Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Dedicada al insigne jurisconsulto don Francisco de la Cueva y Silva”
Autor del texto editado:
Vega, Lope de (1562-1635)
Título de la obra:
Decimaquinta parte de las Comedias de Lope de Vega Carpio, procurador fiscal de la Cámara Apostólica y familiar del Santo Oficio de la Inquisición
Autor de la obra:
Vega, Lope de (1562-1635)
Edición:
Madrid: Fernando Correa de Montenegro/Alonso Pérez, 1621


Más información



Fuentes
Información técnica





[7]

Dedicada al insigne jurisconsulto don Francisco de la Cueva y Silva


Atrevimiento es grande dar a luz en nombre de vuestra merced esta comedia, pues siéndole tan notorios los preceptos, no le ha de parecer disculpa haberse escrito al uso de España, donde fueron culpados de su mala observancia los primeros por quien fue introducida —dijo Baldo que «Scire quid facias et nescire quo ordine facias non est perfectae cognitionis»—. En ellos tuvo principio. No ha sido posible corregirle en tantos años, así en los que las oyen como en las que las escriben; pues, aunque se ha intentado, sale con infeliz aplauso las más veces, dando mayor lugar a los espectáculos e invenciones bárbaras que a la verdad del arte, tan lamentada de los críticos inútilmente. Los autores tienen su parte de esta culpa, pero, pues «multa in iure civili contra strictam rationem disputandi, pro communi utilitate recepta sunt», no es mucho que, por la de tantos en esta parte, perdonen los observantes de los preceptos la imperfección que digo. Pudieran muchos ingenios censores, como lo condenan, remediarlo porque «frustra est potentia, quae ad actum non perducitur». Pero, pues vuestra merced no ha sido de los escrupulosos en esta materia, excusada fuera esta satisfación, que solo la he dado a su divino ingenio, tan dignamente celebrado en toda Europa, por que quien leyere su nombre en esta Decimaquinta parte de mis comedias sepa que le dedico más la voluntad que los versos, porque ella es verdad y ellos son fábula, y que conozco que muchos imperfectos, cuales son los que la constituyen como miembros de su cuerpo, «unum perfectum constituere non possunt».

Reciba, pues, vuestra merced en su protección —ya como caballero tan noble y decendiente de la casa ilustrísima de los duques de Alburquerque, ya como tan insigne orador y jurisconsulto— a La malcasada —título de esta comedia, que bien tendrá necesidad de su elocuencia, con que ha vencido al griego Demóstenes, al romano Cicerón y al español Quintiliano, para los pleitos y desdichas que se le ofrecen—, pues lo debe al amor inmenso que le tengo, al respeto con que le trato y a la veneración con que le miro; y pues «ubi mens est certa de verbis non curatur», mi propio atrevimiento me disculpe, que en razón de las admirables partes que adornan tan estupendo prodigio al mundo solo diré lo que de Andreas Alciato dijo Gribaldo pues igualmente honra vuestra merced las leyes y las musas:

Consultissimus ornat Alciatus
Musas, Eloquium, sacrasq[ue] leges.


Capellán de vuestra merced,


Lope de Vega Carpio






GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera