El encargo de Patrimonio Nacional a la Unidad de Recursos Cinegéticos y Piscícolas utilizará muestras de trofeos de caza con más de 100 años de antigüedad y permitirá garantizar la pureza ibérica de los ciervos de ambos espacios naturales 

Felipe V fue el primer monarca en utilizar la finca de Riofrío (Segovia) como coto de caza. Entonces era propiedad del Marqués de Paredes y el rey no hacía más que alquilarla. Fue Isabel de Farnesio la que se decidió a comprarlo y hacerse la dueña y señora de uno de los parajes cinegéticos más destacados del país. Con el Palacio de Ríofrío ya en pie, quienes más utilizaron aquella residencia real para ir de caza fueron Francisco de Asís, esposo de Isabel II, y el rey Alfonso XII cuando enviudó la primera vez. Eran estancias puntuales, ya que Riofrío, como El Pardo, sólo fue utilizado por la Corona como lugar de vacaciones para, entre otras actividades, practicar la caza del ciervo. El único jefe de Estado que ocupó uno de estos palacios de manera permanente fue Francisco Franco. El dictador se instaló en El Pardo desde 1939 y allí vivió hasta 1975. Cazó como los reyes y sumó los trofeos a la galería de El Pardo y Riofrío, que llegó a albergar un Museo de la Caza.