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DEL CAPITÁN ANDRÉS REY DE ARTIEDA
La próvida moral filosofía
(considerada la flaqueza nuestra)
no sólo con preceptos nos adiestra
y con lección histórica nos guía;
pero con el adorno de poesía [5]
la angosta senda de virtud nos muestra,
y del ancho carril de la siniestra
con trágicos ejemplos nos desvía.
En esta historia que
deleita
y mueve,
y
enseña
en cualquier género de cosa [10]
lo que dejarse y conseguir se debe,
muestra el autor su
ciencia
milagrosa
(digo, el hijo adoptivo de las nueve)
conocido
por tal en
verso
y
prosa.