Transposición del conducto parotídeo

 

Queratoconjuntivitis seca

Los signos clínicos de una inadecuada producción de lágrimas acuosas, denominada queratoconjuntivitis seca, incluyen: córnea opaca mate con gran descarga mucosa y conjuntiva hiperémica. Si el inicio es agudo, con frecuencia la ulceración corneal complica la enfermedad.

 

La queratoconjuntivietes seca aguda puede ser resultado de una infección o trauma de la glándula lagrimal o de una intoxicación con drogas. La ausencia súbita de secreción lagrimal acuosa debe considerarse como una emergencia oftálmica. La córnea, privada en forma aguda de la película lagrimal preocular, se seca pronto y el paciente exhibe un intenso dolor ocular con blefaroespasmo y con úlceras corneales frecuentes. Si no se controla, a menudo se produce la perforación y un estafiloma corneal.

La queratoconjuntivitis seca aguda puede necesitar tratamiento tanto médico como quirúrgico. El primero incluye la administración de lacrimomiméticos y lacrimogénicos, además de antibióticos tópicos de amplio espectro. Ante una córnea que se deteriora rápido pueden considerarse los colgajos conjuntivales y el de membrana nictitante. Estos vendajes biológicos proveen soporte, nutrición y oxígeno para ayudar en el proceso de curación.

La forma crónica, la mas común de la queratoconjuntivitis seca, se caracteriza por los signos ya mencionados y también por infiltración de pigmento y neovascularización de la córnea. Estos últimos procesos contribuyen a la opacificación corneal y a la disminución de la visión. En el gato, los signos de esta queratoconjuntivitis son similares, pero con menor pigmentación corneal.

MÉTODOS DIAGNOSTICOS.

La queratoconjuntivitis seca debe diferenciarse de otros tipos de conjuntivitis. Además de un completo examen oftálmico, se pone en práctica la prueba de schirmer para medir la producción de lágrimas. Esta prueba comprende la colocación de una tira comercial de papel de filtro, de 5 x 35 mm. En el fondo de saco del párpado inferior. La longitud de esta tira que logra humedecerse en 60 segundos refleja la producción de lágrimas. Se mide la producción basal y refleja sin anestésico tópico. Los valores normales para la primera son 21 mm en 60 segundos en el perro y 16,9 mm. en 60 segundos en el gato. Los valores entre 6 y 14 mm en 60 segundos son sugestivos de una deficiencia de la película lagrimal acuosa. Esta prueba debe realizarse antes de efectuar excesivas manipulaciones de párpados o anexos y antes de instilar soluciones, como anestésicos tópicos o lágrimas artificiales, ya que esto puede alterar los resultados.

*Tratamiento quirúrgico (transposición del conducto parotídeo)

La glándula salival parotídea presenta la forma de una “V” y se localiza en la base del cartílago auricular. Su borde rostral se encuentra sobre el músculo masetero y la articulación tempormandibular. El conducto principal se forma por la convergencia de 2 o 3 pequeños conductillos, en distal a la glándula. En un perro mesocefálico, el conducto de casi 1,5 mm. De diámetro se extiende alrededor de 6 cm. En dirección rostral y recorre la cara superficial del músculo masetero. Su secreción ingresa a la cavidad bucal a través de una papila localizada lateralmente al borde caudal del cuatro premolar superior.

Técnica quirúrgica abierta

El abordaje abierto provee una exposición quirúrgica óptima y facilita de esta manera la disección, reduciendo la posibilidad de seccionar o rotar el conducto y permitiendo la identificación del nervio bucal y de la vena facial.

Se realiza anestesia general. Se cateteriza el conducto salival parotídeo con nylon monofilamento de color oscuro. El pasaje de la sutura es difícil debido a la tortuosidad de la porción distal del conducto en la submucosa. Esta curvatura se puede enderezar, facilitando el pasaje de nylon, tomando la mucosa rostral a la papila y llevándola con el conducto hacia delante. Se pasa el nylon que queda expuesta se fija la mucosa peripapilar con un nudo. se limpia el área de la papila con una solución antiséptica

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Desde la cavidad bucal, se separa la papila con un collar de mucosa de 5mm. Del resto de la mucosa bucal. Se disecan la papila y 8 a 10 mm. De conducto con una pinza de BishopHarmon y una tijera de tenotomía de Stevens. El instrumental utilizado en la parte oral de la cirugía se descarta debido a la contaminación; el cirujano debe cambiarse los guantes.

La cara lateral de la cara se prepara par una cirugía aséptica y se ubican los paños en forma apropiada. El nylon colocado dentro del conducto se puede palpar con facilidad a través de la piel y sirve como referencia para encontrar el sitio de incisión cutánea. Se realiza la diéresis cutánea sobre la piel y los músculos faciales a nivel del conducto. Utilizar una lupa de baja magnificación ayuda a efectuar la disección del conducto y reduce la posibilidad de seccionarlo.

La disección se continúa hacia proximal, hasta la base de la glándula donde convergen los conductillos y distalmente hasta la papila por debajo de los nervios bucales y se rama comunicante y de la vena facial. Estas estructuras son superficiales al conducto y deben dejarse intactas.

Luego el conducto puede ser liberado en su totalidad, debido ala disección oral antes realizada.

Se crea un túnel subcutáneo desde la parótida hasta el fórnix ventrolateral del ojo, con una pinza mosquito recta. El túnel se extiende hasta que la pinza pueda observarse de manera subconjuntival. Se incide la conjuntiva y se coloca una segunda pinza mosquito entre las láminas de la primera. Se realiza el camino ya labrado, pero en forma inversa, hasta que la segunda pinza aparece en el sitio de la incisión cutánea primaria. Con esta pinza se toma un punto realizado a nivel del collar de mucosa papilar y se lo lleva hacia el fórnix conjuntival. Debe tenerse mucho cuidado durante la manipulación del conducto y la papila. Es preciso evitar la torsión del conducto, por posible compromiso de la permeabilidad de su luz.

Se recorta la mucosa excesiva y se fija la papila a la conjuntiva, con 4 o 6 puntos simples interrumpidos de poliglactina.

La incisión bucal se cierra con material absorbibles.El tejido subcutáneo puede fijarse con sutura absorbible. Para la piel se utiliza un patrón interrumpido simple de sutura no absorbibles

 

Técnica quirúrgica cerrada

El abordaje cerrado incluye la disección del conducto paratídeo exclusivamente desde la cavidad oral. Esta técnica produce menor edema posquirúrgico y permite la disección del conducto sin la manipulación de la vena facial y de las ramas del nervio bucal. Las desventajas abarcan un mayor riesgo de contaminación a partir de la cavidad oral y una disección a ciegas.

La evaluación y preparación prequirúrgicas son las mismas que para la técnica abierta; se incluye la cateterización del conducto. Se realiza la incisión de la mucosa peripapilar con un diámetro de 3 a 4 mm. Que se extirpa junto con la papila del conducto. Ambas estructuras se manipulan por tracción. El conducto se libera de la mucosa y del tejido conectivo submucolsal adyacentes mediante tijeras de tenotomía. Una vez que la papila está libre, la incisión bucal se extiende caudalmente, de forma tal que permitirá continuar con la disección del conducto. Se aísla una porción suficiente de éste como para permitir un cambio de dirección hacia el canto lateral sin estirparlo. Se fabrica un túnel subcutáneo hacia el canto lateral, tal como se realiza en la técnica abierta.

La incisión de la conjuntiva crea una apertura en el fórnix ventrolateral. Hacia allí se dirigen la papila y el collar de mucosa con cuidado para no estirar ni torcer al conducto. Se recorta el exceso de mucosa del collar peripapilar y luego se sutura a éste, afrontándolo a la conjuntiva con puntos simples interrumpidos de poliglactina 910,6-0. La incisión bucal se sutura con un patrón de inversión con material absorbible 5-0.


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