[11]
EL COMENDADOR MAYOR DE MONTESA, GENTILHOMBRE DE LA CÁMARA DEL REY, NUESTRO SENOR
¿Por qué Angélica, queréis,
que alabe vuestra hermosura,
si juzgo por más ventura
el
nuevo
autor
que tenéis?
Mucho a
Ariosto
debéis, [5]
en que tan presto os dejó;
sin duda que imaginó
que os podía
mejorar,
pues os viene a comenzar
por lo más que él
acabó.
[10]