Información sobre el texto
Título del texto editado:
“El teatro”
Autor del texto editado:
[Vega, Lope de (1562-1635)]
Título de la obra:
Docena parte de las comedias de Lope de Vega Carpio
Autor de la obra:
Vega, Lope de (1562-1635)
Edición:
Madrid:
viuda de Alonso Martín de Balboa/Alonso Pérez,
1619
Relación de los textos preliminares y otros paratextos que se encuentran en el texto que se transcribe:
* [1] f. ¶1v. [Índice] “Tabla de las comedias que se contienen en esta docena parte”.
* [2] f. ¶2r. “Fe de erratas”, Francisco Murcia de la Llana, Madrid, 14 de diciembre de 1618.
* [3] f. ¶2r. “Tasa”, Diego González de Villarroel, Madrid, 22 de diciembre de 1618.
* [4] f. ¶2v. “Aprobación”, Vicente Espinel, Madrid, 15 de agosto de 1618.
* [5] f. ¶2v. “Suma del privilegio”, Pedro de Contreras, Madrid, 6 de octubre de 1618.
* [6] f. ¶3r. [Dedicatoria] “A don Lorenzo de Cárdenas, conde de la Puebla, cuarto nieto de don Alonso de Cárdenas, gran maestre de Santiago”, Lope de Vega.
* [7] f. ¶3v. [Sextetos alirados “A vuestra ilustre mano”], Lope de Vega.
* [8] ff. ¶4r.-¶4v. [Prólogo] “El teatro”, [Lope de Vega].
Lope de Vega, Comedias. Parte XII, tomo 1, coord. José Enrique Laplana Gil, Madrid, Gredos, 2013, págs. 49-51.
Transcripción realizada sobre el ejemplar *38.H.2.(Vol.12) de la Österreichische Nationalbibliothek.
(texto completo)Editor: Ignacio García Aguilar
Encoding: Noelia Santiago López
Transcriptor: Ángel Luis Castellano Quesada
Edición preparada para los Proyectos I+D “BIOGRAFIAS Y POLEMICAS: HACIA LA INSTITUCIONALIZACION DE LA LITERATURA Y EL AUTOR” (SILEM II) RTI2018-095664-B-C21 y C22 y “PRÁCTICAS EDITORIALES Y SOCIABILIDAD LITERARIA EN TORNO A LOPE DE VEGA” (PRESOLO) 1262510-F
http://www.uco.es/investigacion/proyectos/silem/index.phpCórdoba, 16 diciembre 2022
[8]
El teatro
Yo te prometí en la
Oncena parte,
letor
amigo, otras doce
comedias
que aquí te ofrezco, por que no digas que no cumplo mi palabra. Bien sé que, leyéndolas, te acordarás de las acciones de aquellos que a este cuerpo sirvieron de alma, para que te den más
gusto
las figuras que de sola tu gracia esperan movimiento. Quedo consolado que no me
pudrirá
el vulgo como suele, pues en tu aposento, donde las has de leer, nadie consentirás que te haga ruido, ni que te diga mal de lo que tú sabrás conocer, libre de los accidentes del señor que viene tarde, del representante que se yerra y de la mujer desagradable por fea y mal vestida, o por los años que ha
frecuentado
mis tablas, pues el
poeta
no la escribió con los que ella tiene, sino con los que tuvo en su imaginación, que fueron catorce o quince.
Por acá ya tú sabes mis trabajos, y a lo que me sujetó la influencia de algún planeta desatinado que no debe de andar en los almanaques de los pronósticos, por olvidado en algún rincón celestial entre las lunas viejas que desechan los meses por otras nuevas, como se usa en el mundo, que nadie estima lo que pasa, sino lo que viene. Entre los que me siguen, unos hay que entienden, otros que piensan que entienden y otros que dicen lo que oyen a los que entienden. No son tan malos estos como unos hombres que han hecho juramento de no confesar que nadie sabe y, abreviando la mano al cielo, tomarse para sí lo que no les ha dado. Estos no son escorpiones en la triaca, como dijo Aristóteles de la lógica, sino que fuera de ella vierten veneno.
1
Paréceme que te ríes de que un teatro traiga un lugar del filósofo. Pues persuádete, gramático, que en mí se tratan cada día tantas diferencias de facultades que me puedo graduar de la que yo quisiere, pues bien sabes (no sé si lo sabes) que las artes no difieren entre sí más que por la nobleza del sujeto. Mis comedias escriben muchos hombres
doctos
y
graduados.
No seas tan puntual que hasta de los títulos pidas satisfación, siendo ya las comedias como las damas cortesanas, que en cada calle mudan el nombre para ser nuevas, pues nadie te la pide a ti de los
disparates
que escribes y de las locuras que haces, pues es mayor error llamar Didáscalo al discípulo, siendo nombre del maestro, como quien llamase lo negro blanco. Pero dirás tú que no es mucho errar en griego. No tienes razón, que lo mismo te sucede en el romance castellano, que en el latín es proceder en infinito. No te fatigues, pues, a quitar el nombre a los ingenios que me
honran
con sus escritos, que como todos los elementos se corrompen, si no es el fuego, tus palabras serán agua; tus objecciones, aire; tus pensamientos, tierra; y la fama de mis claros poetas, un vivo fuego que consuma tu envidia y no la consuma el tiempo.
1. Es decir, que su veneno no sirve para confeccionar un antídoto o triaca. La cita de Aristóteles es la siguiente: «Logica similis est scorpioni in theriaca, quilicet per se proferat venenum, in theriaca tamen existens remedium praestat patienti dolorem», en
Dicta notabilia sive illustriores sententiae ad ex colendos mortalium mores vitas recte instituendas, ex Platone, Aristotele, et aliis,
Venetiis: apud Hieronimum Calepinum, 1551. Debe tenerse en cuenta también que el escorpión se vincula con la envidia, razón última para Lope de los ataques de sus enemigos, como recuerda en El perro del hortelano: «que bien sabes que con lengua / de escorpión pintan la envidia» (vv. 1027-1028) (Nota de Laplana Gil en Vega, op. cit., pág. 50).
GRUPO PASO (HUM-241)
FFI2014-54367-C2-1-R
FFI2014-54367-C2-2-R
2018M Luisa Díez, Paloma Centenera