Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Dirigida al maestro Simón Xabelo”
Autor del texto editado:
Vega, Lope de (1562-1635)
Título de la obra:
Trecena parte de las comedias de Lope de Vega Carpio, procurador fiscal de la Cámara Apostólica en el Arzobispado de Toledo, dirigidas cada una de por sí a diferentes personas
Autor de la obra:
Vega, Lope de (1562-1635)
Edición:
Madrid: viuda de Alonso Martín de Balboa/Alonso Pérez, 1620


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Fuentes
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Dirigida al maestro Simón Xabelo


Pregunta Aristóteles, doctísimo maestro, la causa por que los hombres desean más parecer buenos que serlo y no lo parecer, y responde él mismo que porque «solus homo honoris est particeps», lo que también dijo en los Tópicos; de que nace que cualquiera lo apetece; pero la naturaleza huye el trabajo: «Virtutes autem non nisi labore consequimur». Y a este propósito trae Marco Antonio Zimara las palabras del mismo filósofo en el primero de los Elencos: que la naturaleza de los sofistas es desear más parecer sabios que serlo y no lo parecer 1 . Notablemente cuadra con algunos arrogantes de esta edad este problema, que con ingenios bárbaros, cortos estudios o ningunos, quieren adquirir la opinión que no merecen; y pareciéndoles que los otros la consiguen, escurecen sus vigilias con sus desprecios. ¡Terrible razón de estado de la envidia, pensar que matando la opinión de los otros con improperios suceden ellos en el mayorazgo de la fama, que no se adquiere con violencia, detracción y envidia, sino con méritos, obras y trabajos, a quien llamó Stobeo padres de la buena fama! Fue opinión de san Gregorio que no era perfecto en sus obras a quien contradecía la malicia de su lengua: «Nec in sermone laudabilis, qui hoc quod loquitur, opere non ostendit» 2 . Mas ¿quién persuadirá la calumnia, hará paces con la envidia y humillará la arrogancia? Cuando Platón dijo que el hombre recibe gloria de lo que sabe, sintió la que naturalmente reconoce en sí y se sigue al virtuoso estudio, y esta jamás excedió las justas márgenes de la humildad, fundamento de la más alta sabiduría. Ya vuestra merced, por lo que ha vivido en España y en su corte, habrá conocido y visto lo que digo, y asimismo en muchos sabios y doctos desear más serlo que parecerlo, si bien no huyendo el premio a sus desvelos, méritos y trabajos; y otros cuya ignorancia le quiere a pesar de la razón y del conocimiento ajeno, por quien dijo el poeta toledano 3 :

Si estuvieran contentos de sí mismos,
no murmuraran del ingenio ajeno.


Verdaderamente halló Diógenes bien la semejanza de estos hombres en las armas lustrosas y doradas, pues «non similia sunt interiora exterioribus» 4 . Si el ánimo es cobarde y la arrogante apariencia cubre la interior ignorancia, señor maestro, creamos que son locos; y a este propósito lea vuestra merced esta comedia, que tiene el mismo título, y sale a luz a la sombra de su clarísimo nombre, que en tan tiernos años solicita la expectación de tan insignes frutos. Mas no la mire con los ojos del arte que a las antiguas, griegas y latinas, terencianas o aristofánicas, en cuyas lenguas es tan docto como nos muestran sus escritos, de quien fuera justo que yo hiciera aquí grandes elogios, pero basta el de nuestro amigo:

Honrad, musas, a Simón,
que ha peregrinado a España
como a Sicilia, Platón 5 .


Sino con la benignidad que ha mostrado siempre, honrando y defendiendo mis escritos de la calumnia de algunos que, después de imitallos, los condenan, y cuyas objeciones no sirven más que de mostrar sus ánimos; porque «necesse est», por opinión del filósofo, «alteram partem contradictionis esse veram» 6 .

Capellán de vuestra merced,


Lope de Vega Carpio






1. Lope sigue para sus dos primeras citas, y la referencia al primero de los Elencos de Aristóteles, la obra de Marco Antonio Zimara: Problemata, 13 (Nota de Carlos Peña López en Vega, op. cit., pág. 191).
2.  Moralium, 19 (Nota de Peña López en Vega, op. cit., pág. 192).
3. Sin identificar.
4. Estobeo, Sermones, 22 (Nota de Peña López en Vega, op. cit., pág. 192).
5. La cita de Lope a Diógenes y la actual alusión a los tres viajes de Platón a Sicilia probablemente indica que estaba manejando un ejemplar de las Vidas de filósofos ilustres de Diógenes Laercio, donde se narra que Dión, discípulo de Platón, medió para que el tirano Dionisio no matara a su maestro, consiguiendo que lo vendieran como esclavo e incluso, probablemente, poniendo el dinero para comprarlo y devolverle la libertad. Es posible que la alusión se deba a que Lope intenta trazar un paralelismo entre esos hechos y la estancia de Chauvel en España (Nota de Peña López en Vega, op. cit., pág. 193).
6.  Metafísica, 4. Toda la dedicatoria gira en torno a un ataque contra los envidiosos y falsos eruditos que habían convertido a Lope en objeto de sus críticas (Nota de Peña López en Vega, op. cit., pág. 192).

GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera