En el experimento, el equipo de investigación del ceiA3 ha comparado el sistema de laboreo convencional con el sistema de no laboreo en 4 rotaciones bianuales de cultivo (trigo-girasol; trigo-habas; trigo-garbanzos y trigo-barbecho) y monocultivo de trigo, para dar con la fórmula idónea que consiga una mayor eficacia del suelo. También han estudiado el papel de las leguminosas como mejoradoras de la fertilidad del suelo y su influencia en la producción del trigo, y el efecto de distintas dosis de nitrógeno fertilizante en el rendimiento del cereal.
Entre los resultados y conclusiones presentadas a la comunidad científica, primero, y a los productores, después, destacan que el no laboreo es una alternativa viable tanto económica como ambiental frente al laboreo convencional, que evita la erosión del suelo y secuestra más carbono, reduciendo las emisiones de CO2, principal gas de efecto invernadero. También han demostrado el excelente papel de la rotación trigo-habas en el rendimiento del trigo y en la economía del nitrógeno, el fertilizante más utilizado. En este sentido, el experimento Malagón ha probado que los campos de trigo no rinden más al aumentar el fertilizante a base de nitrógeno por encima de los 100 kilógramos por hectárea en la campiña andaluza.
El experimento de larga duración Malagón está sirviendo para generar conocimientos que permitan mejorar la actuación biológica y económica de los cultivos y suministrar bases de actuación eficientes y rentables para las explotaciones agrarias.