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Título del texto editado:
[Vida de Aristótiles]
Autor del texto editado:
Bruni, Leonardo 1369-1444 [traductor anónimo]
Título de la obra:
Sin título
Autor de la obra:
Bruni, Leonardo 1369-1444; Decembrio, Pier Candido 1399-1477; David
Edición:
1458 a.


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Comienza el prólogo de Leonardo de Aretino al cardenal de Santa Cruz, sobre la vida de Aristótiles


Cuanto singulares et altos beneficios el filósofo Aristótiles a nos et al linaje humano haya dado, para en luz de todas disciplinas et para aquirir et alcanzar la muy loable invención de las virtudes et costumbres, todos lo saben et lo conocen. Non se falla, empero, casi persona alguna que sepa quién él haya seído o de qué linaje procediese, et por qué grados de estudios haya fecho el discurso de su vida o en qué tierras hobiese vivido et fenecido sus días.

De lo cual se causa que seamos habidos et reputados casi desagradecidos en recebir pronta et aparejadamente los beneficios et non curar de conocer el autor de aquellos. Lo cual yo considerando, deliberé de manifestar el sacar a luz esta parte de aquel tan alto varón, a nos fasta aquí obscura et non conocida. Así que ordené et puse en aqueste libro su vida et costumbres et las otras cosas que pertenecen a esta parte, coligiendo en diversos logares, por do haberlas pude, aquellas cosas que parecían pertenecer a cognición de aquesto. El cual libro principalmente a ti envié por cuanto ya antes de agora conosco de ti que, entre las muy grandes ocupaciones tuyas, te delectas muy mucho en leer et conocer los altos et claros varones. Et non dudo que por noticia de las tales cosas se seguirá que acerca de ti et de otras personas de bueno et abundante ingenio se acreciente autoridat et amor de aqueste filósofo.

Comienza la vida de Aristótiles


El filósofo Aristótiles fue natural de una villa o castillo llamado Estagira, logar de sí mesmo escuro, salvo que por claridat de aqueste claro varón resplandeció et se nobleció. Su padre hobo nombre Nicómaco, maestro en arte de Medecina, el linaje del cual se refería por sucesión et línea derecha et muy cierta en Macaón, fijo de Esculapio. Este Nicómaco, faciendo su vida con Aminta, rey de Macedonia, padre del rey Felipo, et teniendo con él oficio de médico et logar de amigo, podía mucho en el reino así por gracia como por riquezas; del cual Nicómaco nació Aristótiles el año de noventa y uno, según algunos dicen, del cuento de los Olimpias. Et su madre fue mujer non de oscuro linaje, llamada por nombre Festiada.

Aristótiles en la primera edat suya fue criado en Macedonia et después, como comenzó a venir en adolecencia, fue enviado en Atenas a que ende se diese a los estudios. E como él diese eficaz et gran diligencia acerca de los estudios de las otras ciencias, llegose después a Platón, el cual en aquel tiempo moraba en la Academia et la tenía muy noblecida et adornada con maravillosa solepnidat de discípulos. Dícese que Aristótiles era ya de edat de diecisiete años al tiempo que primeramente comenzó a oír de Platón. Et continuó et perseveró en su disciplina et oidor suyo por espacio de veinte años, non dejando cosa alguna de aquellas artes que parecían pertenecer a futuro muy alto el muy famoso filósofo. Era en él gran vivez et agudez de ingenio et por cierto non menor vigilancia et continuación de estudio. Et tanto era inflamado et ferviente en deseo de aprender a que non padecía consigo mismo que género o modo alguno de ciencia et doctrina a él fuese incónito o que él non sopiese. Así que non solamente él fue muy más singular en la una et en la otra Filosofía, más también en las artes de Dialética et Matemáticas él era en gran ventaja excelente sobre los otros. Et non solamente en estas, mas también las ayuntaba una perfecta conigción de Retórica et de Poesía. Era eso mismo tan curioso en estorias a que nin en el cielo nin en la tierra nin en los mares non quería dejar cosa que non sopiese. También era de maravillosa disposición et fisonomía et habilidat en su adolecencia et juventud, por manera que cualquier persona que lo viese diría que era nacido para todas cosas, según lo muestran así los metros muy fermosamente escritos, como la copia et compostura de prosa et suelta oración o modo de componer o escrebir.

