Información sobre el texto

Título del texto editado:
“De la vida del auctor y de la intinción que le movió a escrebir y del título de la obra”
Autor del texto editado:
Núñez de Toledo, Hernán (ca. 1475-1553)
Título de la obra:
Las CCC del famosísimo poeta Juan de Jena co[n] glosa de Hernand Núñez de Toledo
Autor de la obra:
Mena, Juan de (1411-1456)
Edición:
Sevilla: Juan Pegnicer de Nuremberga Magno y Thomas, socios / Hernán Núñez de Toledo, 1499


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De la vida del auctor y de la intinción que le movió a escrebir y del título de la obra


Porque veo ser costumbre usada entre los que exponen alguna obra, primero que vengan a la declaración de ella, tratar de la vida del auctor y de la intinción que le movió a escrebir y del título de la obra, seguiremos nosotros aquí esta orden y de cada una de estas cosas diremos algo antes que comencemos la exposición.

Y cuanto a la vida del poeta, Juan de Mena fue natural de Córdoba, cibdad principal en el Andalucía, hijo de un ciudadano de ella llamado, segund algunos dicen, Pedrarias, hombre de mediano estado y de una hermana de Ruy Fernández de Peñaloza, veinte y cuatro en la dicha ciudad y señor de Almenara. Y como pocos días después de Juan de Mena nascido su padre fallesciese, quedaron él y una hermana suya huérfanos, y pasada Juan de Mena su niñez entre sus parientes, siendo de edad de veinte y tres años, comenzó a dar obra al estudio de las letras. Aprendió en Salamanca y en Córdoba, y, segund dicen, fue a Roma y allá también aprendió algund tiempo. Casó en Córdoba con una hermana de García de Vaca y Lope de Vaca; no hobo hijos. Fue muy dado al estudio de la oratoria y poesía y a la composición del metro castellano, en el cual fue tan excellente que entre todos los otros poetas castellanos obtuvo tanta ventaja "velut inter ignes luna minores," como dice Horacio. Y ni antes de él ni hasta nuestros tiempos ni en los venideros, si es de decir, pienso que habrá otro con quien le podamos comparar. Compuso entre otras obras tres principales: la primera, la Coronación del preclarísimo y literatísimo caballero, el señor don Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, agüelo de vuestra magnificentísima señoría; la segunda, estas Trecientas, en las cuales, con el fervor de la juventud se demostró muy imitador de los poetas antiguos; la tercera y última, más llegada a la contemplación y a nuestra religión, fue las Coplas de los vicios y virtudes, la cual, prevenido de la muerte, no pudo acabar. Fue secretario de latín del rey don Juan, y veinte y cuatro de Córdoba, el cual oficio administró con tanta prudencia que fue voz mayor en el cabildo. Y después, cuando intituló esta obra al rey don Juan, el rey le hizo su coronista. Murió, segund veo ser común opinión, de dolor de costado, siendo de edad de cuarenta y cinco años. Está enterrado en la iglesia de Tordelaguna, lugar del arzobispado de Toledo, cabe el altar mayor, donde le mandó enterrar el sobredicho señor marqués de Santillana, agüelo de vuestra ínclita señoría, el cual le mandó facer la sepultura a sus espensas. Y esto cuanto a la vida de Juan de Mena.

Cuanto a la intinción que le movió a escrebir, fue la que por la mayor parte suele mover a todos los que escriben algunas obras: deseo de ser loados y tenidos por scientes y hacer su nombre inmortal. Porque como Tulio escribe en la primera "Tusculana, Honos alit artes omnesque incendimur ad studia gloria," que quiere decir: "La honra cría las artes y todos nos incitamos al estudio por cobdicia de la gloria. No ignoró esto Ovidio cuando dijo en el tercero De arte amandi: quid petitur sacris nisi tantum fama poetis, hoc votum nostri summa laboris habet" (significa: "¿qué piden los sacros poetas sino sola la fama? Este es el último fin de nuestro trabajo" ). Otrosí movió a Juan de Mena gana de escrebir los hechos del rey don Juan, en cuyo tiempo él floreció, y de otros muchos famosos caballeros que murieron en su tiempo haciendo guerra a los moros y en otras loables conquistas.

Cuanto al título de la obra, es este: Comienza el labirinto de Juan de Mena, poeta castellano, intitulado al muy esclarecido y poderoso príncipe don Juan el segundo, rey de Castilla y de León, etc. Donde es de saber que labirinto era antiguamente edificio en parte debajo de tierra, lleno de muchas callejas y puertas y salidas y entradas, tan semejantes las unas a las otras que quien allí entraba era imposible poder salir, si no llevase alguna guía que toviese decorados y sabidos los flexuosos ámbitos de aquel edificio. Y a semejanza de este edificio que contenía en sí mucha dificultad para poder salir de él el que una vez entrase, llama Juan de Mena a esta su obra Labirinto, porque es obscura y contiene muchos lugares difíciles de entender que no son obvios ni abiertos a todos. Y en esta foelicidad de título imitó Juan de Mena a algunos auctores que por el semejante pusieron a sus obras títulos insolentes y superbos, como digamos: Ceras amaltheas, Copie cornu, Musarum silvarum, Lectionum antiquarum, Lectionis sue, Pinacidion, Enchiridion, Pandectas, Diatribas, De regia philosophia, De natura humana, Epistolicarum questionum, Memoriales titulos, Limon, y otros títulos festivos y amoenos con los cuales pensarás que has de hallar en el libro leche de gallina, como dice Plinio.

Ítem, es de notar que los poetas de cualquier género que sean escriben en uno de tres caracteres o formas de decir. El primero es en que solamente habla el poeta, como Vergilio en las Geórgicas; el segundo es en que nunca habla el auctor, sino las personas que introduce, y este se llama drammático, del cual usan los poetas cómicos y trágicos; el tercero es mezclado de estos dos, en que a las veces habla el poeta, a las veces las personas que introduce, el cual siguió Vergilio en la Eneida y otros poetas latinos, y Juan de Mena en esta obra.

E porque los nuevos scriptores adquiren mayor auctoridad si confirman lo que dicen con testimonios de idóneos y aprobados auctores, y asimismo, como dice Plinio, es de hombres ingenuos y verecundos confesar por quién aprovechan, quise poner aquí los nombres de aquellos escriptores a quien sigo y de quien recoligí y tomé todo lo que en esta mi exposición puse. Los cuales entre filósofos, teólogos, oradores, poetas, grammáticos, matemáticos, históricos y geógrafos son pasados de ciento y cincuenta:

Acrón, Aeliano. Aemilio Esparciano. Aemilio Probo. Agrecio. Alberto Magno. Anneo Séneca. Anselmo. Antonino. Apiano Alejandrino. Apulegio Madaurense. Apuleyo, gramático. Arato. Aristóteles. Aulo Gelio. Ausonio. Besarión. Blondo Flavio. Campano. Casiodoro. Catulo. Censorino. César Germánico. Cipriano. Claudiano. Collumela. Cornelio Nepos. Cornelio Tácito. Dares Frigio. Demóstenes. Diódoro Sículo. Diógenes Laercio. Diomedes. Dion. Dioniosio Halicarnaseo. Dionisio Libico. Donato. El papa Pío. Eschines. Estacio. Estrabón. Eusebio Cremonense. Eusebio Pánfilo. Eutropio. Falaris. Fenestella. Filelfo. Foca. Focílides. Frontino. Fulgencio Planciades. Genadio. Georgio Trapezuncio. Hermes Trismegisto. Herodiano. Heródoto Halicarnaseo. Hierocles. Higinio. Hilario. Hirtio o Oppio. Horacio. Joan Carmelitano. Josefo. Julio Capitolino. Julio César. Juvenal. Lactancio Placido. Lampridio. Lapro. Latino Pacato. Laurencio Vala. Licencio. Lucano. Luciano. Lucio Floro. Lucrecio. Macrobio Teodosio. Mamertino. Marcial. Marciano. Marco Varrón. Modesto. Nazario. Nicolao de Lira. Nonio Marcelo. Ovidio. Paladio. Paulo Diácono. Paulo Osorio. Persio. Petrarca. Pitágoras. Platina. Platón. Plauto. Plinio. Plinio el segundo. Plutarco. Polibio. Pollio Trebellio. Pomponio Mella. Porfirio. Posidonio. Prescian. Propersio. Próspero. Prudencio. Ptolomeo. Quintiliano. Quinto Curcio. Rufo Sexto. Rufo Sexto. Salustio. San Agostín. San Ambrosio. San Basilio. San Bernardo. San Crisóstomo. San Gregorio. San Hierónimo. San Isidoro. Santo Tomás. Sedulio. Séneca trágico. Septimio. Serbio. Sereno. Severino Boecio. Sexto Pompeyo Festo. Sidonio Apolinar. Silio Itálico. Sócrates. Solino. Suetonio Tranquillo. Teofrasto. Terencio. Tertuliano. Themistio. Tibulo. Timolao. Tito Livio. Tortellio Aretino. Trogo Pompeyo. Tucídides. Tulio. Valerio Flaco. Valerio Máximo. Vegecio. Vergilio. Victorino. Victruvio Pollión. Vullcacio Gallicano.





GRUPO PASO (HUM-241)

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2018M Luisa Díez, Paloma Centenera