fémur. Está inervado por el nervio glúteo caudal.

 

        MUSCULATURA DEL MUSLO

      REGIÓN CAUDOLATERAL:

 

Músc. Cuadrado del muslo: se origina en la cara ventral del isquion, algo por delante de la tuberosidad isquiática, y se inserta en la cara áspera del fémur (cara caudal, proximalmente). Está inervado por el nervio ciático.

Músc. Semimembranoso: se origina en la cara ventral de la tuberosidad isquiática y se inserta en la cara medial del extremo distal del fémur y proximal de la tibia. Está dividido longitudinalmente. Está inervado por el nervio tibial.

Músc. Semitendinoso: desciende lateralmente al anterior desde el mismo origen y se inserta en el tercio proximal de la tibia y en el tendón calcáneo común. Está inervado por el nervio tibial.

Músc. Bíceps del muslo: se origina en la tuberosidad isquiática y en el ligamento sacrotuberoso, y se inserta en la cara lateral de la rodilla, en la fascia lata, en la fascia de la pierna y en el tendón calcáneo común. Está inervado por el nervio glúteo caudal en sus territorios proximales y por el nervio ciático en sus porciones distales.

Músc. Abductor caudal de la pierna: se origina en el ligamento sacrotuberoso y discurre por la cara medial del bíceps, insertándose en la fascia crural, caudalmente al bíceps. Está inervado por los nervios ciático y peroneo común.

 

        REGIÓN CRANEOMEDIAL:

Músc. Obturador externo: se origina en la cara ventral del coxal (ramas sinfisarias del isquion y pubis y reborde del agujero obturado), contornea la articulación de la cadera por su cara caudal y se inserta en la fosa trocantérica. Está inervado por el nervio obturador.

Músc. Pectíneo: se origina en la eminencia iliopúbica y pecten del pubis y se inserta en el labio medial de la cara caudal del fémur. Está inervado por el nervio obturador.

Músc. Aductor: se origina en la cara ventral del pubis, isquion y tendón sinfisario, insertándose en la cara áspera y todo a lo largo del labio medial del fémur. Está inervado por el nervio obturador.

Músc. Gracilis: cubre al músc. Aductor por la cara medial. Se origina en el tendón prepúbico y sinfisial, insertándose mediante una aponeurosis en la fascia de la pierna de la cara medial del tercio proximal de la pierna. Está inervado por el nervio obturador.

Músc. Articular de la cadera: se origina en las porciones craneales del acetábulo, abraza cranealmente la articulación y se inserta en las porciones craneales del fémur, cerca del cuello del fémur, aunque algunas fibras lo hacen en la cápsula articular, tirando de ella durante la flexión para impedir que sea pellizcada en el proceso. Está inervado por el nervio femoral.

Músc. Tensor de la fascia lata: se origina en la tuberosidad coxal y se inserta aponeuróticamente en la fascia lata, que envuelve a los músculos craneales del muslo. Está inervado por el nervio glúteo craneal.

Músc. Sartorio: se origina en la tuberosidad coxal y espina alar para insertarse en la cara medial de la porción proximal de la tibia y fascia de la pierna. Está inervado por el nervio femoral.

 

      Anatomía funcional de la articulación coxofemoral

        La articulación de la cadera es una articulación esférica que permite un amplio límite de movimientos, en especial de flexión y extensión. Está rodeada por una cápsula que se extiende desde el acetábulo hasta el cuello femoral. La cápsula articular de la cadera no tiene ligamentos definidos. La cápsula y el ligamento de la cabeza del fémur añaden estabilidad a la articulación de la cadera.

        Muchos músculos actúan en y sobre la articulación de la cadera para efectuar las funciones de flexión, extensión, abducción, aducción y rotaciones interna y externa.

        Los músculos extensores de la cadera son los más numerosos, los que están mejor desarrollados y los más esenciales para la deambulación y el apoyo del peso. Estos músculos incluyen el grupo muscular glúteo (glúteo superficial, glúteo medio y glúteo profundo) y el grupo de los músculos del muslo (bíceps crural, semitendinoso, semimembranoso, recto interno y aductor). Los músculos recto interno y aductor, junto con el músculo pectíneo, actúan además en la articulación de la cadera para la aducción del fémur. El grupo muscular glúteo, además de extender la articulación de la cadera, gira su articulación en dirección interna y abduce el fémur.

        La rotación externa de la cadera se realiza mediante los músculos obturador interno, gemelos, obturador externo, cuadrado crural e iliopsoas. El músculo cuadrado crural se inserta en la cara caudal del fémur, mientras que el obturador interno, obturador externo y los gemelos se insertan en la fosa trocantérica. El músculo iliopsoas se origina en las vértebras lumbares ventrales y en el ilion, y se inserta en el trocánter mayor. Además de la rotación interna de la cadera, el iliopsoas también la flexiona.

        Otros músculos flexores de la articulación de la cadera son el músculo sartorio y el tensor de la fascia lata. El músculo coxal capsular menor es flexor y rotador interno.

 

        Biomecánica

        De forma biomecánica, el fémur confluye con la pelvis de forma que permite una máxima estabilidad y campo de movimientos. El acetábulo es un hueco profundo que cubre la cabeza femoral. El recubrimiento de la cabeza femoral se puede valorar de forma subjetiva en la radiografía ventrodorsal y mediante la medición del ángulo acetabular de Wiberg (ángulo de Norberg-Olsson) o el índice acetabular de Rodees-Jenny. El ángulo de Wiberg, formado por el centro de la cabeza femoral, el labio externo del acetábulo y una línea perpendicular al eje longitudinal del cuerpo, tiene que sobrepasar los 105°.

        El acetábulo ha de tener un techo craneodorsal que es perpendicular a una fuerza femoral hacia arriba. Si el techo acetabular inclina la cabeza femoral, ésta se luxa con más facilidad. Se deben generar fuerzas adicionales mediante el grupo muscular abductor en la cápsula articular para mantener la cabeza femoral en el acetábulo. La carga total de la articulación de la cadera aumenta con la inclinación del techo acetabular. El engrosamiento del hueso acetabular subcondral se denomina caja acetabular. La caja acetabular está más engrosada en la cara craneodorsal del acetábulo e indica la zona de mayor tensión intraarticular. El hecho de que la mayor tensión intraarticular sea craneodorsal y no dorsal es importante para el conocimiento de la biomecánica de la articulación de la cadera. Además, el acetábulo normal tiene una inclinación posterior o retroversión de 5-10°.

        El fémur tiene además una configuración biomecánica importante. El ángulo diáfisis-cuello femoral tiene dos componentes. El ángulo de inclinación es el que se observa en el plano frontal (dorsal), siendo en condiciones normales de 146°. Se relaciona con la técnica de medición, la posición y el ángulo de anteversión, pero no se relaciona con la edad, sexo o raza. El ángulo de anteversión es el que se observa en el plano transverso, siendo en condiciones normales de 27°. Se puede medir mediante la observación inferior de la diáfisis femoral o mediante trigonometría y dos proyecciones radiológicas. La longitud del cuello femoral y la posición del trocánter mayor en relación con la cabeza femoral, es también importante. El extremo proximal del trocánter mayor tiene que estar aproximadamente a nivel, o sólo muy poco distal, con la parte proximal de la cabeza femoral. Esta distancia se denomina “distancia artículo-trocantérica”.

        La tensión intraarticular de la articulación de la cadera es de 4,4 veces la carga colocada en la extremidad del perro en posición normal. El eje del centro de gravedad del perro está medial a la articulación de la cadera. Por tanto, el apoyo del peso de la carga que se coloca en la cadera tiene una torsión con un brazo de apoyo igual a la distancia desde el centro de gravedad al centro de la cabeza femoral. Esta torsión se tiene que compensar mediante una torsión opuesta pero igual, que se genera mediante los músculos abductores (glúteos), con un brazo de apoyo perpendicular al vector del músculo glúteo y que se extiende al centro de la cabeza femoral. La suma del peso (fuerza de carga) y de la fuerza del músculo abductor, conduce a una carga intraarticular que sobrepasa el peso corporal. La carga intraarticular se orienta a lo largo de las líneas de tensión trabeculares del fémur proximal. Los factores críticos que determinan la fuerza de la musculatura abductora y la carga intraarticular en el perro en posición vertical son: ángulo de inclinación del cuello femoral, longitud del cuello femoral, posición del trocánter mayor, distancia de la cabeza femoral desde el centro de gravedad.

        En el cuadrúpedo que se mueve, la mayoría de las fuerzas intraarticulares se orientan de forma craneal en un plano horizontal, de forma opuesta a las fuerzas que se orientan de forma vertical en el animal que está parado. Este hecho se recalca mediante la observación de la caja acetabular engrosada en la porción craneodorsal. Por tanto, el ángulo de anteversión o la angulación craneal de la cabeza y del cuello femoral asume una gran importancia.

        La biomecánica del ángulo de anteversión no está bien definida como la biomecánica del ángulo de inclinación. Unos ángulos de anteversión excesivos conducen a un aumento de las fuerzas intraarticulares.

        Las fuerzas intraarticulares de la articulación de la cadera sobrepasan de forma marcada el peso de la carga colocada en la cadera. Esta tensión se acrecienta con un aumento del ángulo de inclinación, con un aumento del ángulo de anteversión, con un cuello femoral corto y con un desplazamiento distal o medial del trocánter mayor. Además, las tensiones intraarticulares son mayores si la distancia desde la cabeza femoral hasta el centro de gravedad aumenta. Dicho incremento se da con frecuencia de forma clínica en la luxación de la cabeza femoral.

       

Tratamiento

Cuando se presenta un perro con cojera del tercio posterior realizamos la anamnesis y el reconocimiento físico, y además realizamos radiografías para llegar a determinar el grado de la lesión y poder proponer un tratamiento. El decidir un tratamiento médico o conservador o el realizar cirugía está condicionado por múltiples factores. Estos factores no son sólo técnicos sino también de índole económica.