Después que Platón fue absente de aquesta vida, Aristótiles se fue a Hermia, tirano de Atarneo, et estovo con él por espacio de cuasi tres años. Algunos profazadores fueron que retrataron aquesta su estada que allí estovo, diciendo ser poco perteneciente et non conveniente a filósofo. Et así mismo lo royen et despedazan mucho cerca de aquesta tal estada que allí fizo, et algunos que escribieron él la haber fecho por amores de una sierva, por la cual él se dice él se haber tornado casi desapoderado de su buen juicio. Et que por los tales amores moró tan luengamente con Hermia, cerca de lo cual le fue fecho por Teócrito Quío un epigrama o alta composición de metros, en la cual él por las palabras de Amarisimisana denuesta et reprueba la su turpeza, descompostura et obscureza de ánimo en aquel logar et en aquel tal fecho. Mas fáceme creer et pensar que estas cosas todas sean falsas et fingidas por profazadores et maldicientes el haber seído luego et muy prestamente llamado a Macedonia por el rey Felipo et por otros, et fue ende acrecentado, honestado et tenido en grande honor, et le fue dado Alexandre en su diciplina et doctrina; mereció eso mesmo alcanzar grande autoridat en el regno. E yo non sé por qué manera pueda creer nin piense que omne que non toviese entera, clara et limpia fama fuese en aquel tiempo de un así excelente rey llamado et tan deseado, et que fuese de él confiado un solo fijo que él tenía de tanta esperanza. Así mesmo fallo escrito por Demetrio Magnesio haber seído grande amistad entre Hermia et Aristótiles por cuanto él tenía por mujer una su nieta, et que Hermia lo retovo por esta causa cerca de sí en aquel tiempo.

Mas después que tornó en Macedonia él era el primero sobre todos los otros et él que en más honor et dignidat era tenido, tanto que el rey había grande admiración de su sapiencia et lo estimaba et reputaba casi grande honor de su regno et bienaventuranza et felicidad de sus tiempos et vida; lo cual bien parece et se muestra en la epístola que Felipo escribió de Alexandre a Aristótiles, en la cual dice tales palabras:
"A los dioses fago et do gracias, non tanto porque mi fijo nació, como por él ser nacido en los tiempos de tu vida, ca espero que él será por ti así criado et enseñado a que sea digno de nos et de la sucesión nuestra et de nuestros regnos. "
Diez años parece él haber estado con Alexandre, en el cual tiempo non solamente él se ocupó en lo doctrinar, mas en este mesmo tiempo, inquiriendo muchas cosas por sí mesmo et también por la potencia del rey, buscaba et escodriñaba las cosas muy ocultas et muy escondidas de la natura.

E después que Alexandre pasó con la hueste en Asia, Aristótiles se tornó para Atenas et comenzó a dar de sí copia, en [espacio en blanco] teniendo a la sazón Xenócrates la Academia. Muchas veces Aristótiles enseñaba andando por los portales et calles de la cibdat, cercado et acompañado de gran compañía de auditores, por la cual causa, así él como los que de él oían, son llamados filósofos peripatéticos. Son empero algunos que dicen que aquella parte del gimnasio de Atenas en que él enseñaba era un perípaton (conviene a saber: un logar conveniente para se pasear). Así que, según los académicos et los estoicos fueron así llamados por causa de los logares, así también los peripatéticos tomaron este nombre de aquel logar llamado perípaton, que, reducido de griego en latín et después de latín en castellano vulgar, quiere dezir paseadero. Aristótiles enseñó por espacio de trece años muy altamente en Liceo et fizo ende por su diciplina et doctrina muchos clarísimos homnes. E después, por aquella común envidia de los filósofos, fue acusado diciendo que non sintía bien de los dioses et de la creencia de ellos, por lo cual él temiéndose que, así como otro tiempo Sócrates pereciera por juicio, por ventura sería condenado. Et así mesmo temiendo que su amistad non fuese dañosa a Antipatre, el cual por entonces era en odio a los atenienses, dejada et desamparada su defensión, fuese a Cálquide et allí vivió después et fizo el tiempo de su vida fasta tanto que la feneció.

Resta agora et conviene, pues que ya por un apresurado pasaje discurrimos aquejosamente et habemos visto el espacio de su vida, que otra vez volvamos la fusta a mirar et ver et conocer las costumbres de un tanto varón et sus domésticos usos et cuasi su figura et diciplina et la muchedumbre de los libros por él escritos.

Fue, pues, de forma non muy apuesto, pero deshonestábalo mucho la delgadez de las piernas et la flaqueza et temoridat de los ojos. Así que por se ornar et guarnecer et se dar dignidad cuanto a los vicios del cuerpo, vestíase et usaba de vestidura algún tanto más noble et traía sus manos guarnecidas de anillos en honesta manera, et así mesmo sus cabellos et las otras composturas del cuerpo él por su industria las ornaba et componía sentida et avisadamente. E como él en los otros actos de la vida et en sus condiciones fuese muy temperado, sus costumbres eran en él muy graves et muy arredradas et ajenas de toda vileza et de todas burlas et deshonestas maneras; era otrosí benigno, manso et tratable mucho más de lo que parecía. La su humanidad et dilección, o bienquerencia, era muy singular a su patria et a los suyos et a su familia et a sus discípulos et, en efecto, a todas las gentes, lo cual poco adelante diremos et proseguiremos más especificadamente. Su patrimonio fue asaz abundoso, así por herencia de sus genitores como por dádivas et mercedes que hobo a recebir de los reyes, ca en Estagira, que era su naturaleza, él hobo grandes posesiones et heredades et rentas, de las cuales él vivió templada et liberalmente con su mujer et sus fijos. Cuanto toca a su casa haber seído copiosa et llena de servidores et familiares así como mujeres, su testamento lo demuestra asaz manifiesto, que face en él mención de cómo eran muy muchos, así másculos como fembras; e mandó en el tal testamento suyo que ninguno de los que le servían, caso que fuesen siervos, fuese vendido, mas que fuesen libres et quedasen en su libertad, non embargante que algunos nominó et dejó nombrados para en servicio de sus fijos et de su mujer.

Hobo Aristótiles dos mujeres, conviene a saber: a Pitaida et a Herpilide; de las cuales algunos son que dicen que Pitaida fue fija et otros dicen que fue nieta de Hermia Atarneo, aquel de que de suso dejimos. Así mismo son muchos que dicen que Herpilide fue su sierva, et que después que la primera mujer suya falleció, él hobo que facer et durmió con esta Herpilide. Et consiguientemente habidos en ella ciertos fijos, la tomó por su legítima mujer; de la cual, entre los otros fijos, hobo uno que se llamó Nicómaco, a quien él escribió el libro de las Éticas et fue desposada con él la fija de Nicanoro.

Seyendo la cibdad de Estagira destruida et derribada por el rey Felipo, Aristótiles alcanzó de él que fuese restituida et reedificada. Et escribió et ordenó en ella leyes et forma de república, de la cual después aquella cibdat usó nuevamente. E caso que Aristótiles era absente de su patria et naturaleza, siempre hobo de ella muy diligente cuidado et cura. E los cibdadinos que en ella eran, por tantos méritos et bienes como de Aristótiles recebieron, lo tovieron en tanto honor et reverencia a que, aún seyendo él vivo, ordenaron et establecieron días de fiesta et juegos que de cada un año se ficiesen por nombre et respeto suyo: et las tales fueron llamadas la solemnidat aristoteya, la cual aún dura en su tierra, et así mesmo los beneficios et bienes que de él recebió. En los suyos et en los a él alegados, él fue tan caritativo et tan benigno, et usó de tanta caridat et bienquerencia, a que parece casi superflua et demasiada la diligencia que puso acerca de la conservación de aquellos. Estando enfermo Nicanor, su yerno, Aristótiles fizo voto por él que, si sanidat recobrase, de facer dos estatuas, una a Júpiter que lo guardase et otra a Juno que le diese sanidat.

A sus discípulos él fue muy amable, et en especial amó de singular amor a aquellos que vido ser de más excelente ingenio et virtudes. Et singularmente parecen et se muestran señales et notas de muy estrecho amor et caridat que hobiese a Teofrasto, de las cuales la principal es aquesta: conviene a saber que, non seyendo este Teofrasto egual en linaje con él, ordenó en su testamento que él fuese su yerno si conteciese acaecer alguna cosa a Nicanor por la cual fuese complidero su fija de verse con otro casar. Cometió eso mismo et encomendó el cargo et cuidado de todos sus fijos et de todas sus cosas al arbitrio et voluntad et fe de sus propincos et discípulos, con los cuales, por solo honor, quiso que fuese Antípatro. Amó otrosí Aristótiles de tan singular amor a Calísteno, a que por respeto suyo non dudó de haber et recebir muy graves enemistades contra el rey Alexandre. Este Calístenes fue discípulo de Aristótiles et alcanzaba con él debdo por partes de su madre; el cual fue mancebo de muy excelente doctrina et disciplina. Este Calístenes fue enviado al rey por Aristótiles et, como él lo siguiese en Asia, fue muerto por Alexandre, ca lo hobo por actor de la conjuración de Ermolao que contra él se facía (caso que se falla por verdat este crimen de la tal conjuración serle falsamente opuesto). Créese empero por algunos que él vino en odio a Alexandre por la mucha osadía et libertad que tomaba en disputar et por la porfía que había en algunas contenciones, por la cual causa él lo mató; cuya muerte hobo Aristótiles en muy grave indignación et amargura, tanto que non perdonó a cuantas querellas et palabras calupniosas et detestables concebir et decir pudo en este caso et que fuesen de decir a otro de mayor estado que él. E de aquí se levantó la non obscura nin escondida malquerencia et odio, así que escribiendo Alexandre a Antípatro et faciendo mención en sus letras de aquesta conjuración, fizo por ellas grandes amenazas, diciendo que daría graves penas non solamente a Calístenes, mas también a aquellos que a él lo habían enviado, sintiendo sin duda de Aristótiles. Asimesmo, en este tiempo fueron enviados ciertos dones et dádivas muy grandes por Alexandre a Xenócrates, las cuales non solamente le envió por lo honrar, mas por ofender a Aristótiles et por lo espantar et que se sintiese casi menospreciado de él. Después de las cuales cosas se creyó que Aristótiles en oculto favorecía et consejaba a Antípatro, por manera que se apoderase del reino de Macedonia et lo toviese.

Los tiempos et sazón en que Aristótiles fue en Atenas fueron muy sin reposo et trabajos. Lo primero, por temor de Alexandre después que destruyó a Tebas et robó los cibdadinos et moradores que ende eran. Lo segundo, por las sospechas et debates de Antípatro, en el cual tiempo, seyendo principales oradores et omnes de alta elocuencia Demóstenes et Hipérides et Demades et Esquines, trastornaron et revolvieron muchas cosas en la república et la mezclaron en muchas turbarciones et discordias. De las cuales tempestades et escándalos siempre Aristótiles fue apartado et quitó et vivió seguro fasta los tiempos de Antípatro, el cual, después que muerto Alexandre, poseyó el reino de Macedonia. Et entonces, seyendo él a cierto día llamado a juicio por Eurimedonte, recibió primero et aceptó la defensión de la causa, et ordenó et escribió una oración o arenga, proposición judicial que ende ficiese. Después, temiendo el poco saber de los jueces et el favor et gracia del acusador, deliberó de desamparar el juicio et la prosecución de él antes del término et día que le era asignado. Así que fuyó et se partió dende et se fue a Cálquide et allí fue et fizo su vida después, non solamente con su mujer et sus fijos, mas también con muchos dicípulos et auditores que después se pasaron a él en aquel mismo logar, Cálquide.

Sus dicípulos fueron muchos, entre los cuales los más principales fueron Teofrasto et Menedemo et Aristóxeno, aquel que después por sobrenombre fue llamado Músico. Et como Calístene, el cual era excelente sobre todos, fuese por la violencia et fuerza del rey apartado de aquesta vida, quedaron principales de la dotrina de Aristótiles Teofrasto et Menedemo, así por su saber como por alto juicio et sentencia del mismo Aristótiles. Ca se dice que seyendo él enfermo de grave enfermedat et puesto en fin et término de sus días, por manera que ya de su salud se desafiuzaba et non se había esperanza alguna, que vinieron a él sus discípulos de consuno et le rogaron que al tiempo que él se viese puesto en el peligro de su vida et artículo de su muerte et en los dudosos pasos et inciertos del humano vevir, que le ploguiese dejar por principal de su dotrina aquel que él aprobase et conociese más sciente sobre todos los otros. E que Aristótiles, habiendo prometido de lo así facer ante de su muerte, non mucho después de aquesto, dijo que deseaba vino de Lesbio o de Rodas, et mandó que le fuese traído de beber de cada uno de aquellos vinos. Et bebió de cada uno de ellos apartadamente, et como hobo bebido del vino de Lesbio dijo esto: "por cierto es suave el especial vino." Bebiendo eso mismo de lo de Rodas dijo eso mesmo: "ciertamente también es esto bueno et de loar," en el cual fecho todos se tovieron por dicho et ninguno fue en duda que Aristótiles pronunció por su juicio et dio por su sentencia que Teofrasto et Menedemo eran excelentes sobre los otros discípulos, por cuanto el uno de ellos era por su naturaleza et linaje de Lesbio et el otro de Rodas. Este fue su juicio muy cauto et muy avisado por evitar la envidia de los otros dicípulos, ca pareció que lo dijo et que non lo dijo. Empero, por esta cautela, non pudo él excusar que algunos non se toviesen, ende aún que non a derechas pero por unos despensados desvíos, por ofendidos et despreciados de él, de los cuales se cree que el uno fuese Aristóxeno, según que después por sus obras et escritura pareció ser reprehendido. Este Aristóxeno fue de su nacimiento et linaje italiano et fue natural de Táranto. E por la excelencia de su arte hobo por sobrenombre ser llamado Músico.

Aristótiles pasó de aquesta vida presente al tiempo que había sesenta et tres años de su edad, el año de cuatrocientos treinta y dos de la fundación de Roma. En este mesmo año Demóstenes, el orador fuido de Atenas, murió en Italia, et Aristótiles, otrosí fuido de la misma cibdat ateniense, murió en Euboya. Es verdad que de la muerte de Aristótiles se hobo suspición él haber seído atosigado et haber bebido un veninoso bebedizo et yerbas con que murió, et así fue la fama. Et algunos escribieron que él de su propia voluntad tomó el tal bebedizo et murió con él. Lo cual non es de creer: antes yo lo tengo por cosa non verdadera, ca ¿para qué le cumplía a él fuir de Atenas et desamparar su tierra si después por su propia voluntad se había de matar? ¡Ca también podiera fenecer sus días et tomar el tal bebedizo en Atenas como en Euboya! Et bien es contraria a la tal suspeción de su muerte que él se hobiese muerto con las tales yerbas la ordenanza de su testamento, que fizo en Euboya, por donde parece él non haber recebido la muerte de su propria voluntad. El cual testamento comienza en esta manera: "Serán todas las cosas rectamente, empero si alguna cosa contezca, Aristótiles fizo su testamento en este modo." Pues ¿quién es aquel que non ve si aqueste tal principio non ser de hombre desesperante, mas tal que deseaba et quería la vida? Como sea et parezca por sus palabras evite aquella palabra morir, salvo serán todas las cosas derechamente si la vida restare. Así que yo en esta parte siento et creo con aquellos que dijeron él haber fallecido de enfermedad, los cuales son muchos et más ciertos autores que los otros.

Asaz me parece que sea haber recontado et referido aquesto de su vida et costumbres et usanza doméstica, que non se deben tanto de acatar et considerar estas cosas en los filósofos, cuanto se debe parar mientes a su diciplina et claros estudios, de los cuales yo comenzaré a decir et contar.

Siendo aún vivo Platón, Aristóteles comenzó a ser diferente et apartado de él en muchas cosas, et non fallecían dicípulos que siguiesen a Aristótiles. Non embargante que en la suma de las cosas non se cree que sea contrariedat o disensión entre ellos cuanto a filosofía, ca bien parece que los antigos académicos et los paripatéticos sintieron una mesma cosa en las sentencias filosóficas, las cuales partes ambas, así los académicos como los paripatéticos, procedieron de la diciplina de Sócrates et de Platón. Et también parece haber sentido por una misma manera cerca de las virtudes et de los bienes et de los males et de la natura de las cosas et de la inmortalidat de los ánimos, teniendo así los unos como los otros una opinión cerca de ello. Así que, generalmente et cuanto toca a la suma de las cosas, non fue entre ellos discrepancia nin desacordanza alguna; mas cuanto atañe a algunos medios et partecillas pequeñas parece ser algún tanto contrarios et apartados unos de otros.

Fue Platón varón singular et excelente, dotado et guarnido de ciencia de muchas et varias cosas; et fue homne de tanta elocuencia a que su alto decir parece ensalzarlo a él mesmo sobre cuanto la condición humana padece. Son otrosí algunas veces sus diciplinas tales que más se esfuerzan et fortifican por consentimiento de buena voluntad que por necesidat de prueba, que él en ellas traía nin faga; ca en cuanto toca a la natura del ánimo et de su apartamiento de la carne et de como deciendo en los cuerpos, muchas cosas se leen de él dichas a los homnes más que probadas. Et cerca del constituir et ordenar el muy bueno et muy alto estado de la cibdat, algunas veces él siente algunas cosas las cuales mucho son diferentes et aborrecibles del nuestro uso en costumbre de vevir. Ca él ordena et manda las mujeres ser comunes et non se puede pensar una cosa más inexplicabile, nin menos de consentir que la tal, la cual, si se mantoviese, ninguno sería el que podiese conocer nin saber cuáles eran sus ciertos fijos o cuáles los ajenos. Quitó eso mesmo los derechos de los patrimonios et quiso que todas las cosas de todos fuesen comunes, así que contra estas cosas o las semejantes, esforzándose Aristótiles et habiendo probable materia de lo contrariar, él fallaba dicípulos que los siguiesen, seyendo aún vivo Platón. Demás de esto, la doctrina de Platón es varia et incierta, et en todas partes allega et induce a Sócrates et procede sin ordenanza alguna de diciplinas et estudios, discurriendo como quien va de la cárcel a las coces diciendo agora uno agora otro, según su albedrío. Et en sus disputaciones non parece tanto él decir lo que siente, cuanto se muestra contradecir et desfacer las sentencias et dichos de otros.

Mas por cierto Aristótiles fue más cauto en enseñar, ca non acomete nin dice cosa alguna que non pueda probar. Es así mismo temprado en sus opiniones et imaginaciones, por manera que parece él ayudar a las cosas que son, se tratan et se platican en el uso et vida común, et que non piensa otras cosas ajenas, aborrecibles et apartadas de ella, et jamás sin provecho alguno. Cerca de lo cual, en las mesmas cosas, su explicación et dotrina fue muy ordenada et muy diligente por manera que, agora la dé en Lógica, agora en Física, agora en Éticas, continuadamente hay en todas partes dotrina . Él desde los comienzos de las cosas fasta el fin de aquellas siempre conduce et trae ciencia, como padre diligente que non solamente engendra los fijos, mas criándolos en la niñez et en la adolecencia, non los desampara nin deja fasta tanto que, por continuado estudio de diligencia, los trae et pone en edat de hombres. La cual continuación et diligencia de dotrina non fue en Platón, o porque él non pensase ser complidera, o porque él non quisiese, o por ventura porque él despreció las tales cosas, así como pequeñas et menudas, et casi elemento de las diciplinas. Así que sus libros son más convenientes et más aptos para hombres que son ya perfectos et robustos en diciplina, et non pueden asaz debidamente enformar nin instituir a los que son tiernos.

Mas ciertamente non se debe negar que el linaje humano debe mucho a Aristótiles, el cual coligió et redujo casi a un cuerpo los estudios et diciplinas que antes de él estaban variamente esparcidas et derramadas. Et las coligió cada una de por sí, et le plogo et tovo por bien de nos las dar en dotrina, así que los que quieren aprender conviene que se abracen con él; ca por cierto sus libros son tales et por tal manera escritos a que bien parece por ellos él haber querido instituir los pequeños et criar los medianos et ejercitar los ya robustos et fundados, e que recibió et tovo cuidado et pensamiento de toda nuestra edat. Et non solamente en la Filosofía, aunque verdaderamente es en ella muy excelente et de grande alteza, mas también fue muy curioso en las otras artes o facultades. Ca él explicó et declaró el arte de la Retórica por muchos volúmenes, et toda su fuerza et natura, ornamento et compostura; e así mesmo escribió muchas cosas de la poesía. En efecto, él fue muy estudioso en ambas estas facultades. Fállase por verdat el haber ejercitado los mancebos en la elocuencia, et después del mediano tiempo haberles dado los preceptos et dotrinas del alto et compuesto decir, et haber instituido deberse mezclar la sapiencia con la elocuencia. Lo cual dicen él haber fecho movido por haber gloria de Isócrates rétor; el cual, en caso que era a gran diferencia, non egual en ciencia con Aristótiles abundaba. Empero él tenía gran copia de dicípulos et alcanzaba eso mesmo gran fama, por lo cual se dice haber dicho Aristótiles que era cosa absurda callar él, pues que Isócrates fablaba et que por esta manera él enseñó la elocuencia et tovo sus dicípulos a la oír.

Verdaderamente, Aristótiles las cosas que escribió todas las guarneció et compuso de ornamentos et de figuras, lo cual parece manifiestamente en sus libros. E por cierto yo he esperimentado et probado en algunos doctos homnes, empero non enseñados en las griegas letras, et fallo según ellos que non se dará fe a mi afirmar, en cuanto yo alabo la elocuencia de Aristótiles et los tales han acostumbrado de leer algunas non verdaderas nin propias traslaciones de aqueste filósofo, según las cuales ellos lo creen haber seído intricado, oscuro et non compuesto en su decir. Mas aquellos libros non son de Aristótiles nin si él viviese querría que fuesen dichos suyos, mas son simplezas et rudezas de los trasladadores, ca él sin duda alguna quiso ser muy polido escritor, et lo que quiso hobo cuidado de ello, et aquello de que hobo cuidado sópolo alcanzar et alcanzolo. Mas porque mis palabras non facen fe, llegue en esta parte la autoridat de Marco Tulio Cicerón, al cual, si los tales non creyeren et a su juicio, ¿a quién creerán o darán fe por juez de la elocuencia? Fállase, pues, en el libro de los Tópicos que fizo Marco Tullio a Trebacio, et es escrito en el prohemio de aquel por esta manera: "Tanto más son de reprehender, por cuanto non solamente se debieran mover et atraerse por las cosas que de Aristótiles fueron dichas et falladas, a lo deprender, mas también por la incredibile suavidat et copia de su decir. " Así mesmo dice Tullio en el primero libro De los fines de los buenos el de los malos: Creo que te deleitas menos con Epicuro por cuanto despreció aquestos ornamentos et alteza de decir de Aristótiles et de Teofrasto. Así que en el primero dicho Marco Tullio da et atribuye a Aristótiles incredíbile suavidat et copia, et en el segundo ornamentos et alteza de decir. También en las epístolas que escribe a Léntulo, Marco Tulio dice tales palabras: "Escrebí tres libros" Del orador, "los cuales yo creo que non serán sin provecho al nuestro Léntulo, ca aborrecen usar de los comunes preceptos et abrazan toda la razón oratoria aristotelia et isocratea de los antigos. " Otrosí el mesmo Tulio, en las escrituras que escribe a Pomponio, dice así: "El mi libro consumió todo el maravilloso almario de Isócrates et así mesmo todas las arquillas de sus dicípulos et también la especiería o especias aristotelias. " Escribió otrosí en el libro De los retóricos por esta manera:
"Los antigos escritores de aquesta arte, repitiéndolos desde el comienzo de aquel príncipe et inventor de ella, Ctesia, todos los concluyó et juntó Aristótiles en uno et, buscando nombrada et distintamente los preceptos et mandamientos de cada uno de ellos con gran diligencia et cura, los escribió de consuno altamente, et las cosas que estaban anudadas et oscuras las declaró, et tanto dio et atribuyó a los tales inventores, por suavidat et por brevedad, a que ninguno es que los preceptos de aquellos conozca por los libros por ellos fechos; mas todos los que querrán entender lo que ellos mandan, vuélvanse a Aristótiles como a uno que es más provechoso explicador de sus obras."
Así mesmo, fablando en el primero libro de los que escribe A Herenio de la arte de la Retórica, dice así: "Aristótiles, el que en esta arte administró muy mucho las composturas et ornamentos."

Et como muchos semejantes et otros testimonios de muy doctos hombres se fallan de la elocuencia de Aristótiles, los cuales bien sería cosa prolija haberlos de recontar todos agora aquí, dejen pues aquestos de querer en su niñez mensurar et escodriñar la facundia et alto modo de decir que Aristótiles hobo. Ca algunos son de aquellos que en nuestra edat quieren ser habidos et reputados por filósofos que tienen solamente las primeras letras et, faltando de la Gramática, sin madureza et rudos et llenos aún de las tinieblas de la niñez, van corriendo et aquéjanse por oír aquellas cosas de las cuales nin entienden las palabras nin la significación, et a gran pena miran tan solamente a la sombra de aquellas.

Mas en Aristótiles todas las cosas son perfectas. Ca él trabajó en los estudios cuanto jamás trabajase otra persona alguna, et conoscía muy diligentemente a todos los poetas, et algunas veces se ejercitaba todo en componer versos; et non dejó por ver nin estudiar ninguno de los oradores que ante de él fueron, et los libros de la Retórica que él fizo declaran et manifiestan cuánto con diligencia él hobiese guardado et mantenido los preceptos et dotrinas del ordenado modo de fablar. Muestran eso mesmo et prueban la diligencia que él hobo en escrebir aquellas muy menudas cosas que él fizo, en las cuales manda deberse guardar los pies et los números non solamente en los metros, mas en la prosa. Así que desecha él et non da autoridat a dátilo et a tríbaco, como aquellos que dan de sí unos pies et números cuasi yertos, luengos et desordenados, et una prosa arredrada en sí mesma. Despreció eso mesmo a los jambos et a los troqueos como a aquellos que le parecieron cortos et abatidos. Et aprobó en especial los peanes, que son por dos maneras: conviene a saber que de una sílaba que es luenga, a la cual siguen tres breves, o de tres breves et la postrimera luenga, de los cuales el un modo asignó a los comienzos et el otro a las cláusulas. Fállanse et son muchos libros suyos retóricos, por los cuales non solamente él haber estudiado en elocuencia, mas también se manifiesta él haber querido enseñar a otros en ella. En los cuales libros ¡cuánta sea, oh señor Dios, la guarda et buena ordenanza! ¡Et cuánto diligente et rumiado et trillado el dar de sus preceptos et dotrinas! ¡Et cuánto vivo et muy agudo el volver et trastornar de las cosas pertenecientes a la tal arte!

En verdat yo querría que me lo dijiesen aquellos que non creen que Aristótiles fuese homne elocuente; o querría ver si me dirían que él non curó de lo ser; o que, aunque curó et se trabajó por ello, que non alcanzó la elocuencia. Cuanto toca a lo primero de decir que él non curó de ello, ¿cómo se puede esto afirmar, pues que él fizo et escribió tantos volúmenes de aquesta arte? Pues decir que, dándose tanto al estudio de la elocuencia un hombre de tan excelente ingenio, non la alcanzase, bien sería loca et desabrida imaginación la tal. Ca bien se manifiestan muchos testimonios de infinitos muy elocuentes homnes que loan la elocuencia de Aristótiles por maravillosos loores. En verdat que, si non fuese por la luenga prolijidat que se causaría, que yo recontase et dijese casi infinitos libros suyos cerca de aquesta arte, por los cuales mostraría el su alto arteficio en decir, et todos los ornamentos de las palabras et sentencias que se requerían. Mas cerca de esto baste asaz lo que ya dicho es. Et pasemos a las otras cosas.

Aristótiles escribió tantos libros a que non solamente en los leer, mas en los contar, podría fatigar al auditor. Et así mesmo non solamente escribió aquellos que a las gentes son en noticia et se leen et tratan entre ellos, mas también escribió otros muy muchos que se perdieron. Et non embargante que sus obras et sus escrituras fueron por muchas maneras et diversas et varias, puédense empero reducir a cuatro géneros o maneras de escrebir et componer libros. De las cuales, la una parte contiene la razón de la elocuencia et de inclinar et atraer las gentes a lo que las personas quieren; la otra pertenece a la cevil et moral diciplina; la tercera se refiere al declarar, abrir et escodriñar los preceptos o mandamientos et buenas doctrinas; por la cuarta se explican et se abren los secretos de la natura et las causas et razones de las cosas muy ocultas et ascondidas.

Et en aquel primero género o manera de escrebir que primero posimos se cuentan las artes de su retórica explicadas en muchos libros, en diversos volúmenes. Et en este mesmo género se deben poner aquellas cosas De las cuestiones homéricas que él puso en seis libros, et lo que Del arte poética escrebió en dos libros, et lo que de la fabla De los poetas escribió en un libro e lo que De los poetas escribió en tres libros, et lo que De las tragedias escribió en uno. Añado también a este género las amonestaciones et las epístolas que escribió a Felipo et a Alexandre et a Olimpíade, et las que envió a Efestiona et a Antípatro. E así mesmo pongo en este género los versos et metros por él fechos, et la oración o arenga, oposición judicial que escribió en defensión suya.

Pues cuanto toca a los morales et civiles libros, muy muchos son los que fueron por él escritos, ca escrivió A Eudemio ocho libros De las costumbres, los cuales aún hoy día duran, et dos libros De los grandes morales, et diez libros A Nicómaco, en los cuales se piensa que sea toda la perfección de su doctrina et diciplina. Demás de esto escribió dos libros De los iconómicos et ocho libros De los políticos, con los cuales se deben añadir aquellos libros en los cuales fueron escritas las costumbres, ordenanzas et estatutos de ciento et cincuenta et ocho cibdades, las cuales él escribió con mucha diligencia et cura. Allende de esto, escribió cuatro libros De justicia et dos libros De la gubernación de la república, et un libro De la delectación et tres libros Del sumo bien, et un libro De la real gubernación, et dos libros que provocan las personas a virtudes, et tres libros Sobre las leyes de Platón, et tres libros Sobre la república de Platón, et cuatro libros De las leyes, et un libro De las riquezas et abundancia et un libro De la nobleza, et un libro De los votos et preces.

Cerca de los otros dos géneros que dejimos, de los cuales el uno posimos en la razón de aclarar et manifestar et escodriñar las cosas et el otro en la inquisición de los secretos de la natura, muchos fueron sus libros, los cuales aún hoy día duran et todos sabemos cuántos allende de estos sean perdidos et non se fallan. Et bien sería, en verdat, cosa muy trabajosa et grave negocio haberlos de recordar todos por el presente, ca se dice por verdat él haber dejado más de trescientos libros por él escritos. De los cuales según su gran muchedumbre hoy se fallan pocos, pero creo que sean muy especiales, muy buenos et muy aprobados.


Fenece La vida de Aristótiles. Deo gratias






GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera