Distancia y Theoría en la introducción al Fedón

Miguel Lizamo Ordovás

Es sabido que en Platón detalles aparentemente casuales al comienzo de los diálogos suelen apuntar a algo esencial en ellos. Pues bien: Ya la mención éxsívfl xfl en la primera línea del “Fedón” supone hacer presente el intervalo entre “aquel día” y el día en curso (que no es necesario mencionar pues está ya en la propia situación); no pasarán seis líneas de las ediciones usuales sin que se nos mencionen viajes de Fliunte a Atenas, y enseguida de Atenas a Fliunte, y así, jugando con no más de nueve distancias o intervalos, llegarán a hacerse en la conversación inicial no menos de diecisiete referencias a intervalos o a transposición de distancias1. Se tratará aquí de interpretar esa serie de referencias a distancias, es decir, de descubrir (o avanzar en el descubrimiento de) qué es eso, esencial en el diálogo, a lo que esas referencias apuntarían. A ese fin será relevante observar lo siguiente: 1) La última de las referencias lo es a una de las nociones centrales del diálogo: la muerte como viaje de “aquí” al Hades. 2) En el pasaje al que esa última referencia pertenece, Fedón describe su reacción ante la peculiar presencia de Sócrates aquel día (58e1-59b1: lo llamaré pasaje A), lo cual debe ponerse en relación con que, en un segundo pasaje, se las arregla para que nosotros mismos, los lectores, nos veamos por fin ante Sócrates2 (60a9-c7: pasaje B). Pero es que además, 3) funciona un sutil andamiaje dramático-narrativo mediante el que se hace corresponder al pasaje A el pasaje B, y 4) entre los dos pasajes son constatables un idéntico “tema” (^Sov^ xai Aún^), una idéntica actitud (6augáZeiv) y parecido abandono del plano de lo constatable, así como coincidencias verbales que rebasan lo motivado por esas identidades, y en definitiva una idéntica composición, todo lo cual refuerza la impresión, ya sugerida por la observación 2, de que se pretende que el pasaje B quede como “la verdad” del A (y con él, tal vez, de toda la serie de referencias).

Pues bien: el que la inicial serie de referencias a distancias sea una señal pretendida por la propia composición del diálogo sólo podrá demostrarse, entonces, si en el pasaje B hallamos distancia y esa distancia que hallamos es filosóficamente relevante y se halla en conexión con las nociones centrales del diálogo. Sostendré 1) que una tal distancia es la actitud de Sócrates al estar en donde está (en donde en cada caso esté) como viniendo de lejos, filosófica actitud que quizá podemos designar como 6ewQÍa, y 2) que la propia composición del diálogo nos señala al modo como esa actitud de Sócrates se relaciona con su actitud ante la muerte.


  1. 57a1-2 (exeivfl xfl ^¡réga), 57a7-8, 57a8 (ygóvou auyvob), 57a8-b1, 58a4-5, 58a8, 58a11 (noté), 58a11 (eíg
    Kp^x^v), 58b3 (eíg A'qAov), 58b3 (xai vuv en é, éxeívou), 58b5, 58b7 (eíg A^Aov), 58b7 (xai nákiv 8et>go),
    58b8, 58c4 (noAüg xpóvog), 58c5 (Ó ¡ieia,U x^g Síx^g Te xai xou 6aváxou), 58e5-59a1, siempre con la numeración de líneas de la moderna edición de OCT, la de Duke, Hicken, Nicoll, Robinson y Strachan.
  2. Cf. la ponencia de Lidia Palumbo al congreso de la IPS en Brasilia, 2016.