Bernd Dietz Guerrero (Alcalá de Henares, 1953) se ha enraizado sucesivamente y por etapas prolongadas en Madrid, Bilbao, Tenerife y Córdoba, y se siente no menos en casa cuando tiene la oportunidad de instalarse en Canadá o Alemania. De ahí que le dejen perplejo las incompatibilidades identitarias. Como nieto que es de Juan Guerrero Ruiz, el llamado “Cónsul General de la Poesía Española”, se considera un integrante minúsculo de dicha tradición literaria. Ejerció durante casi tres décadas como catedrático de literatura inglesa y norteamericana en diferentes universidades. Posee una larga trayectoria como crítico, ensayista, antólogo y traductor de clásicos ingleses y alemanes, entre los que destacan el Tristán e Isolda de Gottfried von Strassburg y Vidas de los poetas ingleses de Samuel Johnson. Aparecieron sus primeros poemas en la antología 17 poetas de Bilbao (Bilbao, Ediciones de Arte y Literatura, 1974), tras lo cual quedó finalista del Premio “Julio Tovar” con XVIII poemas y un preludio (Santa Cruz de Tenerife, Nuestro Arte, 1977). Después siguieron títulos como Alcorces (Madrid, Hiperión, 1981), El arte de la sustitución. Como tesoro de duende (Madrid, Orígenes, 1983), Epílogo (Málaga, Newman/Poesía, 1985), Ciclos, o el progreso del turista (La Laguna, Añil, 1986), con prólogo de Carlos Edmundo de Ory, Un apocalipsis invita a vivir (Madrid, Hiperión, 1991), Suite canadiense y otros poemas (Montilla, Casa del Inca, 2003) y la antología 39 poemas y uno raro (Córdoba, La Manzana Poética, 2005). Su última entrega de poesía es Aunque la muerte sea nuestra dueña (Madrid, La Palma, 2008), y tiene en preparación Residencia en la tierra (Sevilla, Point de Lunettes) y otros títulos.