Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Dirigida a don Fernando Bermúdez y Carvajal”
Autor del texto editado:
Vega, Lope de (1562-1635)
Título de la obra:
Parte catorce de las comedias de Lope de Vega Carpio, procurador fiscal de la Cámara Apostólica y su notario descrito en el Archivio Romano y familiar del Santo Oficio de la Inquisición
Autor de la obra:
Vega, Lope de (1562-1635)
Edición:
Madrid: Juan de la Cuesta/Miguel de Siles, 1620


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Fuentes
Información técnica





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Dirigida a don Fernando Bermúdez y Carvajal


La ingratitud vengada es el título de esta comedia que presentan a vuestra merced mi amor, mi obligación y mi deseo. Dichosa fue Luciana en esta fábula, que en su verdadero original debió de ser historia, pues se vengó de Octavio en la ingratitud que muestra su discurso, que no hay felicidad mayor que tomar venganza de un ingrato, cuando la ofrece el mismo; de suerte que, sin poner las manos ni ofender la nobleza, quede satisfecha la culpa de un agravio. Pero pasando de los ejemplos de la voluntad a los del servir, nos responde Plauto que el beneficio es pluma y la ofensa plomo.

De la patria, Sabélico; con Melcíades y Sócrates, esto en Atenas, con sabios; que con sus capitanes fue Roma ingratísima con Scipión y Camilo. No se vengaron estos, que a los unos dio valor para las injurias la filosofía y a los otros, la fortaleza del ánimo. Materia es esta de que apenas, en los siglos pasados, se hallarán los ejemplos que en el presente. Los altos se quejan como los humildes; debe de ser que nos toca más en los oídos la razón y el sentimiento.

Solo quiero advertir a vuestra merced la opinión de un sabio que tenía por linaje de ingratitud dar gracias del beneficio al verdadero amigo, cosa nueva y estraña a la primera vista; pero, penetrando el alma de esta sentencia, parece que es tener en poco al que hace el bien no creer de su amistad el gusto con que le hizo, ni de su generoso ánimo la liberalidad.

Lea vuestra merced esta ingratitud, pues, aunque es don tan pequeño, muestra por lo menos que yo no lo soy, si alguno por lo sutil no se valiese de la equivocación diciendo que quien da ingratitud es ingrato; pero por eso la doy vengada, que es beneficio. Dios guarde a vuestra merced.

Su capellán y amigo,


Lope de Vega Carpio






GRUPO PASO (HUM-241)

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2018M Luisa Díez, Paloma Centenera