        Básicamente podemos dividir los distintos tipos de tratamientos en :

 

- Tratamiento no quirúrgico o conservador

 

* restringir la actividad del animal

* administrarle fármacos antiinflamatorios no esteroideos para controlar el dolor o molestias

* evitar el sobrepeso

* utilización de suplementos alimentarios destinados a “nutrir” las articulaciones

 

        - Tratamiento quirúrgico; existen varios tipos y su elección dependerá de varios factores

 

* osteotomía triple de cadera, indicada en perros jóvenes (menores de 10 meses) con displasia caracterizada por una subluxación incompleta sin signos degenerativos

* exéresis (excisión) de la cabeza y cuello femorales, indicada en perros de todas las edades, sobretodo los de peso inferior a 20 kg. y con enfermedad articular degenerativa. Sirve para aliviar el dolor articular y es muy importante la fisioterapia postoperatoria

* prótesis o sustitución completa de la cadera, en perros con peso superior a 20 kg. que han terminado el crecimiento y tienen displasia muy grave

* pectinictomía o resección del músculo o tendón pectíneo, de eficacia dudosa para resolver la degeneración articular a largo plazo, se realiza para aliviar el dolor debido a la movilidad articular anormal

 

        La cirugía de la cadera es sin duda la mejor alternativa en la mayoría de las ocasiones para recuperar la funcionalidad del miembro afectado y eliminar, reducir o paliar el dolor que es causa de la cojera. Existen multitud de técnicas quirúrgicas que conservan la integridad ósea en la articulación coxofemoral, pero todas ellas conllevan un gasto en material de osteosíntesis y una prolongación del tiempo quirúrgico que necesariamente ha de ser repercutido al cliente en la factura por honorarios.

       

En una clientela primordialmente de perros dedicados a la compañía, con escaso valor deportivo y de propietarios particulares no profesionales, el factor económico ha de tenerse presente y por ello la alternativa de eliminar quirúrgicamente la cabeza femoral, si con ello se consigue cubrir a bajo coste las expectativas de curación, sigue teniendo, según nuestro criterio, y en ciertas circunstancias, total vigencia y justificación.

Por otro lado, la cadera es una articulación esférica con grandes posibilidades de movimiento y que soporta una gran tensión. Está rodeada por una capsula articular que proporciona estabilidad junto a otras estructuras a natómicas, tales como el ligamento redondo, y músculos que actúan en todas las direcciones siendo fundamentales para el apoyo y la estación. Esta conformación anatómica hace posible que, si eliminamos quirúrgicamente la cabeza del fémur, se forme una falsa articulación fibrosa que haga posible restablecer la movilidad del miembro en un porcentaje bastante elevado.

La amputación de la cabeza femoral da buenos reultados a un bajo coste y cumple las expectativas de los propietarios que en general quedan satisfechos. Esta técnica está indicada en varias lesiones óseas diagnosticadas por radiografía que afectan a la cadera.

Los factores externos a la operación quirúrgica en sí, como la raza, tamaño, edad o sexo, no influyen directamente en la recupearción de la movilidad. Algunos autores consideran que 20kg. es el tamaño máximo para que la intervención sea exitosa, pero hay quien dice lo contrario. Otros factores como el tiempo prolongado de permanencia de la lesión o la existencia de otras lesiones ortopédicas tampoco parecen influir, si bien pueden retrasar la completa recuperación. Los parámetros que sí se han visto influyentes en la recuperaciónson la mayor disección y superficie de corte que se hagan en la intervención (técnica quirúrgica), el postoperatorio que siga el paciente (esto es, el ejercicio que realice y los movimientos pasivos que el dueño pueda impartirle, por ello la actitud del propietario es muy importante en este tipo de intervenciones) y el carácter del perro, de forma que los animales que no se atrevan a ejercitar el meimbro verán retrasada su recuperación.

      Una vez realizada la intervención quirúrgica a todos los pacientes se les prescribe un tratamiento antibiótico, analgésico y antiinflamatorio, así como reposo hasta que cicatrice la herida cutánes y posteriormente ejercicio moderado con el fin de recuperar progresivamente la movilidad del miembro afectado. Se recomiendan paseos por la arena de la playa y natación si es factible, asi como movimientos pasivos cuya duracón se aumenta progresivamente. por todo esto, la colaboración del dueño es importante para una buena recuperaciónd el animal.

        También es importante la rehabilitación, que se inicia el primer día postoperatorio con isométricos del cuádriceps y glúteo medio. Al segundo día se entrena al paciente en marcha con muletas con apoyo de descarga y movilidad pasiva y activa asistida de la articulación. después de 8 a 10 semanas una vez verificada la consolidación de la osteotomía, se permite al paciente iniciar marcha con apoyo progresivo y se intensifica el fortalecimiento muscular.

 

Diagnóstico

La radiología es sin duda el método diagnóstico de elección para problemas óseos. Además de evidenciar la lesión de uqe se trata podemos apreciar la importancia de la misma y elegir la terapéutica más apropiada para cada caso. La postura radiográfica más utilizada para el diagnóstico de lesiones de la articulación coxofemoral es la ventrodorsal, con el perro colocado en decúbito dorsal, la pelvis simétrica, los fémures extendidos al máximo y paralelos entre sí y las rodillas rotadas internamente. Una proyección laterolateral u oblicua también puede servirnos.

La evaluación radiológica se realiza teniendo en cuenta una serie de parámetros:

- Ángulo centro-borde de cubrimiento lateral (Ángulo CE de Wiberg); se usa el ángulo formado por una línea perpendicular a la línea isquiática trazada previamente, que pasa por el centro de la cabeza femoral, y una línea desde el centro de giro hasta el borde más lateral del acetábulo.

- Ángulo centro-borde de cubrimiento anterior; midiendo en la radiografía lateral de falso perfil el ángulo formado entre una perpendicular al borde de la radiografía, que pasa por el centro de giro y una línea que va desde el centro de giro hasta el borde anterior del acetábulo.

- Índice acetabular de la zona de carga; midiendolo a partir de la línes que une el borde lateral del acetábulo con el borde más inferointerno del techo acetabular, y midiendo el ángulo que se forma entre esa línea y una paralela a la línea isquiática.

- Lateralización; medida entre el borde más interno de la cabeza femoral y la sínfisis del pubis.

- Grado de osteoartrosis de la articulación; mediante el uso de la escala de Tönnis

        · esclerosis subcondral y pérdida mínima del espacio articular

        · quistes subcondrales y/o osteofitos

        · lo anterior con pérdida completa del espacio articular                                                

       

        Hay pruebas como el test de Ortolani para evaluar la laxitud articular coxofemoral en el cachorro, pero el diagnóstico final se obtendrá por radiografía de la zona, pudiendo observar desde subluxación de la cabeza femoral hasta enfermedad degenerativa grave. Se evaluan varios signos radiográficos para poder establecer el tipo y gardo de displasia de cadera.

 

        Cuando ya se ha diagnosticado el tipo de lesión puede optarse por un tratamiento quirúrgico mediante exéresis de la cabeza femoral, como opción más recomendable en los casos en los que la destrucción de tejido es tal que las posibilidades de buenos resultados con técnicas de osteosíntesis eran muy escasas, como son los perros que sufren necrosis aséptica de la cabeza del fémur.

 

PennHIP

Es un nuevo punto de vista desde el cual se mira la displasia de cadera para reducir su incidencia. Consiste en un procedimiento radiográfico que incluye una posición especial del animal de manera que pueda medirse con precisión la laxitud de la cadera. Está comprobado que la laxitud pasiva de la cadera es un factor determinante en el desarrollo de artrosis de cadera, siendo esta la confirmación de displasia coxofemoral.

Para obtener radiografías diagnósticas, es importante que el animal esté completamente relajado, para lo cual se recomienda la sedación profunda o anestesia general.

        Durante la evaluación se efectúan tres radiografías. El costo total del estudio incluye: anestesia o sedación, tres radiografías, reporte de la evaluación y gastos de envío para su evaluación.

Los resultados de la evaluación PennHIP son confidenciales e indican el índice de distracción (ID), que es una medida de la laxitud de la cadera y está expresado en una cifra que va dese el 0 al 1. Si es ceracno a 0 indica que no hay laxitud articular y las caderas están firmes. Si el valor es cercano a 1 indica un alto grado de laxitud y caderas flojas.

        Múltiples investigaciones confirman que perros con caderas firmes son menos predispuestos a desarrollar displasia que los que las tienen laxas. Para las razas estudiadas por la Universidad de Pennsylvania se ha identificado un nivel de ID por debajo del cual se desarrolla displasia.

       

        La técnica PennHIP ofrece una serie de beneficios, entre los que están el que puede efectuarse en perros desde los 4 meses de edad con excelente eficecia, comparado con las técnicas estándar que se realizan a partir del año en Argentina y de los dos años en USA. Una estimación temprana de la integridad de las caderas es invariable, si se considera utilizar el animal como reproductor, para trabajo o como mascota de la familia.

        Para el criador, la información recpilada en la base de datos de PennHIP, permite seleccionar de un stock de reproductores en base a la calidad de sus caderas, en relación con otros miembros de la misma raza. Está científicamente probado que se puede realizar selección por calidad de caderas sin sacrificar otros rasgos deseables. Para el propietario de una mascota, la posibilidad de detrminar la susceptibilidad del animal a desarrollar artrosis de cadera, le permitirá a éste y a su veterinario planificar ajustes en el manejo para minimizar, si es necesario, la expresión de la enfermedad. Para ambos, este método ofrece una valoración precisa y temprana de la laxitud articular, principal factor de displasia de cadera.

 

Prevención

        Se recomienda evitar la reproducción de todos los animales afectados. El diagnóstico precoz de la enfermedad permitirá, dentro de lo posible, controlar su evolución. Hay que evitar la sobrealimentación, el ejercicio intenso y la administración incontrolada de calcio en todos los cachorros que pertenecen a razas predispuestas.

 

ACCESOS QUIRÚRGICOS A LA CADERA  INDICADOS EN EL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA DISPLASIA DE CADERA

 

Acceso craneolateral

        Se realiza una incisión cutánea vertical inmediatamente craneal al trocánter mayor. Una vez identificado el bíceps , se incide sobre la fascia lata  a lo largo del borde craneal de éste músculo , que es posteriormente replegado en sentido caudal. De esta forma , quedan expuestos los músculos vasto lateral , glúteo medio , glúteo superficial y tensor de la fascia lata.

        Se secciona verticalmente la fascia lata que cubre el vasto lateral, prolongando la incisión proximalmente, separando los músculos tensor de la fascia lata y glúteo superficial.

        Una vez replegados caudalmente el vasto lateral, cranealmente el tensor de la fascia y dorsalmente el glúteo medio ; la cápsula articular aparece en el triángulo formado por los músculos glúteo medio , vasto lateral y recto del muslo.

         Debe tenerse especial cuidado con los vasos circunflejos laterales del muslo y con el nervio femoral, que emergen entre el recto del muslo y el vasto intermedio.

                  

 

Acceso dorsal 

        La incisión cutánea  se realiza sobre el trocánter mayor , algo curvada caudalmente. Se separan el bíceps y el tensor de la fascia lata y se secciona el tendón de inserción del músculo glúteo superficial , que es replegado dorsalmente.

        Elevando el glúteo medio, se identifica el glúteo profundo, y se pasa un hemóstato entre este último y el cuello del fémur, abarcándose así los tendones de inserción de los músculos glúteos medio y profundo y piriforme.

        Por osteotomía del trocánter mayor o por tenotomía de los músculos glúteos , éstos se traccionan dorsalmente, descubriéndose la cara dorsal de la articulación.

 

Pectinectomía

  Se coloca al perro en decúbito dorsal , con las extremidades posteriores en abducción. El músculo pectíneo está tenso y se palpa con facilidad. La incisión cutánea se realiza directamente sobre el músculo. La arteria y la vena femorales  y el nervio safeno están inmediatamente craneales al músculo. Otras estructuras a preservar son : La arteria y vena circunflejas lateral y medial , que cursan medialmente al músculo pectíneo. El nervio obturado emerge entre los músculos aductor y el pectíneo.

        Si la pectinectomía  se realiza de forma proximal, se identifica la eminencia iliopectía, el tendón prepúbico y la arteria y vena femorales. El tendón de origen se eleva del hueso con un bisturí  y se corta de la parte craneal a al caudal.                                                                                                       

        Si la pectinectomía se realiza de forma más distal , se aislan  el músculo pectíneo y el tendón mediante una disección penetrante , cuidando de respetar  los vasos femorales y el paquete neurovascular. Los extremos de corte se separan por completo. El cierre se realiza en capas.

 

 

 

 

 

 

 

        Artroplastia en BOP o Acetabuloplastia

      BOP= Polímero Ortopédico Biocompatible.

        Constituye una alternativa en los casos en que la cadera se ha degenerado, de forma que la triple osteotomía ya no está indicada y el dueño no puede correr con los gastos de una prótesis de cadera, o no quiere esperar a que el animal sea adulto.

        Puede usarse en una amplia gama de casos de luxación o subluxación en animales con cambios degenerativos precoces, entre los 6 meses de edad y los 6 años. Con la ventaja de que pueden intervenirse las dos caderas en el mismo acto operatorio, el animal es ambulatorio en 2 días y no es necesario un material especial.

        Se forma una especie de tejado o techo por detrás del borde lateral del acetábulo no afectado, con lo que se corrige el dolor, al fijar la cabeza, y no se lesiona más la cápsula articular.

Se realiza practicando una incisión de 4-5cm., craneolateral, a partir del saliente del tercer trocánter. Los músculos glúteos son separados, pero sin separarlos de su insercción en el trocánter. Los músculos glúteos son separados, pero sin separarlos de su insercción en el trocánter. Se practica una ventana en la cortical lateral del ilion, retirando también tejido esponjoso (1-3cm. de longitud).

Se prepara un bloque de BOP que es fijado al ilion con un tornillo, 2-3mm. Delante de la ventana. Se rellenará la ventana con fibras de BOP dispuestas unas horizontales y otras perpendiculares, recubriendo la cápsula articular, y por último, se rellena el espacio entre placa BOP y fibras con tejido óseo cortical y esponjoso retirado del ilion.

Logran en los pacientes una vida satisfactoria con caderas estables.

 

Osteotomías correctoras: osteotomía de varizacíon y triple osteotomía de cadera                            

En animales jóvenes con displasias no evolucionadas se pueden frenar e incluso invertir los fenómenos degenerativos mediante las técnicas correctoras que estabilizan la cadera.

Si la displasia es debida a una alteración del fémur, se practica una osteotomía de varización, aunque es imprescindible que sean animales jóvenes, de 5-7 meses de edad, cuando la capacidad de regeneración está todavía intacta.

La triple osteotomía es aplicada en los casos de displasia acetabular, la cual, mediante la osteotomía del pubis, isquion e ilion, y tras rotación del fragmento acetabular, consigue estabilizar la articulación y frenar la evolución de la displasia.

                -Displasia acetabular, la lesión corresponde a una mala orientación del cotilo.

                -Displasia femoral, por aumento de la abertura de los ángulos cervicodiafisarios.

La displasia femoral es típica en razas gigantes como San Bernardo, mastín y montaña de los Pirineos, en ellos estará indicada la osteotomía de varización.

        El objetivo de ambas es corregir la inestabilidad de la articulación, restableciendo las relaciones normales entre la cabeza femoral y el acetábulo. En muchos casos hay una mezcla de los dos tipos de displasia, y la elección de una técnica u otra puede constituir una decisión personal.

 

      Osteotomía de varización.

        El primer paso es la determinación de ángulo de inclinación del cuello femoral, que es el ángulo formado entre los ejes de la diáfisis y el cuello femoral. El ángulo de inclinación normal en el perro es de 140-145º, y el ángulo que vamos a calcular para dejar después de la osteotomía es de 135º; la diferencia entre 135 y el ángulo calculado en el paciente nos determina la amplitud de la cuña a retirar, siendo normalmente de 25-35º.

        Utilizando un modelo especial se calcula la forma de la placa para acomodarla al nuevo lecho óseo por la osteotomía; hay en el mercado placas-clavo especiales para esta cirugía, pero se pueden usar placas normales, previamente dobladas según las medidas obtenidas.

 

      Triple osteotomía de cadera.

        En la displasia la cavidad cotiloidea es menos profunda, su abertura se encuentra desviada en comparación con las normales, dorsal y cranealmente, y se observa un defecto de cobertura de la cabeza por el acetábulo, sobretodo dorsocranealmente. El contacto entre los elementos óseos se efectúa en una ligera superficie, concentrándose presiones anormales elevadas en este punto sobre el cartílago y hueso adyacente.

        El acetábulo es entonces progresivamente remodelado, sufriendo un aplanamiento craneodorsal y acentuándose la inestabilidad articular.

        La operación debe realizarse precozmente entre los 4-8 meses de edad para aprovechar la capacidad de remodelación del hueso inmaduro. Pero cada vez se amplia más el límite de edad para llevar a cabo la osteotomía, según las condiciones de las superficies articulares.

        Es fundamental la palpación de las caderas con el animal anestesiado. Con el animal en decúbito dorsal, se sitúa el fémur verticalmente y, con la rodilla flexionada, se coge el fémur distalmente y se realiza la abducción hasta que se percibe un “clic” cuando la cabeza femoral se reduce; midiendo este ángulo desde la vertical, es el ángulo de la reducción, que es el ángulo máximo que necesita rotarse el acetábulo para conseguir la estabilidad. Realizando la aducción del fémur se provoca otro “clic” cuando la cabeza se subluxa del acetábulo, el ángulo desde la vertical a este punto es el ángulo de luxación y representa el ángulo mínimo de rotación del acetábulo que estabiliza la cadera.

El candidato ideal para una osteotomía triple de cadera es un animal de 6-7meses de edad con un ángulo de reducción-luxación de 25º, un test de compresión del trocánter negativo y un cartílago articular intacto. Igualmente, hay otras situaciones, no debidas a la displasia, en que puede estar indicada la triple osteotomía para fijar la cabeza femoral, como luxaciones coxofemorales, inestabilidad por acortamiento del cuello femoral, malas uniones de fracturas femorales, con acortamiento del fémur y luxaciones secundarias.

        Dos técnicas quirúrgicas se han descrito últimamente. En la técnica de Schrader se practica una osteotomía en el ileon en forma de “Z”, y el isquion se corta a nivel del cuerpo, realizándose la fijación del ilion mediante dos tornillos.

        La técnica más empleada es la de Slocum. El animal se coloca en la mesa de operaciones en decúbito lateral, habrá que realizar primero un acceso ventral y después uno dorsal. Se realiza en tres tiempos:

                - Osteotomía del pubis: en decúbito lateral, con la extremidad afectada levantada 90º, se practica una incisión de 3-4cm. sobre el origen púbico del tendón pectíneo; se aísla el origen del tendón y se separa el músculo de sus adherencias, lo que permite un acceso a la porción lateral del pubis; se desinsertan todos los músculos del pubis procediendo lateromedialmente, con lo que se expone la rama del pubis completa. Identificamos y protegemos el nervio obturador. Se practican dos cortes, con los que retiramos la rama del pubis completa. La musculatura separada del pubis se sutura al borde craneal del gracilis para evitar una hernia abdominal ventral.

                - Osteotomía del isquion: se practica una incisión cutánea de 3-6cm. perpendicular a la tuberosidad isquiática en el centro de la prominencia lateral y el arco isquiático; se separa el obturador interno, dorsalmente, elevándolo en la tabla isquiática con un elevador de periostio y ventralmente se separan el semimembranoso y cuadrado femoral, realizándose la osteotomía de la tabla isquiática por su línea media, hasta llegar al orificio obturado. Se realizan dos orificios a 5mm. de los bordes de corte, que se fijan con un acero de cerclaje de 1mm de diámetro; este cerclaje se tensa al finalizar la intervención sobre el ilion, e igualmente las suturas de la incisión isquiática se realizan al finalizar la intervención.

