Información sobre el texto

Título del texto editado:
Relación sucinta del nacimiento, patria, ascendencia, estudios, servicios, méritos, trabajos y actual estado de D. Antonio de Campmany, para noticia en lo venidero de sus hijos y sucesores hoy prófugos, destituidos de todos los documentos y manuscritos originales, que tuvo que abandonar en Madrid en 4 de diciembre de 1808, con motivo de su repentina emigración de aquella corte, donde tenía su domicilio
Autor del texto editado:
Capmany, Antonio de (1742-1813)
Título de la obra:
Relación sucinta del nacimiento, patria, ascendencia, estudios, servicios, méritos, trabajos y actual estado de D. Antonio de Campmany, para noticia en lo venidero de sus hijos y sucesores hoy prófugos, destituidos de todos los documentos y manuscritos originales, que tuvo que abandonar en Madrid en 4 de diciembre de 1808, con motivo de su repentina emigración de aquella corte, donde tenía su domicilio
Autor de la obra:
Capmany, Antonio de (1742-1813)
Edición:
Cádiz: 1810


Más información



Fuentes
Información técnica





Relación sucinta del nacimiento, patria, ascendencia, estudios, servicios, méritos, trabajos y actual estado de D. Antonio de Campmany, para noticia en lo venidero de sus hijos y sucesores hoy prófugos, destituidos de todos los documentos y manuscritos originales, que tuvo que abandonar en Madrid en 4 de diciembre de 1808, con motivo de su repentina emigración de aquella corte, donde tenía su domicilio


Don Antonio de Capmany nació en Barcelona en 24 de noviembre del año 1742, y fue bautizado el día siguiente en la catedral de dicha ciudad. Fueron sus padres don Jerónimo de Capmany, caballero domiciliado en Barcelona, y doña Gertrudis Surís, ambos naturales de la villa de San Feliu de Guixols, en la costa de Cataluña.

Su padre, aunque nacido en dicha villa y bautizado en aquella parroquial iglesia en 1708, descendía de la ciudad de Gerona, en la cual tenía la casa solar su antiquísima familia de ciudadanos, en cuya honorífica clase estaba inscrita desde el año 1495, según consta en las matrículas del archivo municipal.

Su abuelo, llamado también Jerónimo, nació en Gerona en 1660, fue lugarteniente de Bayle, general de Cataluña por real cédula de Carlos II en 1694, y, hallándose de primer jurado de aquella ciudad en 1710 y comandante de la milicia urbana en el sitio que sufrió de los franceses mandados por el duque de Noailles, se resistió a la capitulación y, por tanto, tuvo que emigrar a Génova, quedando sus casas y haciendas confiscadas, y reducida su familia a la indigencia, como las de otros partidarios de la causa del Archiduque. Murió en 1744.

Su segundo abuelo, llamado también Jerónimo, que asimismo nació en Gerona en 1630, fue capitán del tercio de nobles que levantó dicha ciudad en 1655 contra la invasión de los franceses, y se halló en la defensa de Palamós de 1660 y en la de Rosas, sirviendo a sus expensas, por cuyos méritos fue creado y armado caballero con real privilegio de Carlos II en 1671 para él y sus hijos y sus descendientes varones, y consta en los registros del real y general archivo de la corona de Aragón establecido en Barcelona. Murió en 1684.

Su tercer abuelo fue Pablo Capmany y de Montpalau, por ser hijo de Miguel Capmany y de doña Esperanza de Montpalau, presunta heredera de la noble familia de este nombre, señores de la casa y castillo de Montpalau en el lugar de Argelauer, corregimiento de Gerona. Nació en 1592 y murió en 1640.

Esta familia de Capmany poseía antes de la guerra de sucesión varias casas en Gerona y haciendas en el Ampurdán, sin contar otras en la villa de San Feliu de Guixols, como también el dominio de la notaría de esta villa y cinco feligresías del Valle de Aro, el Guardianaje del puerto, llamado hoy Capitanía, y el patronato de muchos beneficios fundados en la catedral de Gerona y parroquia de Palamós. La tumba propia de la familia está en la colegiata de San Félix de Gerona, en la capilla de Santa Ana.

Dicho don Antonio estudió la gramática, las humanidades y la lógica en el Colegio Episcopal de Barcelona. Entró de cadete en los dragones de Mérida, y de allí pasó a subteniente del segundo regimiento de tropas ligeras de Cataluña, y con él se halló en la guerra de Portugal de 1762. Después de nueve años de servicio, se retiró en 1770, hallándose en la villa de Utrera, reino de Sevilla, en cuya capital había el año anterior casado con doña Gertrudis de la Polaina y Marquí, natural de dicha villa. Allí tuvo una comisión real para traer a las nuevas poblaciones de Sierra Morena una colonia de familias catalanas, así de artífices como de hortelanos, la que desempeñó bajo la dirección del superintendente don Pablo de Olavide, a cuyo lado vivió un año entero en La Carolina, hasta que por la desgracia que padeció aquel magistrado se retiró a Madrid a procurarse otra fortuna. Allí fue admitido en la Real Academia de la Historia en 1776, y en 1790 fue elegido su secretario perpetuo. En los 35 años de su residencia en la corte hasta el día que tuvo que emigrar a la Andalucía con motivo de la invasión de los franceses en ella, además de las muchas producciones de su pluma que dio a la luz pública sucesivamente, tuvo varias comisiones y encargos del Gobierno, así literarios como políticos. Fue nombrado secretario con voto de una junta de arbitrios que de orden de su majestad presidía el marqués de las Hornazas, del Consejo de Estado, compuesta de los fiscales de Castilla, del director general de Rentas y de dos comerciantes.

También fue nombrado secretario con voto de otra junta que de orden real presidió don Bernardo de Iriarte, del Consejo y Cámara de Indias, compuesta de un ministro de cada uno de los Consejos para el examen del nuevo plan de fomento de la isla de Ibiza que presentó al rey don Miguel Cayetano Soler.

Fue también nombrado colector y editor de los tratados de paz de los reinados de Felipe V, Fernando VI, Carlos III y IV, que publicó en 1800 en tres tomos en folio, con la traducción castellana, para cuya comisión se le franquearon los archivos del antiguo Consejo de Estado y de la primera Secretaría del Despacho. Por este trabajo y por los demás que se ofrecieren en este ministerio se le señalaron sobre la renta de Correos 12.000 reales anuales.

En 1785 tuvo la comisión por su majestad para el reconocimiento y arreglo de los archivos del Real Patrimonio en Cataluña y formación de una historia diplomática.

En 1802 tuvo otra real comisión para el reconocimiento y arreglo de los archivos del Real Patrimonio en Cataluña, que estaban abandonados. Los arregló y planteó en oficina formal, con reglamento para su custodia, despacho y uso público, gozando del título de director de ellos con una asignación anual de 6.000 reales.

Últimamente, fue nombrado por la Superintendencia de Imprentas del Reino, con real aprobación, censor de los periódicos que se publicaban en la corte, con asignación de 1.400 reales anuales.

En este estado de paz y tranquilidad, gozando del aprecio del Gobierno y de la estimación de las gentes, disfrutaba de 48.000 reales entre sueldos y pensiones, ganados por sus servicios en los encargos que desempeñó, y eran 24.000 sobre la renta de Correos, los 12.000 por el mérito de sus obras publicadas bajo los auspicios del Gobierno, y los otros 12.000 por los tratados de paz; 4.400 por secretario jubilado de la Real Academia e la Historia; 6.000 por director de los archivos del Real Patrimonio; 5.000 pagados por el Consulado de Barcelona por las obras que publicó del antiguo Comercio y Marina de aquella ciudad; 4.400 por censor de periódicos; y 4.200 por diputado del Ayuntamiento de Barcelona.

Todas estas rentas, sueldos y asignaciones las perdió gustoso, huyendo a pie, a los 68 años de su edad, de Madrid y de la vista y dominación francesa, con sola la ropa que traía encima en aquel momento, abandonando su casa, sus libros, sus manuscritos y trabajos medio concluidos, sus haberes, sus conveniencias y hasta su mujer y nuera enfermas, que no pudieron seguirle. Llegó a Sevilla el día primero de enero de 1809 casi desnudo; se presentó al Gobierno Supremo manifestando su indigencia, y, hecho cargo este de los méritos, servicios y patriotismo del prófugo, le señaló 18.000 reales anuales sobre la renta de Correos, a cuenta de los 24.000 que gozaba en Madrid sobre la misma. Allí se le encargó la redacción de la gaceta del Gobierno, que estaba interrumpida desde que entraron los franceses en Madrid.

Fue nombrado en Sevilla vocal de la Junta Consultiva de Cortes. Tuvo la comisión de examinar los discursos presentados a la Junta Suprema de Cortes y formar un análisis de su contenido y dar un informe general sobre esta materia y un compendio histórico de la celebración de estos congresos en la corona de Castilla y en las de Navarra y Aragón, y así lo ejecutó con gran diligencia y trabajo.

Actualmente se halla refugiado en Cádiz desde que, huyendo de la invasión de los franceses en Sevilla, vino a buscar un asilo en esta ciudad bajo la sombra del nuevo Gobierno. Este le encargó la segunda restauración de la Gaceta, interrumpida con este nuevo acontecimiento, y se continúa bajo el título de Gaceta de la Regencia de España e Indias.

Tiene un hijo llamado don Luis, que nació en Madrid en 1776, a 23 de noviembre, y fue bautizado en la parroquia de San Luis. Sirvió de cadete en el regimiento de caballería de Montesa, y en 1807 se retiró de primer teniente, y se le concedió el empleo de tesorero de la ciudad y partido de Sigüenza. Pero con la invasión de los franceses se fugó con los demás empleados a la tierra de Molina, conservando su buen nombre de patriota e hijo de tal padre.

Dicho don Antonio tuvo una hermana llamada doña Antonia, que ha muerto últimamente en Barcelona, viuda de don José Quevedo y Sabater. Su hermano mayor, don Jerónimo, murió en la expedición de Argel en 1775 de ayudante de campo del general en jefe conde de O’Reilly. Se hallaba de sargento mayor del regimiento de infantería de Galicia en 1775, que se hallaba de guarnición e Barcelona, y en la Real Academia Militar cursó las matemáticas, y por ellas fue distinguido en el ejército y nombrado uno de los fundadores de la Escuela Militar de Ávila. Murió soltero, de edad de 35 años.


Cádiz, 10 de junio de 1810






GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera