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DON ANTONIO LÓPEZ DE CUÉLLAR AL MISMO
SONETO
Con sacras leyes, de justicia llenas,
Camerino Sulpicio a Roma vino,
donde el premio el senado le previno,
como a quien honra le llevó de Atenas.
Tú, que de leyes de piadosas penas [5]
preceptos
traes a España, Camerino,
espera de ella el premio, si no indino,
aquel por quien las almas enajenas.
Tu antecesor
imitas,
mas difieres
en ser tus leyes de
amoroso
gremio, [10]
cuanto las suyas llenas de rigores.
Concédate el amor lo que pidieres
u dese a sí por ti, que solo es premio
digno el amor a quien trató de amores.