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Sábado, 30 de Abril de 2011 13:35

La ruta Santos Gener, en el programa " Arqueología somos todos"

GC
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Un momento del recorrido Un momento del recorrido GC

Durante la mañana de hoy y dentro del programa " Arqueología somos todos" un primer grupo de participantes formado fundamentalmente por miembros de los Amigos de los Museos y los Amigos del Museo Arqueológico de Córdoba, ha realizado la ruta 1 “Santos Gener”.


Durante unas tres horas, los asistentes tuvieron la oportunidad de visitar diferentes puntos de la topografía urbana cordobesa, centrándose, en esta ocasión, en los vestigios romanos conservados en sótanos y garajes de diversos edificios. Bajo la batuta de  Saray Jurado, se abarcaron los más variados aspectos de la imagen de la ciudad romana. De este modo, el mundo de la muerte estuvo representado por los monumentos funerarios de la Puerta de Gallegos y por la tumba hipogea de la Diputación; varios aspectos de la vida pública se abarcaron con la visita a las cloacas de la calle Antonio Maura, las termas de la calle Concepción o los restos del foro del Colegio de Abogados de la calle Morería; los paneles de pintura mural expuestos en el vestíbulo de una vivienda de la calle Concepción sirvieron para ilustrar a los asistentes sobre la decoración de las casas romanas. Por otro lado, se visitó el conocido como “baptisterio de la Merced”, una estructura hidráulica de difícil interpretación pero que puede ponerse en relación con el triunfo del Cristianismo en la ciudad de Córdoba durante el siglo IV. El concepto de diacronía se pudo observar, con evidente claridad, en el tramo de muralla conservado bajo un edificio de la plaza de Colón. Allí, con un alzado de más de cuatro metros, se distinguen niveles de época romana republicana e imperial, así como del periodo islámico.

El grupo se mostró en todo momento muy interesado y activo, planteando interesantes cuestiones que sirvieron para enriquecer la visita. Valoraron muy positivamente la posibilidad de poder entrar a lugares que habitualmente están cerrados o tienen un acceso restringido. Conocieron, pues, la “ciudad que no se ve”.