                - Osteotomía del pubis: se realiza un abordaje lateral al cuerpo del ilion, y los músculos glúteos son separados del cuerpo y ala ventral del ilion. Todos los tejidos son separados de la diáfisis del ilion ventral, medial y dorsalmente. Utilizando una sierra oscilante se practica la osteotomía iliaca, justo caudal al sacro.

El fragmento acetabular se impulsa craneal o lateralmente con un fórceps óseo, para permitir la fijación de la placa al segmento distal acetabular, con tornillos de 3.5, las placas utilizadas están dobladas a 35º, 45º o 60º, pudiendo aumentarse o disminuirse en 10º-15º. El segmento acetabular es rotado lateralmente y el segmento craneal del ileon e fijado con un tornillo, y se comprueba la estabilidad de la cadera provocando el signo de Ortolani; si todavía la articulación es inestable se cambia el ángulo a mayor. Cuando se consiga la estabilidad, se colocan los restantes tornillos craneales, si es posible anclándolos  también al sacro.

Se procede a tensar el cerclaje del isquion y a continuación, se procede a suturar las dos incisiones a nivel del ilion e isquion. A las seis semanas se opera la segunda extremidad si fuera necesario.

Las complicaciones de esta técnica son debidas a tres tipos de problemas: error en la selección del paciente, errores técnicos y fallos debidos al animal o al dueño del paciente.

El exceso de rotación del segmento acetabular produce dolor debido al roce entre el cuello y el borde dorsal del acetábulo, estos animales tienen limitada la abducción, hay pérdida de cartílago articular y progresan los fenómenos degenerativos articulares.

Con la reorientación del acetábulo se consigue una función y actividades normales en perros displásicos, evitando la progresión hacia la artrosis.

 

Artroplastia de cadera: excisión artroplástica de cabeza y cuello femoral

Debe considerarse como un tratamiento último, la arquitectura ósea es modificada profundamente, por lo que debe haber una razón sólida que justifique la cirugía. Las condiciones clínicas que la justifican son:

                - Necrosis aséptica de cabeza y cuello femorales (enfermedad de Legg-Perthes).

                - Fracturas acetabulares graves e irreparables.

                - Luxaciones coxofemorales con dolor.

                -Displasia de cadera, con enfermedad degenerativa secundaria, con dolor.

                - Artritis reumatoide.

                - Osteomielitis.

Con el animal en decúbito lateral y la extremidad afectada preparada, se practica un acceso lateral normal a la articulación coxofemoral; la incisión comienza 2cms. Dorsal al trocanter mayor y continúa ventralmente hasta el tercio proximal del fémur, el tensor de la fascia lata y el bíceps femoral son identificados, y se practica una miotomía del tensor de la fascia lata; una rama de la arteria, la vena y el nervio glúteo craneal son ligados y seccionados, los tendones de los glúteos medio y profundo son disecadas y separadas con un retractor para exponer el cuello femoral y la cápsula articular; la cápsula articular es incidida paralela al cuello, y ampliado hasta la cabeza con una incisión en forma de “T”; en algunos casos la cabeza es fácilmente luxada, mientras que en otros es necesario seccionar primero el ligamento redondo, introduciendo un osteotomo en la articulación, medial y caudalmente a la cabeza femoral.

La extremidad es rotada externamente, el trocánter y sus inserciones glúteas quedan fuera del campo, y el cuello y la cabeza femorales se encuentran extracapsulados en una posición horizontal que permite un corte adecuado. El corte, si es posible, debemos realizarlo con una sierra oscilante. El cuello debe ser cortado y separado de la diáfisis de forma que no quede ningún saliente óseo que pueda provocar un roce durante el ejercicio. Si el corte está bien realizando la pata debe moverse en todas la direcciones sin ningún tipo de contacto óseo. Se eleva la articulación con Ringer lactato o suero fisiológico, la cápsula se sutura con material no reabsorvible, y se cierra la fascia, tejido subcutáneo y piel, de forma rutinaria. El animal deja el hospital al día siguiente, soporta el peso después de unos días y, normalmente, puede andar sin problemas a los 2-3 meses.

 

Protesis total de cadera

Técnica para la resolución de las fracturas de cabeza y cuello que ocurren en perros de tamaño mediano o grande, en los que la artroplastia no resultaría funcional por el peso del animal; también en displasia de cadera y problemas articulares dolorosos.

La prótesis modular consta fundamentalmente de un cotilo de polietileno, una cabeza de cobalto y cromo, un vástago de titanio. La variación del tamaño permite una gran flexibilidad, acomodada al tamaño del paciente. El tamaño de las prótesis puede ser adaptado casi de forma exacta al tamaño de la diáfisis femoral y al acetábulo natural.

Los tiempos quirúrgicos necesitan asegurarse una absoluta asepsia.

