[15]
Silva de frey Lope Félix de Vega Carpio
Si cuando fue posible, en lo imposible,
hallar imitación la Ciencia humana,
pintura soberana,
volaste
a la deidad inaccesible,
dando cuerpo visible [5]
a la incorpórea esencia,
de tu pincel intrépida licencia,
y vistiendo de joven hermosura
a la intelectual sustancia pura,
y el hombro (porque al vuelo correspondas) [10]
de alas, que bañen rizos de oro en ondas
que adora el Sol y que respeta el viento,
bebiendo luz al presto movimiento,
como se mira Paraninfo alado
parar las plumas al virgíneo estrado [15]
o entre la nieve de un portal al yelo
hacer con ellas a la tierra cielo.
Justamente las tienes,
pues a volar entre sus coros vienes.
Que si hubiera más que los cielos [20]
lugar que penetraras,
los zafiros rasgando de sus velos,
al sol por sombra de tus pies dejaras,
pues en ideas aún apenas claras
a la imaginación, colores, formas, [25]
y con arte parece que reformas
de la
naturaleza
los defetos,
y entre mudos concetos
los cuerpos que de espíritus informas
relievas con acciones diferentes [30]
en superficie plana,
haciendo ver (a su pesar) presentes
de los contrarios de la vida humana,
tiempo voraz y inexorable Muerte
(poder vencido de tu imperio fuerte) [35]
las primeras historias,
cuyas hazañas, libros y memorias,
que entre las sombras del olvido habitan,
a tus rayos
fenices
resucitan,
y así rendido al coturno ilustre, [40]
de estrellas de oro y lazos de diamantes,
que vencedor confiesan,
la
estampa
humildes besan.
Y para que les des eterno lustre,
y con tu mano cándida levantes [45]
sus cadáveres fríos
del túmulo de mármoles sombríos,
ilustres sabios, capitanes fuertes,
burlando silbos, despreciando muertes,
rompiendo yerros y olvidando olvidos, [50]
salen agradecidos
a la
inmortalidad
de tus pinceles,
con que más breve que las plumas sueles
cifrar el ornamento
del mundo superior y, con maestra [55]
mano,
cuando nos muestra
el uno y otro esférico elemento.
A ti que con tan débil instrumento
(si bien para mostrar que reina fuiste
pintando siempre,
artífice,
tuviste [60]
el pincel en la diestra
y el cetro en la siniestra;
con tanto tiento prudencial registe
la diversa República, que entabla
con leyes de color libro de tabla, [65]
pues tu justicia allí distributiva
al lienzo las reparte,
dando su parte igual a cada parte).
A ti que en perspectiva
acercas lo más lejos [70]
entre confusas nieblas y reflejos,
dulce mentira viva,
engaño que deleita de tal suerte,
que, por menos hermoso,
deja lo manual quien llega a verte. [75]
A ti que con descuido artificioso
produciste más árboles y flores,
que estudiosa de esmaltes y colores
la aurora en la más fértil primavera,
frutos debe la tierra más ópimos, [80]
Ceres y Baco espigas y racimos,
cristal el agua y risa lisonjeras,
canas los montes y los valles faldas,
los campos la cultura de esmeraldas,
la mar sus ondas de argentada espuma, [85]
guedejas el león, la
fénix
pluma,
imágenes los signos y planetas,
el aire nubes, rayos y cometas,
y sus efigies césares y reyes.
Tú exenta, en fin, de las
comunes
leyes, [90]
divina en todo, por divino modo,
si no lo crías, lo renuevas todo.