Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Noticia de los poetas castellanos que componen el Parnaso español. Tomo V. [Biografía de] el doctor Gregorio Hernández de Velasco”
Autor del texto editado:
López de Sedano, Juan José (1729-1801)
Título de la obra:
Parnaso español. Colección de poesías escogidas de los más célebres poetas castellanos. Tomo V
Autor de la obra:
López de Sedano, Juan José (1729-1801)
Edición:
Madrid: Joaquín Ibarra, 1771


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Fuentes
Información técnica






El doctor Gregorio Hernández de Velasco, presbítero, doctor en Teología, nació en la ciudad de Toledo; el año no se sabe, pero a lo que se puede conjeturar debió ser a mediado del siglo XVI. Fue de tan ilustre y distinguida familia como denota su apellido, aunque se ignoran los nombres de sus padres, con los demás hechos de su vida y tiempo de su muerte. Es tan doloroso, como al parecer, increíble que no consten más completas memorias de un escritor tan ilustre por el siglo y por el lugar en que floreció, pero hasta ahora no se han podido descubrir. Solo de su célebre ingenio nos han quedado los admirables documentos de las traducciones, a cuya breve noticia reduciremos la de este famoso poeta castellano. Estas son la traducción de la Primera y Cuarta Égloga y toda la Eneida de Virgilio, impresa en diferentes años en Alcalá, Toledo, Madrid, Amberes y Zaragoza, junto con los versos del emperador Augusto, el libro 13º de Mafeo, llamado Suplemento de la Eneida, y la Letra de Pitágoras; y la traducción del Parto de la Virgen, poema heroico de Jacobo Sanazzaro, impreso en diversos tiempos en Toledo, Madrid y Sevilla. En todas estas obras manifestó su ingenio delicado y talento particular para traductor, acompañado con la grande inteligencia de ambos idiomas, pero con particularidad en la Eneida, a cuyo breve juicio se reducirá este artículo, mediante quedar ya hecho en su lugar el de las traducciones antecedentes, se aventajó de suerte sobre las demás obras, que con toda razón es tenida por una de las mejores traducciones que pueden honrar la lengua castellana. Es verdad que el gran mérito de este poema trae aparejada su mayor recomendación, pero no es por eso menos plausible en nuestro poeta el saber transferir con tal destreza todos los primores y galas de aquella obra inmortal y maestra, de suerte que, aun para los que entienden con perfección el original, hallan lo mismo que admirar y aplaudir en esta elegante copia, en cuanto permite el índole de ambos idiomas. Finalmente esta traducción sobre todas las demás en que únicamente empleó su talento, le acredita por uno de los maestros de la lengua castellana y de los que más la han enriquecido con tan famosas obras. La falta de noticias de este ilustre poeta castellano suplirá en cierta manera el dilatado elogio que le hace Lope de Vega en su Laurel de Apolo, pues es el primero con que da principio a la alabanza de los poetas españoles, sobre los muchos y muy debidos que le tributan cuantos tratan de sus excelentes traducciones:

Acudiendo el primero,
el Títiro español, nuevo Sincero,
cuya divina musa toledana
dio poder a la lengua castellana,
Gregorio Hernández, a quien hoy le deben
(aunque otros muchos prueben
a querer igualar su ingenio raro)
Virgilio y Sanazzaro
hablar con elegancia, y no con vana
pompa inútil la lengua castellana,
como diciendo en fácil melodía:
¡Ay, dulces prendas cuando Dios quería!,
o en el Parto sagrado de la estrella,
que cupo todo el sol del cielo en ella,
con estilo más limpio, más hermoso,
cándido y puro, que la luz del día:
Tú solo conducir, diva María,
puedes mi pluma a puerto de reposo,
puedes, y tú querrás, y así entro cierto
de hallar a tu divino parto puerto.






GRUPO PASO (HUM-241)

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2018M Luisa Díez, Paloma Centenera