A la pregunta: “¿De dónde proviene el oxígeno que respiramos?”, la mayoría de nosotros respondería que de las plantas, teniendo en mente la imagen de la selva tropical del Amazonas o nuestras sierras y montañas, asociada a la importancia de su conservación. Sin embargo, la respuesta correcta incluye junto a las plantas a diminutos organismos marinos que flotan por miles en cada gota de agua: las cianobacterias.