Información sobre el texto

Título del texto editado:
“A los pocos, y poco lectores de esta edad”
Autor del texto editado:
Salas Barbadillo, Alonso Jerónimo de (1581-1635)
Título de la obra:
Don Diego de noche
Autor de la obra:
Salas Barbadillo, Alonso Jerónimo de
Edición:
Madrid: viuda de Cosme Delgado, 1623


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Fuentes
Información técnica





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A LOS POCOS, Y POCO LECTORES DE ESTA EDAD


Don Diego de noche sale a probar la más difícil de sus aventuras, que es contentar al vulgo. Si loco fue en su retiramiento, mayor lo habrá parecido en la publicidad por este asunto. Más ha de dos años que sepultado en tinieblas espera ver en la imprenta, 1 que aun para esto de su mismo nombre le habrá servido de agüero. Ya sale trasnochado y mal dormido, con muchos desperezos y bostezando, disculpa para los errores que tuviere, que aun los muy despiertos los cometen, y obstinados los defienden. Este es un caballero tenebroso, que quiso pasar su vida a oscuras, muchos habían de imitarle y fueran menos ridículos. 2 No era de los fantásticos 3 que hacen calidad de la ignorancia y blasón de la descortesía, en lo uno imágenes de los brutos y en lo otro compañeros de los que son vil escándalo de la república. Al fin ya sale, libro es y mío, que bien se le habrá parecido en lo pequeño. Pequeño seré siempre, que el que se dilata a grandes volúmenes arriesga los aciertos, y aunque se consigan, padece nombre de prolijo. El donaire que se ciñe en términos corteses, atento a no lastimar con su injuria sujetos conocidos, es difícil y aun muchas veces imposible: por esta causa lo poco es mucho, y más cuando en varios asuntos se ofrece continuadamente. Esto he pretendido en lo común de mis escritos; si algo no ha parecido así, los intérpretes han hecho los daños, que no la pluma. La mayor desdicha de los que escriben es el estar sujetos al arbitrio de comentadores libres que, tiranos de las obras ajenas, violentan el intento de sus autores. Grande atrevimiento es el nuestro, pues opuestos a la censura y al comento salimos a repetir el peligro. Sea locura o confianza, que también será locura, y la mayor. A este libro le seguirá el de la segunda parte de Casa de placer honesto y otros que no quiero prevenir con los títulos, porque los piden por impresos antes de estar perfeccionado el parto. 4 Salir tengo al mundo, aunque sea presa de los dientes de la emulación, pues según la sentencia del Tertuliano Español, el padre maestro fray Hortensio Félix Paravicino (varón grande como en el ingenio, en las divinas y humanas letras, y solo en la confesión de su modestia pequeño, que es lo que lo hace más grande), “los ojos hostigados de la luz miran a lo escuro para cobrarse”. 5





1. La aprobación, cabe recordar, es de 1621.
2. La crítica, muy común en la época, se dirige a los cortesanos y sus modos pretenciosos. Serán numerosos los ejemplos, como vamos a ver, en esta misma novela.
3.  Fantástico: “presuntuoso y entonado, que se desdeña de tratar con otros” ( Aut. ).
4. Un poco más tarde, como veremos, Salas escribirá en la presentación de su caballero que “vendré a dar a luz la vida de un hombre que su mayor estudio puso en ausentarse y esconderse de ella”, jugando con el doble sentido del término al hablar de este “fugitivo de los resplandores”.
5.  Hortensio Félix Paravicino: Fray Hortensio Félix Paravicino y Arteaga (Madrid, 1580-1633) fue amigo no sólo de Salas, sino también de Luis de Góngora, Lope de Vega, Francisco de Quevedo y El Greco, quien le inmortalizó hacia 1605 en un famoso retrato que se conserva en el Museum of Fine Arts de Boston. La mayor parte de la obra de Paravicino está formada por piezas cuaresmales, pero también hay oraciones fúnebres y sermones de santos, como los de San Francisco Javier, el del Niño perdido, el de La soledad de la Virgen, el de Santa Isabel de Portugal o el de Santa Teresa. Entre las oraciones fúnebres destacan la de Felipe III, la de la Reina Margarita y la de Fray Simón de Rojas. Su producción poética se publicó en Obras posthumas, divinas y humanas (1641), donde se incluye además una pieza teatral, Gridonia o Cielo de amor vengado y una loa. De suma importancia será su Oraciones evangélicas o discursos panegíricos y morales (1638, reimpresos en 1766 en seis volúmenes), de cuya dedicatoria al Conde Duque de Olivares toma Salas la frase aquí citada y trasladada al contexto humorístico de la patología de don Diego. Nuestro autor le dedicará también La estafeta del dios Momo, y añadirá una “Silva a las cenizas de Fr. Hortensio Félix Paravicino” al final de El curioso y sabio Alejandro.

GRUPO PASO (HUM-241)

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2018M Luisa Díez, Paloma Centenera