El grupo de investigación del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC), la Universidad de Córdoba y el CIBEROBN de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición liderado por el Profesor Manuel Tena-Sempere elucida algunos de los actores y mecanismos del sistema nervioso implicados en el control metabólico de la pubertad y sus alteraciones asociadas a patologías metabólicas como la anorexia y la obesidad.


La pubertad es una etapa crítica del desarrollo, durante la que se producen una serie de cambios corporales y psicológicos que se asocian a la adquisición de la capacidad reproductiva. Dada la complejidad de este fenómeno, múltiples factores cooperan para asegurar el correcto proceso de la maduración puberal. Entre estos elementos destaca la herencia genética, los factores ambientales y el estado metabólico y nutricional del organismo. En este estudio llevado a cabo en modelos preclínicos, los investigadores del IMIBIC, la UCO y el CIBEROBN han demostrado que el sensor energético AMPK se activa para retrasar la pubertad en condiciones de balance energético negativo provocado por una nutrición deficiente. Este efecto se produce por una supresión en la producción de las kisspeptinas, moléculas cerebrales que activan el sistema reproductor y que son imprescindibles para la correcta maduración puberal y por tanto, para que la pubertad comience a una edad adecuada.

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