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De Hernando de Soria Galvarro a Lope de Vega Carpio
Lope, ya el claro y dulce
ingenio
vuestro
dio de su primavera alegres
flores,
las llamas escribiendo y los ardores
adonde os trasportó hado siniestro.
Después, en la zampoña agreste diestro, [5]
y en la rústica lira de pastores
cantastes el halago y los
amores
de que Venus os hizo gran maestro.
Tiempo es ya que cantéis con mayor lira
las armas y los
héroes,
y que suenes, [10]
Euterpe, fuera de la selva y prado,
porque al que Tajo coronado mira
de humilde yedra, admire
coronado
del árbol vitorioso entrambas sienes.