Información sobre el texto

Título del texto editado:
Noticias acerca de Sa de Miranda, de D. Diego Hurtado de Mendoza y de otros Poetas
Autor del texto editado:
Conti, Giovanni Battista 1741-1820
Título de la obra:
Colección de poesías castellanas traducidas en verso toscano e ilustrada. Tomo III
Autor de la obra:
Conti, Giovanni Battista
Edición:
Madrid: Imprenta Real, 1783


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NOTICIAS ACERCA DE SA DE MIRANDA, DE D. DIEGO HURTADO DE MENDOZA Y DE OTROS POETAS.


Las Poesías Castellanas inclusas en los dos primeros Tomos de la Obra que tengo emprendida bajo los auspicios de un Monarca siempre atento a promover la gloria, cultura y prosperidad de sus pueblos, y con el favor de un Ministro digno de talSoberano, lograron entre doctísimos Literatos de Italia aquella aceptación que tan justamente merecen por su gala y hermosura. Sería cosa prolija copiar aquí todos los elogios que las han tributado con la mayor imparcialidad, y con sujeción a las más delicadas reglas del buen gusto. Semejante dictamen no solicitado y por consiguiente libre y espontáneo de hombres insignes, acompañado de vivos deseos de ver continuada la empresa, me ha animado mucho en la ejecución del tercer Volumen que sale ahora a luz, habiendo corrido con la traducción Castellana de mis prosas el Dr. D. Casimiro Gómez Ortega, primer Catedrático del Real Jardín Botánico, Numerario de la Real Academia de la Historia, e individuo del Instituto de Bolonia y de otras célebres Sociedades Literarias.

Continuando pues en este tomo el plan que se explicó en el Prólogo, se ponen en él varias Poesías de Herrera, de Acuña y de Fr. Luis de León, Poetas que nacieron a principios del siglo XVI, y de tales prendas que merecen ciertamente se saboreen con sus escritos los aficionados. En D. Fernando de Acuña se advertirá una gracia y dulzura quizá no inferior a la de Garcilaso de la Vega; en Fr. Luis propiedad, exactitud y arte digna de un verdadero imitador de Horacio; y en Herrera la grandeza de Homero en la Oda sobre la derrota de los Moros levantados; robustez enfática de la Lírica de los Hebreos en el Himno sobre la batalla naval de Lepanto, y en la Canción Elegíaca por el trágico suceso del Rey D. Sebastián de Portugal; y generalmente en las otras Poesías de tan grande hombre viveza de afectos, fuerza de imágenes y sublimidad de moral; de suerte que lejos de haberme excedido en el citado Prólogo en vanas promesas, demuestro ahora prácticamente aún más de lo que tengo ofrecido.

Pero aunque para formar el presente tomo haya recaído la elección en las obras de los tres mencionados escritores, no por eso debo pasar en silencio a otros contemporáneos suyos, especialmente a Sa de Miranda y a D. Diego Hurtado de Mendoza, los cuales siguiendo las huellas de Boscán y de Garcilaso influyeron con sus producciones en la reforma y perfección de la Poesía Castellana, haciéndose por consiguiente acreedores de honorífica mención.

Sa de Miranda nació en Coímbra en el año de 1495: y se dedicó desde luego contra su gusto al estudio de la Jurisprudencia, en cuya facultad se graduó de Doctor, pero la abandonó a poco tiempo para entregarse enteramente a la Filosofía moral y a la Poesía. Pasó después a Italia para adquirir el buen gusto, de donde se restituyó a su Patria; y después de haber residido algunos años en la Corte de D. Juan III, se retiró a hacer vida solitaria y tranquila, a que puso término la muerte en el año de 1558. Fue el primer Reformador de la Poesía Portuguesa por medio de la introducción del verso endecasílabo, y en el mismo metro escribió varias Poesías Castellanas. En estas es demasiado humilde la locución y poco agradable la armonía, pero son apreciables los pensamientos y las imágenes, según se podrá reconocer por las muestras que aquí añadiremos.

Uno de los primeros ingenios de aquel tiempo fue D. Diego Hurtado de Mendoza, Caballero Comendador de la Orden de Alcántara, Consejero de Estado del Emperador Carlos V, su Embajador en las Cortes de Venecia, Roma, Inglaterra y en el Concilio de Trento; Gobernador de Siena, y Confalonier de la Iglesia; que nació al principio del siglo XVI, y murió en el año de 1575 en Valladolid. Empleó todo el tiempo que le permitían las ocupaciones políticas, en frecuentar las Universidades de Roma, Padua, Bolonia y otras famosas de Italia: recogió en muchas partes, y especialmente en Venecia gran número de manuscritos raros y de ediciones escogidas que se conservan en lacélebre Biblioteca del Escorial: compuso varias obras en prosa Latina y Española que han quedado inéditas, excepto la Historia de las guerras de los Moros de Granada que se imprimió en Madrid el año de 1610, y es una de las mejores de que hace alarde la lengua Castellana; y aspirando a competir en fama con Boscán y Garcilaso escribió muchas poesías en los metros que entonces acababan de introducirse.

Sobre las perfecciones y los defectos de las poesías de este autor trasladaremos lo que dice Hernando de Herrera en sus notas a las obras de Garcilaso: "si como D. Diego de Mendoza tuvo en todo lo que escribió, erudición y espíritu, y abundancia de sentimientos, quisiera servirse de la pureza y elegancia en la lengua, y componer el número y suavidad de los versos, no tuviéramos envidia a los mejores de otras lenguas peregrinas: " lo cual se hallará comprobado con la lectura de algunos rasgos de este autor que se pondrán a continuación del de Sa de Miranda.

Los demás poetas que igualmente nacieron a principios del siglo XVI fueron Gutierre de Cetina, D. Luis de Haro, Bartolomé de Torres Naharro, Cristóbal Castillejo y Jorge de Montemayor. De Cetina nos ha quedado poco; a que se añade ser cabalmente un escritor como nos le representa Herrera en las citadas Anotaciones; es a saber que dice muchas cosas con dulzura, pero sin fuerza. De Luis de Haro hace mención Castillejo, colocándole en el número de los novadores en el arte métrica nacional: pero me han salido vanas todas las diligencias con que he buscado sus poesías; y sujetos muy eruditos de esta capital aseguran no haber visto alguna publicada, ni manuscrita. Bartolomé de Torres Naharro, además de las Comedias de que se hablará en su lugar, escribió sus Coplas; pero en estas fue más feliz el expresado Castillejo, que no puede negarse tiene buenas cosas, no le falta sal, y critica con gracia, bien que injustamente a los introductores del verso endecasílabo. De Jorge de Montemayor, cuyas obras al cabo de muchas indagaciones no han llegado a mis manos hasta estos últimos días, daré alguna muestra al principio del tomo siguiente, que contendrá Poesías de excelentes escritores que nacieron como a mediados del mismo siglo XVI.





GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera