A Lope de Vega y sus secuaces
Patos
de la aguachirle castellana,
que de su rudo origen fácil riega
y tal vez dulce inunda nuestra Vega,
con razón Vega por lo siempre
llana:
pisad graznando la corriente cana
del antiguo idïoma y, turba lega,
las ondas acusad, cuantas os niega
ático
estilo,
erudición
romana.
Los
cisnes
venerad, cultos, no aquellos
que escuchan su canoro fin los ríos;
aquellos sí, que de su docta espuma
vistió Aganipe. ¿Huís? ¿No queréis vellos,
palustres aves? Vuestra
vulgar
pluma
no borre, no, más charcos. Zabullíos.