Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Noticia de los poetas castellanos que componen el Parnaso español. Tomo IV. [Biografía de] Gaspar Gil Polo”
Autor del texto editado:
López de Sedano, Juan José (1729-1801).
Título de la obra:
Parnaso español. Colección de poesías escogidas de los más célebres poetas castellanos. Tomo IV.
Autor de la obra:
López de Sedano, Juan José (1729-1801)
Edición:
Madrid: Joaquín Ibarra, 1776


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Fuentes
Información técnica






Gaspar Gil Polo fue natural de la ciudad de Valencia, y floreció cerca de los años de 1550. Estudió las buenas letras y la jurisprudencia, y ejerció esta facultad en aquella ciudad, que son las únicas memorias que nos han quedado del tiempo y demás particulares de este poeta castellano, así como de su ingenio nos quedó un ilustre testimonio en el famoso libro de Diana enamorada, que es el que hizo memorable a su autor, y el único depósito de todas sus poesías conocidas. Su intento fue proseguir la idea de la Diana de Jorge de Montemayor, obra muy célebre y aplaudida por su invención, por su estilo, y por ser la primera que empezó a introducir en España este gusto de novelas pastoriles, en verso y prosa, que tanto se extendió después; y esta fama dio ocasión a que se continuase el pensamiento por otros, y entre ellos Alfonso Pérez, llamado “el salmantino”, cuya obra suele andar unida con la de Montemayor; pero ninguno como nuestro poeta: con más talento y más instrucción adelantó y completó la idea, añadiendo los cinco libros suyos a los siete de Montemayor, y aventajándola hasta el grado que la da el célebre Miguel de Cervantes en el famoso escrutinio de los libros de Don Quijote, donde hablando de las tres Dianas dice: “la de Gil Polo se guarde como si fuera obra del mismo Apolo”. Sin embargo de la autoridad de este juicio, la exageración es demasiada, pues a la verdad todo el mérito de esta obra consiste en la destreza con que guarda el decoro de los sucesos y de las personas, y principalmente en la admirable pureza y propiedad del estilo, tanto en la prosa como en los versos; y esta ventaja es sobre la que ha recaído el aplauso y la estimación que ha merecido entre los propios y entre los extranjeros, y porque se ha impreso tantas veces en distintos reinos y traducido en diversos idiomas, hasta la última edición que se hizo en Londres, año de 1739, corregida y enmendada por Pedro de Pineda, judío, que fue el mismo que corrigió la Historias de don Quijote, impresa en aquella ciudad. Pero en lo que toca a las demás partes esenciales de la obra, como son la invención, el enredo, la solución y la oportunidad de los episodios, no tan solo no merece un elogio tan excesivo, pero ni aun puede competir con la ingeniosa traza de su inventor, Montemayor. Lo más útil de esta obra es el que intituló “Canto del Turia”, en que por medio de una ingeniosa fantasía poética hace un catálogo y elogio de los poetas valencianos más famosos hasta su tiempo. También hay noticia de otros trabajos de nuestro autor, respectivos a su profesión, que no llegaron a publicarse. Este es el elogio que le da Miguel de Cervantes en su “Canto a Calíope”:

Todas cuantas debidas alabanzas
diste a ilustres ingenios, ¡oh, Gil Polo!,
tú las mereces solo y las alcanzas,
tú las alcanzas y mereces solo.
Ten ciertas y seguras esperanzas
de que en la selva un nuevo mausoleo
te harán estos pastores, do guardadas
tus cenizas serán, y celebradas.






GRUPO PASO (HUM-241)

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2018M Luisa Díez, Paloma Centenera