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De Camila Lucinda al Peregrino
Mientras a un dulce epitalamio tiemplo
la lira humilde, de tu canto indina,
goza tu Nise celestial divina,
peregrino de amor único ejemplo.
Si el centro es Nise, y de tu ardor contemplo [5]
la esfera en su hermosura peregrina,
cuelga el bordón, sombrero y esclavina
en las sagradas aras de su templo.
Pon una tabla y di: “Cuando mi llama
llegó a tu esfera, Lope con divinos [10]
versos llegó también hasta la
fama”.
Aquí dio fin amor a mis caminos,
Lope a su historia, y a los dos nos llama
el mundo en un sujeto peregrinos.