[11]
FELIPE DEL CAMPO AL AUTOR
Si la misma elocuencia se perdiera,
¿quién duda que en Jacinto se
hallara?
Y si ella por su ser se aposentara,
¿qué otro mejor albergue no eligiera?
No ha visto el sol en su veloz carrera, [5]
moral
estilo, erudición tan clara,
conceptos
dulces,
locución tan rara,
versos tan
limpios,
prosa tan entera.
Las gracias rinda el desdichado amante,
pues naciendo a infortunios condenado [10]
siempre le saca a luz vuestro gobierno.
Y en su fortuna incierta y inconstante,
naciendo ya mortal, ya desdichado,
viene por vos a ser feliz y eterno.