Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Dirigida al señor Pedro de Tapia, del Consejo Supremo de su majestad”
Autor del texto editado:
Vega, Lope de (1562-1635)
Título de la obra:
Decimaquinta parte de las Comedias de Lope de Vega Carpio, procurador fiscal de la Cámara Apostólica y familiar del Santo Oficio de la Inquisición
Autor de la obra:
Vega, Lope de (1562-1635)
Edición:
Madrid: Fernando Correa de Montenegro/Alonso Pérez, 1621


Más información



Fuentes
Información técnica





[12]

Dirigida al señor Pedro de Tapia, del Consejo Supremo de su majestad


Fue sentencia de Cicerón en la Filípica 3 que «ya que no se pudiese pagar todo lo que se debiese, por lo menos que nuestras fuerzas alcanzasen». Es materia tan dilatada el agradecimiento que, por comunes, dejo otros lugares, y con el referido ofrezco a vuestra merced la comedia cuyo título es El favor agradecido, valiéndome de solo el nombre para mostrar que el que por tantos años he recibido de ese generoso ánimo en tantas ocasiones lo fuera con diferentes obras, si las alcanzara el mío, al igual de tan justa voluntad y obligación tan grande y tan debida de derecho al beneficio que me escusa como ley precisa de exagerarla, pues «Frustra ab homine exprimitur, quod ipso iure subintelligitur».

Dio el cielo a vuestra merced, entre otras muchas partes, la que hace —por opinión de muchos— más amables a los hombres, que es el hacer bien con alegría, cosa que alude en parte a aquella sentencia sacra que «Hilarem datorem diligit Deus», pues algunos que están en alto lugar suelen con la aspereza del semblante deslustrar al que le esperaba la primera alegría del beneficio, a que por lo menos parezca que no le lleva cabal el que le recibe, sino que le hurta al disgusto del que le ha dado, defecto grande y alabanza sublime: lo contrario en la blandura de las almas nobles. Fácil argumento de lo interior, como lo es el cristal diáfano del licor, o de la llama cuyo color o resplandor le comunica.

Y pues fue opinión de Plutarco que «el alma vía y oía, y que todo lo demás era ciego y sordo», la mayor demostración de que ella ve y oye es el apacible semblante, de donde se colige que quien carece de esta exterior dulzura no mueve por el alma las acciones del beneficio; estraña y nueva manera de alabanza, donde había campo tan dilatado en tantas virtudes, nobleza y letras. Pero yo no he querido salir del favor, por conformarme con el título de agradecido. Dios guarde a vuestra merced muchos años.

Su capellán obligadísimo,


Lope de Vega Carpio






GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera