Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Aprobación del Doctor Vicente Antonio Ibáñez de Aoiz, catedrático de Filosofía y cura de San Gil”
Autor del texto editado:
Ibáñez de Aoiz, Vicente Antonio
Título de la obra:
Navidad de Zaragoza repartida en cuatro noches dedicadas la primera a don Jaime Juan Viota y Suelves. La segunda a don Antonio de Urriés, señor de Nisano. La tercera a don Fernando Antonio de Sayas Pedroso y Zapata, caballero de su Majestad y comisario general en el reino de Aragón. La cuarta a don Antonio Pérez de Pomar Liñán Fernández de Heredia, varón de Sigüés y mayorazgo del condado de Contamina y señorío de Cetina. Compuesta por don Matías de Aguirre del Pozo y Felices.
Autor de la obra:
Aguirre del Pozo y Felices, Matías
Edición:
Zaragoza: Juan de Ibar/Juan de Ibar en la Cuchillería, 1654


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Fuentes
Información técnica





[1]

APROBACIÓN DEL DOCTOR VICENTE ANTONIO IBÁÑEZ DE AOIZ, CATEDRÁTICO DE FILOSOFÍA Y CURA DE SAN GIL


Por orden del Ilustre Señor Doctor Jerónimo Sala, canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana de Zaragoza y Vicario General del Excelentísimo señor don fray Juan Cebrián, arzobispo de ella, he visto la Navidad de Zaragoza que sale a la luz de la estampa —felicísimo parto del fecundo y florido ingenio de don Matías Aguirre—, y no hallo en ella cosa alguna que no sea digna de mucha aprobación y aplauso. Y a dar lugar el breve espacio de esta página a sus elogios, se dilatara gustosamente mi pluma en admirar de sus noches las lucidas cláusulas y vistosos periodos que las visten de estrellas, y de sus comedias los floridos versos y fragantes conceptos que las coronan de rayos. Pero necesita tan grande obra de dilatado panegírico como de las del príncipe Galieno dijo Trebelio: «Longum est eius versus, orationesque connectere, quibus suo tempore tam in poetas quam in rethores emicat». Y pues las apacibles noches de su Navidad, llenas hasta sus sombras de las luces del firmamento de su ingenio, descubren al que quisiere entretenerse en ellas nueva luz para admitirlas, ella será de los más escrupulosos y rígidos censores la que se granjeará su mayor aprobación, como dijo a otro intento de la luz material Hugo Victorino: «Nihil enim sine luce videri potest, sed nec tenebrae sine luce videtur».


Así lo siento, en Zaragoza a 4 de mayo de 1654.


El doctor Vicente Antonio Ibáñez de Aoiz


Imprímase. D. Sala. V. General.





GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

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