Título del texto editado:
Noticias acerca de Sa de Miranda, de D. Diego Hurtado de Mendoza y de otros Poetas
NOTICIAS
ACERCA DE SA DE MIRANDA, DE D. DIEGO HURTADO DE MENDOZA Y DE OTROS POETAS.
Las
Poesías
Castellanas inclusas en los dos primeros Tomos de la Obra que tengo emprendida bajo los auspicios de un
Monarca
siempre atento a promover la gloria, cultura y prosperidad de sus pueblos, y con el favor de un Ministro digno de talSoberano, lograron entre
doctísimos
Literatos de Italia aquella
aceptación
que tan
justamente
merecen por su gala y hermosura. Sería cosa prolija copiar aquí todos los elogios que las han tributado con la mayor imparcialidad, y con sujeción a las más delicadas reglas del buen
gusto.
Semejante dictamen no solicitado y por consiguiente libre y espontáneo de hombres insignes, acompañado de vivos deseos de ver continuada la empresa, me ha animado mucho en la ejecución del tercer Volumen que sale ahora a luz, habiendo corrido con la
traducción
Castellana de mis prosas el Dr. D. Casimiro Gómez Ortega, primer Catedrático del Real Jardín Botánico, Numerario de la Real Academia de la Historia, e individuo del Instituto de Bolonia y de otras célebres Sociedades Literarias.
Continuando pues en este tomo el plan que se explicó en el Prólogo, se ponen en él varias Poesías de Herrera, de Acuña y de Fr. Luis de León,
Poetas
que nacieron a
principios
del siglo
XVI,
y de tales prendas que
merecen
ciertamente se saboreen con sus escritos los aficionados. En D. Fernando de Acuña se advertirá una
gracia
y dulzura quizá no inferior a la de
Garcilaso
de la Vega; en Fr. Luis
propiedad,
exactitud y arte digna de un verdadero imitador de
Horacio;
y en Herrera la
grandeza
de
Homero
en la Oda sobre la derrota de los Moros levantados; robustez enfática de la
Lírica
de los
Hebreos
en el Himno sobre la
batalla
naval de Lepanto, y en la
Canción
Elegíaca por el trágico suceso del Rey D. Sebastián de Portugal; y generalmente en las otras Poesías de tan grande hombre viveza de afectos, fuerza de imágenes y
sublimidad
de
moral;
de suerte que lejos de haberme excedido en el citado
Prólogo
en vanas promesas, demuestro ahora prácticamente aún más de lo que tengo ofrecido.
Pero aunque para formar el presente tomo haya recaído la elección en las obras de los tres mencionados escritores, no por eso debo pasar en silencio a otros
contemporáneos
suyos, especialmente a Sa de Miranda y a D. Diego Hurtado de Mendoza, los cuales siguiendo las
huellas
de Boscán y de Garcilaso
influyeron
con sus producciones en la reforma y perfección de la Poesía Castellana, haciéndose por consiguiente acreedores de
honorífica
mención.
Sa de Miranda nació en Coímbra en el año de 1495: y se dedicó desde luego contra su gusto al estudio de la
Jurisprudencia,
en cuya facultad se graduó de Doctor, pero la abandonó a poco tiempo para
entregarse
enteramente a la Filosofía moral y a la
Poesía.
Pasó después a Italia para adquirir el buen gusto, de donde se restituyó a su Patria; y después de haber residido algunos años en la Corte de D. Juan III, se retiró a hacer vida solitaria y tranquila, a que puso término la muerte en el año de 1558. Fue el
primer
Reformador de la Poesía Portuguesa por medio de la introducción del verso endecasílabo, y en el mismo metro escribió varias Poesías Castellanas. En estas es demasiado
humilde
la locución y
poco
agradable la armonía,
pero
son apreciables los pensamientos y las imágenes, según se podrá reconocer por las muestras que aquí añadiremos.
Uno de los primeros ingenios de aquel tiempo fue D. Diego Hurtado de Mendoza,
Caballero
Comendador de la Orden de Alcántara, Consejero de Estado del Emperador Carlos V, su Embajador en las Cortes de Venecia, Roma, Inglaterra y en el Concilio de Trento;
Gobernador
de Siena, y
Confalonier
de la Iglesia; que nació al principio del siglo
XVI,
y murió en el año de 1575 en Valladolid. Empleó todo el tiempo que le permitían las
ocupaciones
políticas, en frecuentar las
Universidades
de Roma, Padua, Bolonia y otras famosas de Italia:
recogió
en muchas partes, y especialmente en Venecia gran número de manuscritos raros y de ediciones escogidas que se conservan en lacélebre Biblioteca del Escorial: compuso varias obras en prosa
Latina
y
Española
que han quedado
inéditas,
excepto la Historia de las guerras de los Moros de Granada que se
imprimió
en Madrid el año de 1610, y es una de las mejores de que hace alarde la lengua Castellana; y aspirando a
competir
en fama con Boscán y Garcilaso escribió muchas
poesías
en los metros que entonces acababan de introducirse.
Sobre las perfecciones y los defectos de las poesías de este autor trasladaremos lo que dice Hernando de
Herrera
en sus notas a las obras de Garcilaso:
"si como D. Diego de Mendoza tuvo en todo lo que escribió,
erudición
y
espíritu,
y abundancia de sentimientos, quisiera servirse de la
pureza
y elegancia en la lengua, y componer el número y suavidad de los versos, no tuviéramos envidia a los mejores de
otras
lenguas peregrinas:
"
lo cual se hallará
comprobado
con la lectura de algunos rasgos de este autor que se pondrán a continuación del de Sa de Miranda.
Los demás
poetas
que igualmente nacieron a principios del siglo
XVI
fueron Gutierre de Cetina, D. Luis de Haro, Bartolomé de Torres Naharro, Cristóbal Castillejo y Jorge de Montemayor. De Cetina nos ha quedado poco; a que se añade ser cabalmente un escritor como nos le representa
Herrera
en las citadas
Anotaciones;
es a saber que
dice muchas cosas con dulzura,
pero
sin
fuerza.
De Luis de Haro hace mención
Castillejo,
colocándole en el número de los
novadores
en el arte métrica nacional:
pero
me han salido vanas todas las diligencias con que he buscado sus poesías; y sujetos muy eruditos de esta capital aseguran no haber visto alguna
publicada,
ni manuscrita. Bartolomé de Torres Naharro, además de las
Comedias
de que se hablará en su lugar, escribió sus
Coplas;
pero en estas fue
más
feliz el expresado Castillejo, que no puede negarse tiene
buenas
cosas, no le falta sal, y critica con gracia, bien que
injustamente
a los introductores del verso endecasílabo. De Jorge de Montemayor, cuyas obras al cabo de muchas indagaciones no han llegado a mis manos hasta estos últimos días, daré alguna muestra al principio del tomo siguiente, que contendrá Poesías de excelentes escritores que nacieron como a mediados del mismo siglo XVI.