Aganipe de los cisnes aragoneses celebrados en el clarín de la fama pr el doctor Juan Francisco Andrés
Autor de la obra:
Andrés de Uztárroz, Juan Francisco 1606-1653
Aganipe de los cisnes aragoneses celebrados en el clarín de la fama pr el doctor Juan Francisco Andrés
Andrés de Uztárroz, Juan Francisco 1606-1653
Nadie ignora cuán apreciables sean las noticias literarias que nos dejaron Lope de Vega, Espinel, Cervantes y otros para conocer los progresos de la poesía española, bien que en algún modo diminutas si se comparan con el crecido número de poetas que florecieron en España después de la restauración de las artes, entre los cuales no pocos dignos de alabanza se ocultaron a la investigación de aquellos escritores, ya sea por lo raro de sus obras o bien por haber fallecido sin darlas a la
prensa.
Para precaver que la historia de los poetas aragoneses que, con el título de
Aganipe,
escribió el doctor Andrés no venga a perecer por una de aquellas tan frecuentes casualidades que han oscurecido y aun borrado la memoria de muchos manuscritos, nos ha parecido necesario el publicar tan apreciable monumento, arreglando esta edición al ejemplar que poseemos, algo defectuoso por las omisiones del copiante (que se han procurado enmendar) y también por no haber tenido su autor la oportunidad de limarlo y traerlo al último grado de perfección.
A fin de que este escrito sea más inteligible y útil para ilustrar la historia literaria de Aragón va acompañado de algunas notas, en las cuales nos ceñimos a dar una idea sucinta de varios poetas menos conocidos, juzgando que sería un trabajo tan prolijo como infructuoso el detenernos en referir las memorias de un don Antonio
Agustín,
de un Jerónimo Zurita y otros escritores de esta calidad. Entre dichas notas hay algunas que hemos trasladado del mismo original y se distinguen con la letra A. Todas las demás se deben a la diligencia del doctor don Félix de Latasa, racionero en la santa iglesia de la Seo de Zaragoza, sujeto muy recomendable por su ciencia, erudición y particular esmero con que se ocupa en los adelantamientos de nuestra literatura, pues, habiéndonos franqueado muy copiosos materiales para usar libremente de ellos, hemos entresacado lo que nos ha parecido conveniente, ajustándolo a nuestro propósito y a la brevedad de estas anotaciones, contentándonos con apuntar una o dos de las principales obras de cada autor, por cuanto reservamos al referido don Félix el trabajo de darnos una noticia cabal de los escritores aragoneses en la
Biblioteca
que tiene ya muy adelantada, cuya publicación deben promover todos los que se interesan en el lustre y gloria nacional.
Entre la multitud de
poetas
que refiere el doctor Andrés en su
Aganipe
echamos de menos dos excelentes varones que corrieron con mucha
gloria
esta carrera. El primero es don Pedro Manuel de Urrea,
señor
de Trasmoz, hijo del primer conde de Aranda, don Lope,
1
que
floreció
muy a los principios del siglo XVI, en cuyos escritos, aunque se hallan vestigios de la
rudeza
de su tiempo, también se advierte algún tanto de aquella
gracia,
dulzura y
naturalidad
que es propia de Garcilaso. El único
ejemplar
que conocemos de este rarísimo libro existe en Madrid, en la biblioteca del conde de Medinaceli. Es un tomo en folio en letra de
tortis
intitulado
Cancionero
de las obras de D. Pedro Manuel de Urrea.
El año y lugar de la impresión se notan al fin con estas palabras: “Fue la presente obra emprentada en la muy noble y muy leal ciudad de Logroño, a costas y expensas de Arnao Guillén de Brocar, maestro de la emprenta en la dicha ciudad. E se acabó en alabanza de la santísima Trinidad a 7 días del mes de julio del nascimiento de N. S. J. C. 1513 años”.
El segundo es Martín Miguel Navarro,
canónigo
de Tarazona y contemporáneo del doctor Andrés, sujeto muy
instruido
en varias ciencias y particularmente en la erudición griega y romana, el cual no sé por qué razón se halla omitido en la
serie
de nuestros poetas. Don Juan Antonio Pellicer publicó una
égloga
latina de Navarro a la
muerte
de Lupercio Leonardo en las memorias literarias de los hermanos Argensola que preceden a su docto ensayo de la
Biblioteca de traductores españoles,
y nosotros acabamos de sacar a
luz
gran parte de sus poesías, con una breve noticia de la vida y otras producciones literarias de este célebre escritor.