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El conde Claros al licenciado Tomé de Burguillos
España, de poetas que te
honoran,
Garcilaso es el príncipe, el segundo
Camões, tan
heroico,
tan
fecundo,
que en repetido sol su nombre
adoran.
Figueroa y Herrera te decoran, [5]
los dos Lupercios y,
admirando
el mundo,
Borja, de cuyo
ingenio
alto y profundo
la
pura
lengua y arte se mejoran.
Sin estos, o
provectos
o
noveles,
que a número no puedo reducillos, [10]
pero entre tantas
plumas
y pinceles,
viva
vuesa merced, señor Burguillos,
que más quiere aceitunas que laureles,
y siempre se corona de
tomillos.