La vía de acceso es craneolateral, empezando dorsal y caudalmente al trocánter mayor y curvándose hasta la parte media del muslo. Se incide el bíceps femoral, la fascia lata y se separan los glúteos hasta aislar el glúteo profundo, que se incide transversalmente con un 50% de tenotomía, y luego, a lo largo de sus fibras para dar acceso a la cápsula articular, en la que se practica una incisión longitudinal hasta descubrir la cabeza femoral.   Después de la incisión capsular, el fémur se rotará 90º externamente para facilitar la osteotomía del cuello femoral, Si el ligamento redondo está íntegro, se seccionará previamente para facilitar la luxación de la cabeza.

Rotamos el fémur 90º y mantenemos elevada su parte proximal para introducir la broca, que ensanchará la cavidad femoral mediante fresado, sin dañar la cortical craneal que es muy fina. La preparación final se hará a mano con una lima, lo que conseguirá la forma idónea de la cavidad femoral, ajustada a la colocación del vástago femoral de la prótesis.

La cama acetabular se prepara con la fresa del tamaño calculado previamente. El acetábulo se fresará hasta que aparezca la cortical interna, y en caso de romperse ésta, se rellenará con hueso esponjoso extraído durante el fresado acetabular.

En la fase siguiente se prepara el cemento óseo, que se aplica al acetábulo implantando el cotilo con el impactor, se esperarán unos minutos hasta que fragüe el cemento y el cotilo quede fijado.

Más tarde se rota el fémur y se mantiene elevada la parte proximal, preparando el cemento óseo, que se introduce con jeringa en la cavidad femoral, rellenándola al máximo y colocando el vástago femoral de la prótesis de forma que asiente perfectamente en el corte de osteotomía.

A continuación se harán las pruebas de las cabezas y, elegida la que no se luxe en la prótesis, se colocará la definitiva.

La actividad del perro será muy limitada durante dos mese: simplemente caminar con correa y, más tarde, aumento gradual del ejercicio.

 

Artroplastia con interposición del bíceps

Parece ser que los perros de razas grandes tienen dolor cuando el fémur contacta con el acetábulo, por lo que no se obtiene buenos resultados con la artroplastia simple. Interponiendo un injerto de tira muscular entre fémur y acetábulo, se consigue una mayor separación entre ellos y resultado funcional mucho mejor.

La técnica quirúrgica se lleva a cabo mediante un acceso craneolateral, como se ha descrito previamente; es importante realizar el corte del cuello con una sierra oscilante, pues la superficie debe ser completamente lisa para facilitar el deslizamiento de la tira muscular. Se recomienda realizar un segundo  corte para conseguir que se suprima el trocánter menor.

A continuación se identifica y se separa el margen craneal del bíceps femoral y se comienza a separar a la altura de la rótula, ampliando el diámetro de la tira de forma que a la altura de la interposición tenga una anchura de unos 3cm. Seguimos con una capsulotomía caudal, a partir del trocánter menor, que después se cortará, si no se ha hecho con anterioridad cranealmente.

Se pasa la tira muscular caudocranealmente por la incisión practicada en la cápsula, y se saca por encima del trocánter mayor hasta fijarla sobre el mismo bíceps femoral caudalmente. La tira es extendida y suturada a los glúteos dorsalmente, al recto femoral cranealmente, al vasto lateral lateralmente y al bíceps femoral caudalmente. Hay que tener cuidado de que la tira no quede doblada al pasar entre la cápsula y al fijarla, para que no se desvitalice.

 

Artroplastia por resección en cuña

 

Consiste en retirar la cabeza y el cuello femorales junto con una cuña de la metáfisis restante, con lo que se disminuye la cantidad de hueso adyacente al acetábulo, facilitando el cierre del espacio muerto con la interposición de la cápsula articular y el músculo.

La técnica se lleva a cabo por un acceso craneolateral a la articulación coxofemoral. Se realiza la osteotomía del trocánter mayor, realizando el corte por dentro de la insercción de los glúteos. Se practica una segunda osteotomía a nivel de la base del cuello femoral hacia el trocánter menor, por lo que se separan la cabeza, el cuello y una porción de metáfisis. La cápsula articular y los músculos próximos son suturados entre el acetábulo y la metáfisis femoral. El trocánter mayor se coloca sobre la metáfisis seccionada y se fija mediante un enclavijamiento en cruz simple, o reforzado con una banda de tensión.

Las dos últimas técnicas consiguen una mejor y precoz recuperación que con la artroplastia simple. De todas formas, toda artroplastia produce una alteración en el paso del animal. Básicamente la recuperación se debe a la supresión del dolor.

 

 

OPINIÓN PERSONAL

         La parte práctica del trabajo se ha basado en tres intervenciones/accesos quirúrgicos sobre un perro. El hecho de que se nos haya proporcionado este animal para llevar a cabo los conocimientos de la parte teórica del trabajo ha permitico una mejor asimilación de la materia expuesta. Así mismo las prácticas realizadas durante el curso de la asignatura de Anatomía Aplicada nos han aportado una experiencia que desconocíamos en el camplo clínico de los pequeños animales.

Por último, agradecemos las facilidades y buen trato que hemos recibido para la realización de este trabajo.


 

 

 


BIBLIOGRAFÍA

 

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     DIRECCIONES WEB

 

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