REDONDILLAS A Doña María de Zayas, de D. Isabel Tintor, natural de Madrid
Porque al
sol
cristal ofreces
ufano estás, Manzanares,
que, si su templo guarneces
entre olorosos azares,
más que todos te enriqueces. [5]
Donde te inundas y explayas
y
nuev[a]
corriente ensayas
verás el curso aumentar,
si nuevas saber llevar
de
doña
María de Zayas [10]
Por ti de ella se acredite
en clima que hasta hoy se
ignora,
y aplausos te solicite,
y, aunque muchos atesora,
la
fama
se los permite. [15]
No es
amistad
ni pasión,
sino justa obligación,
adonde tanto
granjeamos,
si hoy
todas
te confesamos
por la de más
opinión.
[20]