Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Habiendo el autor de esta obra enviádosela al doctor don Gerónimo Delitala y Castelví, deán y canónigo de la Santa Iglesia Primacial Calaritana, juez apostólico de apelaciones y gravámenes en todo el Reino de Cerdeña y vicario capitular sede vacante en el arzobispado de Cáller y sus uniones, para que la leyera y dijese su sentir, le responde con el papel siguiente”
Autor del texto editado:
Delitala y Castelví, Jerónimo
Título de la obra:
Engaños y desengaños del profano amor
Autor de la obra:
Zatrilla y Vico, José, Conde de Villasalto
Edición:
Nápoles: Giuseppe Roselli, 1687


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Fuentes
Información técnica





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HABIENDO EL AUTOR DE ESTA OBRA ENVIÁDOSELA AL DOCTOR DON GERÓNIMO DELITALA Y CASTELVÍ, DEÁN Y CANÓNIGO DE LA SANTA IGLESIA PRIMACIAL CALARITANA, JUEZ APOSTÓLICO DE APELACIONES Y GRAVÁMENES EN TODO EL REINO DE CERDEÑA Y VICARIO CAPITULAR SEDE VACANTE EN EL ARZOBISPADO DE CÁLLER Y SUS UNIONES, PARA QUE LA LEYERA Y DIJESE SU SENTIR, LE RESPONDE CON EL PAPEL SIGUIENTE


Señor mío, leí con gran gusto la obra de Vuestra Señoría y hallé en toda ella un nuevo arte que con ingenioso disfraz introduce entre los amantes profanos los más sólidos desengaños con apariencias de una entretenida leyenda. Profanidad pudo parecer en Judith la hermosa gala con que se entró por medio del militar estruendo del ejército de Holofernes y no fue sino ardid soberano para que, admitiendo Holofernes aquella beldad peregrina, convidado de su apariencia, encontrarse con ella el sangriento degüello que no pensaba. Y a la juventud divertida, que no se adviene con los libros espirituales, no se podrá negar a leer una obra que, desde sus líneas primeras, parece enderezada a describir enredos amantes con elocuencia erudita y hallará, cuando no lo imagine, los más cristianos desengaños que por ventura no imaginó. De su misma cinta le quita Vuestra Señoría al profano amor, como a otro Goliat el acero para quitarle con la cabeza el mal que en la cabeza tenía, sin negarse Vuestra Señoría por eso como otro David a recurrir cuando importa a lo sagrado por armas, valiéndose muy a tiempo de las que a Vuestra Señoría le subministran los sagrados libros para utilísimos desengaños. Para su mal formó el amor sus enredos, si Vuestra Señoría, con no menos ingeniosa que cristiana novedad, le coge en sus mismas redes, haciéndole con evidencia confesar que el tordo dio materia para formarse la liga en que fue cogido y el árbol manija para la segur con que le derribó ese árbol, pues vemos en la obra de Vuestra Señoría formarse del mismo hierro del amor el martillo con que domeñar su dureza. Gustoso entrará cualquiera que se precia de graduado en la escuela del Amor a leer tan famosos versos como hallará en su obra de Vuestra Señoría pero, como en otro libro de Ezequiel, hallará después del verso el “¡ay!” doloroso que a las tragedias amantes les suele servir de remate. Y si en la obra de Vuestra Señoría se enlazan con tan lindo arte la utilidad y dulzura, no hallo en ella más que censurar, si no es el retardarse la segunda parte de esta obra, siendo tan evidente el provecho de cuantos le han de leer. Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años como deseo. Cáller y febrero 20 de 1686.

Besa la mano de Vuestra Señoría su mayor servidor, don Jerónimo Delitala y Castelví






GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera