Información sobre el texto

Título del texto editado:
Historia de la literatura española. Primera parte: Desde fines del siglo XIII hasta principio del XVI (VIII)
Autor del texto editado:
Bouterwek, Friedrich (1766-1828) Gómez de la Cortina, José, Conde de la Cortina (1799-1860) Hugalde Mollinedo, Nicolás
Título de la obra:
Historia de la literatura española, traducida al castellano y adicionada por José Gómez de la Cortina y Nicolás Hugalde y Mollinedo
Autor de la obra:
Bouterwek, Friedrich (1766-1828)
Edición:
Madrid: Imprenta de D. Eusebio Aguado, Impresor de la Real Casa, 1829


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Fuentes
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A pesar del vuelo atrevido de la imaginación de los españoles, y del poderoso atractivo que tenía para ellos la prosa poética de los libros de caballería, recobraba todo su imperio la gravedad nacional al momento que se trataba de objetos serios, disponiéndolos naturalmente a percibir el verdadero carácter de aquel estilo que podría llamarse «estilo de las cosas»; carácter que los italianos, dados exclusivamente a las bellezas de las formas, despreciaron o desconocieron muchas veces. Por lo tocante al arte de la crítica, no es tan fecunda en producciones la literatura española de aquel tiempo. Sabemos que no faltó un sabio que emprendiese la traducción de las obras filosóficas de Aristóteles, pero ni su nombre, ni su traducción han llegado a nosotros, 1 y aun cuando algunos literatos estudiaron la poética y retórica de aquel filósofo, sus preceptos no fueron de ninguna utilidad a los poetas que no sabían ponerlos en práctica o equivocaban su aplicación. Puede juzgarse del estado en que se hallaba el arte poética en tiempo de los Reyes Católicos, por el Arte de poesía castellana de Juan de la Encina, en donde se propuso probar que era verdadero inteligente en su facultad, y no un simple versificador. 2 El principio de esta obra supone investigaciones y reflexiones muy profundas: «Vuestra muy alta Señoría (dice en una de sus dedicatorias) que tiene tal dechado de que sacar mirando a las excelencias y virtudes de sus clarísimos padres […] dejando los primeros rudimentos y cunábulos, entre sus claras vitorias se ha criado en el gremio de la dulce filosofía 3 favoreciendo los ingenios de sus súbditos, incitándolos a la ciencia con ejemplo de sí mismo. Así que mirando todas estas cosas acordé de hacer un arte de poesía castellana por donde se pueda mejor sentir lo bien o mal trovado». De aquí toma motivo para hablar del origen de la poesía entre los antiguos y entre los italianos, y en seguida hace entre el poeta y el trovador una distinción que promete mucho: «Cuanta diferencia haya del músico al cantor, y del geómetra al pedrero […] esto mismo es entre el poeta y trovador».

Así fue creciendo por sí mismo en España el arte de la poesía y de la elocuencia, siempre sometido a las antiguas formas del primitivo estilo, y sin que ningún ingenio superior lo elevase a un grado más alto de perfección, o le abriese un campo más vasto. La poesía castellana era como la Gaya ciencia de los trovadores un tesoro común colocado bajo la salvaguardia de cierta especie de democracia literaria que no permitía a ningún ingenio superior elevarse sobre los otros. Es difícil conjeturar cuál hubiera sido la suerte de la literatura en España, si la nación no se hubiera visto como levantada en masa, y unida repentinamente a la Italia por las relaciones políticas que contrajo con ella al principio del siglo XVI. Pero en todo caso es evidente que los españoles debían cesar de contentarse con sus antiguos romances y canciones, al instante que los progresos de la civilización y del gusto les hiciesen experimentar nuevas necesidades literarias.





1. V. Bibl. Hisp. Vet. t. 2, p. 282, Madrid 1783.
2. Esta obra de Juan de la Encina se halla al frente de la colección de sus poesías de que se habla en la nota (95).
3. Alude particularmente a los Reyes Católicos.

GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera