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A DON LUIS DE GÓNGORA.
Claro
cisne
del Betis, que, sonoro
y grave, ennobleciste el instrumento
más dulce que ilustró músico acento,
bañando en ámbar puro el arco de oro,
a ti la lira, a ti el
castalio
coro [5]
debe su honor, su fama y su ornamento,
único al siglo y a la envidia exento,
vencida, si no muda, en tu decoro.
Los que por tu
defensa
escriben sumas
propias ostentaciones
solicitan,
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dando a tu inmenso mar viles espumas.
Los Ícaros defiendan que te imitan,
que, como acercan a tu sol las plumas
de tu divina luz, se precipitan.