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Miércoles, 07 de Septiembre de 2011 09:04

Veterinarios de la UCO prosiguen sus acciones de colaboración con las fuerzas españolas en Líbano

GC/Unifil
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Cirugía de emergencia en Sarda Cirugía de emergencia en Sarda GC/Unifil

Es la tercera vez que han acudido a Líbano desde Córdoba para prestar apoyo veterinario a las localidades donde se despliega el contingente español dentro de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL, o UNIFIL por sus siglas en inglés). Desde la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba, un equipo de cuatro veterinarios volvió al sur de Líbano durante cinco días - del 21 al 25 del pasado mes de julio- llenos de intenso trabajo conjunto con los militares españoles  que, en palabras  del jefe de le expedición cordobesa, Librado Carrasco, decano de la Facultad de Veterinaria, “ están haciendo una labor increíble en esta misión;  para nosotros es un honor poder colaborar de algún modo con las fuerzas españolas desplegadas en Líbano”.

En esta nueva ocasión, el primer objetivo era continuar el trabajo donde lo habían dejado apenas seis meses atrás. Supervisar los avances en las explotaciones ganaderas visitadas anteriormente, pero también convencer a nuevos ganaderos que siempre es mejor invertir en medidas preventivas que en curativas; enseñarles aspectos relacionados con el manejo el comportamiento y la importancia de las medidas higiénicas; romper la dependencia del exterior con el uso de medicinas genéricas; en definitiva, conseguir que el ganado, que tiene una especial trascendencia en esta región, sea más rentable, más longevo y se mantenga en mejores condiciones sanitarias. Además, también tuvieron oportunidad de poner al día el censo ganadero  elaborado en su viaje anterior.

Pero esta vez, y debido a la premura de tiempo en la organización de este altruista viaje al Líbano, los cuatro veterinarios llegaron con sus maletas cargadas con más de 60 kilos de medicamentos genéricos, donados por la Universidad de Córdoba y la Facultad de Veterinaria, que no pudieron ser enviados con antelación. Para Rafael Astorga Márquez, profesor titular y secretario de la Facultad cordobesa “Lo importante era aprovechar de nuevo esta oportunidad, y las que vengan. Aunque nos dedicamos a la enseñanza académica, venir aquí, ayudar a las granjas locales, tener contacto con enfermedades que ya creíamos perdidas, es una labor extraordinariamente formativa y gratificante”.

 

Allí les esperaban el teniente coronel González Casado, jefe de los proyectos de cooperación cívico-militar, y especialmente el equipo militar español de veterinaria, dirigido por la teniente María Sevilla, para la que “sin duda, ha sido una gran alegría recibir a estos colegas veterinarios y poder contar con su extraordinaria ayuda. Aquí queda mucho que hacer, los ganaderos de nuestra zona de responsabilidad necesitan apoyo, ya que dependen de sus animales que en la mayoría de los casos es su único medio de vida. Cualquier aportación para mejorar el rendimiento y la producción siempre es bienvenida. Aunque en esta operación quizás la función principal asignada al veterinario sea la bromatológica, voluntariamente intentamos dedicar parte de nuestro tiempo a colaborar en este tipo de actividades. La colaboración de veterinarios expertos llegados desde Córdoba es como un regalo para nosotros y para los granjeros libaneses”.

Apenas unas horas después de su llegada, y casi sin tiempo para deshacer maletas o descansar del largo viaje, todos se pusieron manos la obra. Los granjeros de Wazzani, Arab el Wata, Sarda, Blate o Marjayoun recibieron a este grupo de veterinarios españoles con entusiasmo. Para algunos eran ya viejos conocidos, y para todos, una ayuda inestimable. Había que sanar a los caballos de sus cojeras, desparasitar ovejas y perros, operar a vacas o realizar ecografías, repartir medicinas, inculcar la bonanza de las medidas higiénicas en las granjas, y, sobre todo, inculcar, con ayuda de los traductores de la misión, los beneficios de las medidas preventivas: “Hay que cambiar sus costumbre, hacerles autosuficientes en el cuidado de sus ganados. Les enseñamos a invertir en medidas preventivas. En esta tercera ocasión en Líbano, ya podemos afirmar que están evolucionando mucho, y las medidas adoptadas se comienzan a notar en los animales de muchas granjas”, reconocía con satisfacción el doctor Librado.

En su balance, antes de regresar a España, el decano de la Facultad cordobesa puso de relieve que “además de enseñar a prevenir, hemos realizado intervenciones quirúrgicas, tratado clínicamente a pequeños y grandes animales, diagnosticado gestaciones y patología reproductivas mediante ecografía,  realizado tratamientos antiparasitarios en todas las explotaciones… y  repartido medicinas genéricas entre los ganaderos”. En cuanto a la misión de los militares que les recibieron en Líbano, reconocía que “es muy ilusionante participar en este proyecto con ellos y para ayudar a los ganaderos de esta zona. Sobre todo, es magnífico tener la oportunidad de comprobar la excelente labor de las fuerzas españolas en el Líbano dentro de la misión de Naciones Unidas. Vamos a seguir con este trabajo en el futuro, y volveremos a Líbano, aunque desde España seguiremos colaborando con el equipo veterinario del contingente español en todo lo que podamos apoyar”.

Para el profesor Fernando Requena, ésta era su primera colaboración en el Líbano, y reconocía que volvía con la maleta llena de experiencias profesionales y personales: “Como en todos los países, el ganadero libanés es gente de campo y le gustan los animales. Sabe superar los problemas básicos, pero tiene carencias muy importantes: deficiente alimentación, mal manejo reproductivo, herrajes mal realizados y persisten enfermedades ya superadas en España como la fiebre aftosa o la brucelosis. En estos días he vuelto a la veterinaria de urgencia, a los principios más elementales de la veterinaria”. Su hermano, el cirujano Francisco Requena, cirujano y profesor asociado, regresaba a Líbano por tercera vez donde “hemos podido comprobar  que nos han hecho caso y que hay cambios importantes en el ganado, pero hay que seguir trabajando con ellos, desde Córdoba y aquí siempre que sea posible”.

Tras cuatro días de intenso trabajo recorriendo granjas distantes muchos kilómetros, atendiendo urgencias; enseñando a mejorar las condiciones higiénicas; ayudando a los granjeros de Líbano; tocó recoger experiencias y volver a casa. Pocas horas antes de partir, el General Miguel Alcañiz se reunió con los cuatro veterinarios cordobeses para agradecerles personalmente su desinteresada labor por las gentes y los ganaderos de estas tierras libanesas. “Ha sido una satisfacción contar  una vez más con vosotros, y os aseguro que estáis haciendo un trabajo encomiable, aquí y desde vuestra Facultad en Córdoba. Además, siempre es muy grato ver trabajar a militares y civiles juntos. Habéis trabajado sin horas, sé que han sido cuatro días intensos y duros, y por todo ello os doy las gracias”.

Por su parte, Librado Carrasco agradeció a la Brigada “Guadarrama”  la hospitalidad y el apoyo recibidos durante su estancia en Líbano, subrayando como a su esfuerzo por mantener la paz en Líbano, “sumáis vuestra colaboración para conseguir un mayor desarrollo económico y social en este país, sin buscar nunca intereses propios. Esto se traduce en el cariño que se le tiene a España y a sus militares en este país, y que nosotros  hemos podido constatar. Me siento muy orgulloso de encabezar este grupo de veterinarios cordobeses que han trabajado con los militares españoles en esta misión de Naciones Unidas. Todos nos hemos sentido parte de un gran equipo”.