Información sobre el texto

Título del texto editado:
“Dedicatoria en diálogo entre Hipólito y Menandro. A don Martín Gutiérrez de Figueroa, caballero veinticuatro y depositario general de la muy noble ciudad de Jaén, guarda y defensa de los reinos de Castilla y alcalde ordinario por el estado de los caballeros hijosdalgo de la villa de Pegalajar”
Autor del texto editado:
[Reyes, Matías de los]
Título de la obra:
El Menandro
Autor de la obra:
Reyes, Matías de los
Edición:
Jaén: Francisco Pérez de Castilla, [S.A]. [A pesar de la tasa, fechada 1636, en las catalogaciones bibliotecarias aparece según la fecha del colofón, 1630].


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[1]

DEDICATORIA EN DIÁLOGO ENTRE HIPÓLITO Y MENANDRO.

A DON MARTÍN GUTIÉRREZ DE FIGUEROA, CABALLERO VEINTICUATRO Y DEPOSITARIO GENERAL DE LA MUY NOBLE CIUDAD DE JAÉN, GUARDA Y DEFENSA DE LOS REINOS DE CASTILLA Y ALCALDE ORDINARIO POR EL ESTADO DE LOS CABALLEROS HIJOSDALGO DE LA VILLA DE PEGALAJAR


HIPÓLITO: ¿Qué hay Menandro amigo? Parece que habéis resucitado después de seis años de ausencia. ¿Dónde ha sido vuestra peregrinación, que volvéis a vuestra patria tan pálido y macilento? ¿No saliste bien afortunado? No sé qué sea la causa de haber en vos tanto descuido. Sospecho gustasteis el agua del Leteo. Pues os certifico que otros después de vos han logrado sus partos; después de vuestra libertad han seguido su carrera y han prescripto en las memorias de los mortales.

MENANDRO: ¡Ay de mí, Hipólito amigo! Para los desahuciados de la justicia se arbitró el telar. Pues me pedís cuenta de mis tragedias, como a tan íntimo os las relataré con brevedad. Digo, mi muy íntimo, que fui engendrado en una villa del Andaluz a tan pobre de dineros como de ingenios, si bien de padres pobres y sobre todo extremeños. Y para poder pasar conforme a sus méritos fue necesario traer licencia de libertad de la Colonia Filípica, que hasta este punto llegó mi estimación. Con todos estos requisitos, me dieron por ayo a un noble prebendado en la insigne ciudad de Jaén, a quien le estoy muy agradecido por el costoso gasto que hizo conmigo. Y considerando iba en mayor crecimiento, permitieron los cielos amainasen las velas de mi aliento. En estos lances cortó el hilo de la vida la parca voladora a mi querido dueño. Esta ha sido la causa de seguir seis años de mis peregrinaciones, en cuyo tiempo pasé una vida de esclavo. Fui preso por la Cruzada como bienes mostrencos y depositado en casa de un mercader lusitano; y como no era de consideración para su gasto, me dio alojamiento en un pajar como a esclavo y de poca estima, a donde apenas me entraban a visitar si no eran ratas, culebras y palomas y otros mil géneros de sabandijas. Finalmente, la sangre sin fuego hierve. Considerando mi padre que estaba como el de la piscina, se humanó de mi esclavitud y fue a la Colonia, de donde me envió libertad para poder seguir mi intento.

Este es el discurso de mi vida que me habéis pedido cuenta, dando gracias al todo poderoso por ello.

HIPÓLITO: ¿Ya estaréis a vuestro gusto, considerando la libertad? ¿Qué pensamiento os pasa ahora por la idea de disponer de vuestra vida?

MENANDRO: Lo que debo escoger, Hipólito amigo, para descanso de mis calamidades (por verme solo), es la sombra de un noble senador, siendo él de su natural defensor de la pobreza. Guiando a su bonanza la proa, tendrán estos desvelos algún alivio con cuyo favor y auxilio se lograrán los deseos por dos causas. La primera, por ser su origen y descendencia de mí mismo natural de Extremadura y de la nobilísima casa de los Gutiérrez de la villa de Cáceres, cuyos progenitores han ocupado los mejores puestos de España y en quien asimismo se halla lo ilustre de los Figueroas, cuya descendencia y casa tiene su asiento en el reino de Galicia y cuyo primer progenitor es descendiente de esta nobilísima casa, siendo su primer tronco Gutiérre González, que, por defender las doncellas que le tocaban a aquel reino, con una rama de higuera adquirió el nombre Figueroa; de donde han emanado tantas familias nobilísimas que hoy están incorporadas en las casas más nobles de España, entre las cuales ha realzado más los quilates de esta nobilísima familia Martín Gutiérrez de Figueroa, abuelo de este nobilísimo senador, que con su valor ganó las islas Filipinas y ejerció en ellas oficios de capitán de infantería y el de sargento mayor. Lo segundo, es por conocer su valor, liberalidad, gobierno, prudencia y humanidad con los pobres, a quien suplico me ampare, cuya mano beso etcétera.

El Menandro.






GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera