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A LA ILUSTRÍSIMA SEÑORA DOÑA LEONOR PIMENTEL.
Aunque para vuestra señoría no sea necesario este advertimiento, es argumento de la segunda parte de esta fábula la
contienda
del tordo y Filomena, que, afligido y envidioso de verla cantar
suave
y
doctamente,
se le opuso en desafío, como Marsias a Apolo con la flauta de Palas, y a risa de los dioses. Filomena trae por padrinos tres aves o tres hombres científicos;
defiende
lo que ha
cantado:
el
Isidro,
la
Arcadia,
el
Jerusalén,
las
Rimas humanas
y divinas,
el
Belén,
el
Triunfo de la fe,
el
Peregrino,
la
Angélica
y las
comedias.
Vuestra señoría los oiga y
juzgue
que el abubilla que trae el tordo a este duelo, y otras iguales
aves
que aun no merecen nombre, luego volverán las espaldas que el divino sol de su entendimiento les dé en los ojos. Dios guarde a vuestra señoría como deseo.
Lope de Vega Carpio