[6]
LOPE DE VEGA CARPIO AL LECTOR
Lector, no hay sílaba aquí
que de
oro
puro no sea,
que a quien en pureza
emplea
su
ingenio
sucede ansí.
Si eres capaz, mira en ti `[5]
de tan levantada parte,
porque el
arte
sin el
arte
es infinita distancia
y podría a tu inorancia
de tanto sol despeñarte. [10]
Por la segunda Rachel
más hermosa y más que el cielo,
pues fue de Dios hombre velo
y la mejor después de él,
con angélico pincel [15]
que admira a proprios y estraños,
sirvió Eliso siete años,
pero mejores serán,
aunque la envidia a Labán
quiera imitar los engaños. [20]
Tres cosas le hacen
divino:
el
sujeto,
el
celo,
el
arte;
tan divino en cada parte
que él
solo
a igualarse vino.
Al igual con el
latino
[25]
corre en el verso
español,
mostrando en puro crisol
que no es aquesta la luna,
que para menguante alguna
la dejara sola el sol. [30]
Punto informa tan sonoro
que parece que
Gabriel
es el que canta y que a él
responde el último coro.
Para el humano decoro [35]
musas fabulosas cría
la siempre dulce
poesía,
y aquí, con su gracia infusa,
fue la soberana musa
la cristífera María. [40]
Yo he puesto siempre el oído
a los
ingenios
de España,
y si el gusto no me engaña
satisfación no he tenido.
Agora sí que ha
subido
[45]
de Elisio la prima tanto
que el Sol se para a su canto
y que ya su dulce
lira
del mismo
cielo
que
admira
borda el estrellado manto. [50]
Soberano autor del día,
para mayor gloria fue
el dejar a nuestra fe
la que resulta a María;
pues con tan dulce armonía [55]
canta, descubre, argumenta
Elisio la
reina
esenta
de la culpa original
que del coro
celestial
la eterna música aumenta. [60]
Docto cantó
Sannazaro
el parto de esta señora,
mas
hoy
Elisio su aurora,
con plectro más dulce y claro,
Fenis
de ingenio tan raro [65]
que el Tajo —que en su decoro
su puro cristal sonoro
ciñe de verde
laurel—
tendrá más nombre por él
que por sus arenas de oro. [70]
Lector, si a Elisio leyeres,
el campo Elisio verás,
almas solas hallarás,
cuerpos no, si cuerpos quieres;
pero si el alma entendieres [75]
de estas
divinas
poesías,
dale gracias a María,
que dio luz tan soberana
a una
pluma
toledana
de quien siempre su amor fía. [80]