A doña María de Zayas y Sotomayor,por don Alonso Castillo Solórzano. DÉCIMAS
María, aunque vuestra
fama
vuela de uno al otro polo,
y en su
consistorio
Apolo
su décima
Musa
os llama,
hoy con más razón la
rama
[5]
ingrata a tanta afición
premia vuestra
erudición
y las sienes os corona,
que sois gloria de
Helicona
y
honra
de nuestra nación. [10]
Con tan divinos
primores
vuestro
libro
a luz sacáis,
que en nuestra España les dais
envidia a sus
escritores.
Bien empleáis los favores [15]
de la Délfica deidad;
venere
en vos nuestra edad
dejarla en tantos conceptos
ejemplos
a los discretos
en reglas de urbanidad. [20]
La
prudencia
en el trazar,
el
ingenio
en el fingir
y la
gracia
en el decir,
todo es en vos
singular;
ni
competir
ni igualar [25]
podrá humana suficiencia
con vuestra
rara
elocuencia,
que os hizo la excelsa mano
un
prodigio
soberano
de ingenio, gracia y prudencia. [30]
Si la
antigüedad
romana,
gran
María, os conociera,
adoraciones
os diera
como a deidad soberana.
Celebre el favor que hoy gana [35]
el Ibero cristalino,
y en
valor
tan peregrino
venere el imperio Hispano
un entendimiento humano
con vislumbres de divino. [40]