[8]
De Juan de Piña, familiar del Santo Oficio
De estas
Rimas
que cantáis
(si es cantar llorar en ellas)
sólo podré decir de ellas
que vos mismo os
imitáis.
O podré decir de vos [5]
que se ha visto en esta suma
cómo ya tomáis la
pluma
con mano que toca a Dios.
Si tanta fuerza ponía
al que daba a Alcides guerra, [10]
cuando tocaba la tierra
la antigua filosofía.
¡Qué diferente se infiere
que vuestra fuerza ha de ser,
con mano de tal poder [15]
que toca a Dios cuando quiere!
Si en el arte del amar
os vio el mundo peregrino,
hoy en el arte
divino
divino
os pueden llamar. [20]
Y es arte de tal primor
que con lágrimas y amores
ha hecho un jardín de flores
de las glorias del amor.
Y aunque es difícil amar [25]
por tan alto modo a Dios,
amando y leyendo en vos
será fácil de imitar.